EPÍLOGO

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Amir

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Amir

Hay personas que piensan que la felicidad depende del estatus social en la que se encuentre uno, pero se equivocan, nada es lo que parece y nada es lo que es, por mucho dinero que se llega a tener. La verdadera felicidad está al lado de alguien que comparte la misma manera de pensar, que comparte contigo su forma de ser, felicidad es encontrar a alguien que acepte tus manías sin cambiar nada de ellas. Cada uno le ha puesto un nombre a su felicidad y el mío es Lauren y gracias a ella llegó mi eterna felicidad, mis hijas.

—Extraño ese vientre tan lleno de vida—dije mientras Lauren y yo tomábamos un baño de espumas.

—Mm... ¿Me estás proponiendo algo?

—¿Te gustaría?

Siempre deseé formar una gran familia, mis princesas aún son pequeñas, pero con el tiempo me gustaría tener más princesas o príncipes corriendo por la casa.

—Contigo me gustaría incluso ir a la luna, aunque podría decir que donde estoy ahora es mejor que pisar la mismísima galaxia.

Sonreí.

Apenas había pasado un mes desde que duermo tan solo cinco horas, solo fueron semanas desde que el llanto de mis hijas se convirtió en mi melodía favorita y por eso digo, lucha siempre, lucha por lo que amas, sin importar el tiempo ni la distancia, sin pensar en que dirán, en las diferencias que hagan separan y como las hay, también hay más que unen de por vida. Y si no me creen aquí tenéis un claro ejemplo, un árabe enamorado de una inglesa.

—Creo que esa mirada permanecerá igual, por mucho que crezcan.

Lauren llegó a la habitación de las gemelas y agregó mientras las admiraba perdidamente enamorado.

—Así será, siempre serán el amor de mi vida al igual que su madre, mientras tanto las miraré con fascinación y amor, con ternura y admiración siempre estaré para protegerlas y cuidarlas y sobre todo mi cuerpo estará tanto para ellas como para ti y su única función es hacer de escudo contra cualquier mal.

Sentí como Lauren se llenó de lágrimas y se acercó a mí para sentarse en mi regazo frente a la cuna de las niñas, besó mis labios lentamente y a la vez con mucha sensualidad. — Eres el padre perfecto y sé que siempre lo serás. Te amo tanto, habibi, después de todo nunca pensé en llegar donde estoy ahora. Eres mi salvación.

—Tú también eres mi salvación, por muy fuerte que me hice después de una mala vida, tú fuiste el mejor premio, la mejor esposa que pudo darme la vida. Yo sí que te amo, habibati.

¿Hay amores que duelen? Claro que sí, pero para saber si es un amor que duele de manera sana solo deben de mirar a los ojos de esa persona tan amada, tal vez lleguen a comprender muchas cosas sin pedir que las expliquen.

Dicen que un matrimonio de distintas culturas nunca acaban bien por la manera de pensar de cada uno, pero ¿saben qué? No hay creencias, ni tradiciones que no se rompan al estar enamorado. Todo está sostenido por un pilar importante, EL RESPETO.

—Está noche soñé con Laura y mi madre— añadió Lauren muy emocionada, rápidamente sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente.

—¿Qué soñaste, mi vida?

Ella suspiró y luego contestó— Soñé que ambas estaban juntas mientras se sostenían de la mano, ellas me miraban con una hermosa sonrisa mientras lloraba desesperadamente al sentir que las tenía lejos de mí— solloza. —Fue un sueño donde la distancia estaba presente y desde lejos me pedían perdón, me decían que yo era la ganadora.

—Mi vida, cálmate.

Había roto en llanto de una manera que me sentí nada al verla en tal estado.

—Las extraño, me hubiera gustado que ellas también estuvieran presentes en mi felicidad y que se arrepintieran de todo, sobre todo Laura, pero no están. Ya no queda nada de esa familia por la que di mi vida entrando en el personaje de la duquesa, todo lo que quise mantener se me fue de las manos, Amir.

—No todo fue pérdida, Lauren. No seas egoísta y piensa en ti. La duquesa te estaba envenenando el alma y desde que la dejaste ir, ahora eres otra mujer, una llena de luz y amor que dar. Mereces olvidar todo e incluso pensar que tu madre y tu hermana están en un lugar mejor y por decisión propia.

Limpie sus lágrimas mientras me miraba. Su cuerpo aún permanecía sentado encima del mío y nuestras hijas dormían.

—Soy feliz, no lo dudes, amo todo lo que tengo y he conseguido, amo estar contigo y sobre todo estoy agradecida con la vida.

—Todo tiene un porqué en la vida, mi hob.

—Lo sé, uf, Amir me siento tan todo que solo necesito de tu abrazo para sentirme aliviada. Te amo, te amo.

—Yo también— la abracé mientras apretaba su cuerpo al mío ella sonreía por la barba que la empezó a molestar en su delicado rostro.

—Para, Amir me haces cosquillas.

—Pararé cuando no vea ni una sola lágrima por tus mejillas, aunque eso conlleve a limpiarlas con toda esta barba que tanto te gusta. ¡Ah por cierto! Muy pronto desaparecerá.

—¿Qué? Ni de coña, Amir. Te amo con ella y como está desaparezca...— la interrumpo.

—¿Qué harás? ¿Eh?— mis manos empezaron a viajar por cada extremidad de su cuerpo mientras su carcajada sonaba en toda la habitación de las niñas.— ¿Me dejarás de querer?— nos seguimos riendo.

—Jamás... — y el llanto de Amira se hace sonar.

Cargue a mi reina entre mis brazos y la puse en mi pecho, Amira se relaja al sentir su cuerpo encima del mío y se queda tranquila. Y en cambio mi Yasmín deja de llorar cuando empiezo a cantarle una nana y se relaja al oír mi voz. Tan iguales y tan diferentes a la vez.

—¿Quieres un té?— cuestionó Lauren mientras aún tenía a Amira en el pecho.

—Un té y tu presencia.

Ella sonríe y se marcha y es que no hay mejor tarde que las que pasamos juntos.

Moraleja de la historia: Por muy gris que esté el cielo, no significa que todos los días estén nublados. Todo lo contrario, después de un día apagado llega la luz que ilumina un despertar lleno de magia.

Recuerda que cuando menos lo esperes vivirás una hermosa historia que te llenará de momentos increíbles.

No hay parejas perfectas, sino amores únicos. No lo olviden.

—Nos toca vivir la historia de Dilay y Adil— comentó Lauren mientras llegaba a mí con el té.

—No entiendo, ¿algo que contar?

Sonreí y todo se quedó en una hermosa sonrisa por parte suya y solo me quedó imaginarme a ellos dos juntos.

                                 FIN

Historia de Adil y Dilay. Disponible en Dreame.

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Pagada para seducir al ÁrabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora