CUARENTA Y UNO

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Lauren

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Lauren

Hay decisiones que nos pueden llevar a la locura, pero también son tan necesarias que cuando nos damos cuenta todo ha cambiado de la noche a la mañana, sin esperarlo.

Laura había decidido quitarse la vida, y nuevamente tomó el control en sus manos, cambió su identidad por la mía y eso es algo que jamás entenderé o eso quise pensar hasta que me presente en la casa de Carlos. Sí, regrese a Londres.

—¿Y tú no llorarás por mí como han hecho todos excepto mi madre?— dije nada más ver el rostro de mi amigo.

—Esperaba tu visita, te esperaba Lauren por eso no fui con tu padre.

Caminé los pocos centímetros que nos separaban y lo abracé. —Laura te busco ¿verdad?

Él asintió— Sí, eso fue lo último que hizo antes de viajar a verte.

—Murió, ya no queda nada más de ella, excepto su nombre vivo. Me mató y se llevó mi vida de nuevo.

—¡Ay amiga!

Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas—. Me odio a mi misma, no fui capaz de ir en busca de Amir para decirle que estaba viva, que no era yo la que había enterrado y que le metí.

—¿Y por qué no fuiste capaz?

—Porque me di cuenta de que si Laura hizo tal cosa es porque algo tenía pensado.

—Te das cuenta de que la verdadera duquesa murió.

—Sí y Lauren también.

Carlos suspiró.

—¿Para qué te buscó?

Este fue a su habitación y sacó una carpeta roja.

—Me pidió que te la diera personalmente y que era sumamente importante.

Fruncí el ceño y retire el exceso de lágrimas que me dificultaron la visión.

Había una serie de documentos, y una nota.

—Querida hermana, mi Lauren una vez más no te tuve en cuenta, no fui capaz de contarte todo lo que me estaba sucediendo y el porqué dejé de hablaros.

Si estás leyendo esta carta es porque aceptaste asumir mi identidad y empezar de cero, pero hermana empezar de cero no significa olvidar de dónde venimos y por eso quiero que sepas que me estaba muriendo, estaba muy enferma y no me quedaba mucho. Conociéndote sé que ahora estarás llorando por mis palabras, pero no lo hagas sé feliz por mí porque ahora descanso en paz, mi cuerpo descansa y tú le darás vida a una nueva Lauren, una fuerte, poderosa y sin miedos.

Hace unos días descubrí que mi querida hermana gemela se había casado con uno de los empresarios más importantes a nivel internacional, te vi en una foto que circulaba en todas las redes sociales, y entendí que nada era casualidad que te dejé a cargo de la duquesa y que sabía que Amir Al Malik acabaría por sentirse avergonzado por nuestro pasado. Por eso me asocié en su empresa y no mi esposo como te hice entender en nuestra conversación, era consciente de todo y siento haberte mentido, pero él no sabe de mi existencia, ya que el contrato fue firmado como Laura Del Valle. Por eso querida hermana quiero que decidas cómo sería para ti empezar de cero con tu esposo. Ahora estás a cargo de la fortuna que me dejó mi marido y que solo te pertenece a ti.

Recuerda que te quiero y siempre será así, muy pronto mis abogados se pondrán en contacto contigo para notificarte el primer encuentro con Amir Al Malik.

Siempre unidas, Laura.

No sabía si llorar o reír, mi hermana se estaba muriendo y decidió terminar con su vida.

—¿Estás bien?— cuestionó Carlos.

—Estoy agotada, Carlos. Amir nunca me perdonará— hago una pausa mientras recordaba su imagen en el cementerio llorando por mí. —Lo dejé sufrir por ver qué es lo que quería Laura de mí y ahora que lo sé parece todo una locura.

—¿Y qué harás ahora? ¿Volverás a tomar el lugar de tu hermana?

Negué —No lo sé, tal vez sea una oportunidad de volver a enamorar a Amir, quizás al ver a una igual a su esposa se olvide de sus promesas para enamorarse de Laura.

—Ya claro, Laura, ósea tú, ese hombre enloquecerá al verte, y tú solo piensas en promesas.

—Te recuerdo que nuestra unión fue mediante un trato.

—Un trato que desde un principio lo hizo realidad y no me vengas con tonterías porque me lo dijiste tú misma.

Es cierto, siempre que hablaba con Carlos le contaba cada novedad que había en mi matrimonio.

— Han pasado días, Carlos, volver ahora y buscarlo el resultado sería el mismo.

Este suspiro. —¿Y a tu padre le dirás la verdad?

Negué.

— Por el momento seré Laura y asumo todas las consecuencias de mis actos.

No había más que añadir, tenía que darle sentido a todo lo que hizo Laura e intentar empezar de nuevo sin vender mi cuerpo. Y para eso primero tenía que empezar por salvar a mi madre.

Pagada para seducir al ÁrabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora