38. La banalidad de la maldad.

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Summer.

---¿Mason?--- escuche que murmuro Liam.

Lo seguía por detrás al rubio mientras bajábamos por unas escaleras, siendo seguidos por Theo y Scott claramente. 

Era un lugar poco iluminado, con ramas saliendo de quien sabe donde y tuberías algo oxidadas, hasta que llegamos al último piso finalmente, dándonos una vista nada favorable del lugar. 

Había otros tipos de grandes peceras, como las que habíamos visto en la guarida de los Doctores del Pavor, ¿acaso esta era otra de sus guaridas? Pero nos llamo la atención; y no era nada más y nada menos que nuestro amigo Mason, apoyado contra una de esas grandes vitrinas, y no se veía para nada bien.

Nos acercamos corriendo al encontrar al moreno, siendo Liam el primero en llegar junto a él para moverlo un poco, parecía inconsciente. 

---Mason, Mason.--- murmuraba preocupado Liam.

Hasta que de algo me di cuenta.

---Liam, no lo muevas.--- le murmure al chico mientras con mi mirada señalaba detrás del cuello de Mason.

Y es que nuestro amigo tenía en su cuello encajado un tipo de aparato que lo conectaba a la gran pecera tras él donde había un tipo de experimento ahí dentro.

---Esta conectado a él.--- menciono Liam entendiendo mi punto. 

Volteamos a ver a Scott y a Theo los cuales nos veían sin saber que hacer, parecía que el pelinegro desconocía la existencia de ese ser aquí, y teniamos miedo de que al mover a Mason o tratar de desconectarlo aquella cosa despertara, no sabíamos de lo que podía ser capaz.

---¿Qué es esta cosa?--- pregunto preocupado Scott mientras se acercaba a Mason tratando de analizar la situación.

---No lo sé.--- comentó Theo.

---Tu debes de saberlo.--- murmure molesta mientras me dirigía a Raeken, colocándome frente suyo.--- Después de todo tu trabajas para ellos. 

---Liam...

La voz de Mason me hizo quitar mi mirada de Theo, para acercarme nuevamente a él y sentarme junto a él, sosteniendo su mano.

---Puedo sentirlo...--- murmuro adolorido el moreno.--- Esta en mi cabeza.

---No te muevas.--- le pidió el rubio al ver como Mason se movía un poco. 

---Con cuidado.--- habló ahora Scott. 

---¿Qué le están haciendo?--- pregunto molesto Liam, esta vez dirigiéndose a Theo.

---No lo sé.--- volvió a contestar el pelinegro. 

---Concéntrense, por favor.--- pidió McCall tratando de tranquilizar la situación.--- Mason, te sacaremos de aquí.

Entonces los 3 nos lanzamos una mirada rápida, no sabíamos exactamente que hacer, pero cualquier cosa sería mejor que esto.

---Mantenlo quieto.--- le pidió Scott a Liam. 

Liam solo asintió ante sus palabras y tomo a Mason por los hombros, mientras yo sostenía la mano de nuestro amigo, viendo como Scott acercaba sus manos a aquel aparato en el cuello del moreno.

---Si te duele...solo aprieta mi mano.--- le murmure a Mason.

---Intentare sacar esto.--- volvió a hablar Scott, mientras Mason solo asintió ante nuestras palabras.--- Dime si te duele. 

Y apenas Scott trato de hacer presión en el objeto para tratar de removerlo, Mason grito demasiado fuerte, también apretando mi mano lo suficiente como para que yo también gritara, por lo que el alfa dejo aquello casi de inmediato. 

---Me duele.--- exclamo en un lamento el moreno.--- Me duele mucho.

---¿Estas bien?--- me pregunto en un murmuro Liam, mientras lanzaba una mirada a mi mano.

Y a pesar de que aún me dolía, no podía dejar a Mason solo en esto, así que solo asentí ante la mirada azulada del rubio y seguía sosteniendo la mano de nuestro amigo. 

---Casi no lo moví.--- exclamo preocupado McCall, mirándonos a ambos. 

Los tres volvimos a intercambiar miradas, pero algo en la mirada de Scott cambio, y un pequeño ruido comenzaba a escucharse, por lo que volteé a donde el mayor miraba, consiguiendo que Liam y Theo también voltearan en esa dirección.

Uno de los Doctores del Pavor estaba aquí, y al parecer nos estaba mirando fijamente. 

---Querían que viniéramos.--- murmuro Theo.

Y ahí lo entendimos, el secuestrar y traer a Mason hasta aquí fue con un objetivo; fue una carnada para que ellos nos atraparan aquí.

Y nosotros habíamos caído.

---Liam, Summer, traten de quitar eso del cuello de Mason.--- pidió Scott mientras veíamos como los otros dos Doctores aparecían también. 

Entonces Liam y yo volteamos de nuevo hacía nuestro amigo, pensando en alguna solución para quitar eso con el menos dolor posible que le pudiéramos causar a Mason. 

Pero el ambiente estaba lleno de las palabras que el Doctor que parecía ser el líder le dirigía a  Theo, diciéndole que era un fracaso, y solo pude notar como el pelinegro se tensaba ante esas palabras, pero mi atención volvió a Mason cuando este nos tomo de las muñecas a Liam y a mí.

---Chicos, solo...salgan de aquí, váyanse.--- nos pidió el moreno con una débil voz.

---No te vamos a dejar aquí Mason.--- le exclame en un murmuro viendo preocupada a Liam.

---Somos todos, o ni uno.--- le aseguró Liam con un tono muy seguro.--- Lo siento viejo.

Entonces sin esperar respuesta del chico, Liam dirigió su mano a aquel aparato, quitándolo lentamente del cuello de Mason, haciendo así que el lugar se llenara con el grito de nuestro amigo.

Mientras él seguía apretando mi labio, yo solo mordía mi labio para evitar también gritar. Esto si que era doloroso. Pero entonces, al igual que Scott, Liam aparto su mano.

---Scott, no puedo sacarlo, no sé que hacer.--- exclamo preocupado el rubio, viéndonos a mi y a Mason asustado.

Entonces el mayor se acerco con nosotros, dejando un poco a Theo encargado de aquellos Doctores, aunque el líder seguía dirigiéndole un discurso al pelinegro. 

---Pero tu fracaso nos enseño una cosa.--- siguió hablando el Doctor, dirigiéndose a la quimera.--- La banalidad de la maldad... que siempre fuiste y serás una maldad ordinaria. 

---¿Crees que soy ordinario?--- espeto con molestia el chico.

---Creíamos que para resucitar al asesino perfecto teniamos que empezar con maldad perfecta.--- aclaro el Doctor.--- De ti aprendimos que la verdadera maldad solo surge al corromper algo verdaderamente bueno. 

---No siempre.--- murmuro Scott para nosotros. 

Entonces Liam y yo dirigimos nuestra mirada hacía Mason, y ahí pude entenderlo; los Doctores habían tomado a alguien extremadamente bueno, a nuestro amigo, al punto de corromperlo lo suficiente como para que el asesino que buscaban pudiera resucitar en su interior. 

Ellos habían tenido éxito...al elegir a Mason.

[3] El Fin | Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora