Summer.
Entre los destrozos que hacía Sebastien en la guarida de los Doctores, pude encontrar algunas mantas abandonadas, las cuales utilice para cubrir los cuerpos inertes de Tracy y Hayden, mientras veía como el mayor se acercaba a donde me encontraba.
---Te traje aquí como querías.--- mencione en voz alta mientras sentía mi cuerpo temblando.--- ¿Qué tal si ya me dejas ir?
Claro que ahora le tenía miedo a Sebastien, sabía que en cualquier momento podría convertirse en la Bestia, pero siendo humano también era muy peligroso, lo había comprobado con la muerte de Hayden, y el daño que le había hecho a Lydia, la cual ni siquiera sabía si se encontraba bien o no.
Todo esto era una mierda.
Pero Sebastien me paso de largo, dirigiéndose a una pared que quedaba a pocos metros de mí, específicamente en la pared donde se encontraba el dibujo de la Bestia de Gevaudan peleando contra el Sabueso Infernal.
Y mientras el mayor observaba la imagen con suma atención, pude ver como a pocos centímetros del cuerpo de Tracy había una tipo de daga, lo cual me ayudaría a defenderme, o al menos intentarlo, por lo que la tome rápidamente escondiéndola entre mi brazo y mi cuerpo para que Sebastien no pudiera verla, y me acerqué con él aún con miedo.
---El demonio de la izquierda...--- menciono el mayor mientras sentía como me acercaba a él.--- ¿Qué es?
---Un Sabueso Infernal.--- le informé mientras me colocaba a su lado y ahora ambos mirábamos aquella imagen.
Y a mi mente vinieron los recuerdos cuando habíamos venido aquí Scott, Liam y yo para encontrarnos con los Argent, los cuales nos explicaron que el Sabueso Infernal, ósea Parrish, era el único que podría detener a la Bestia.
---Parrish.--- murmuro Sebastien, al parecer el tipo lo conocía.--- Su nombre es Parrish, ¿o no? Los Argent intentaran poner la pica en sus manos...
Y con la daga que había tomado detrás de mi espalda, la apreté fuertemente por los nervios que tenía, pero aún así no me detuve en tomar impulso y tratar de encajárselo a Sebastien, pero no fui lo suficientemente rápida ya que el me detuvo el brazo con una de sus manos con agilidad.
Entonces Sebastien comenzaba a ejercer más y más fuerza en mi brazo, consiguiendo que no pudiera sentir mi mano poco a poco logrando que la daga cayera de mi mano, mientras el sujeto me miraba seriamente.
---¿Cuándo se volvieron tan confiados los jóvenes?--- murmuro con molestia el mayor.
Sebastien fue avanzando sin soltar mi brazo, por lo que a consecuencia yo retrocedía hasta que sentí que mi espalda impacto contra la pared, pero eso no fue todo, ya que el sujeto encajo sus garras en mi abdomen por lo que solté un alarido por el dolor.
Pero algo llamo la atención de Sebastien, por lo que saco sus garras de mi en un rápido movimiento como si no fuera nada, y yo lleve mi mano a la herida en un intento de detener la sangre mientras caía al suelo sin dejar de soltar alaridos.
Podía notar como la sangre ya comenzaba a llenar mi mano, y Sebastien se fue sin importarle nada, sin importarle si seguiría viva o no. Entonces sentí como mis parpados comenzaban a pesar, estaba cansada de intentar pelear,
Solo espero que los chicos logren salvar al pueblo, salvar a todos.
[...]
Liam.
Habíamos llegado al hospital, descubrimos que Lydia sería la única capaz de traer a Mason devuelta, pero la Bestia, o Sebastien, al parecer estaba un paso adelante de nosotros, ya que rasgo la garganta de la banshee al punto de afectarle las cuerdas vocales, o al menos eso nos había explicado el sheriff cuando Scott, Stiles y yo llegamos al lugar.
Me encontraba en una de las sillas de espera del hospital, mientras Stiles había ido a la habitación de la pelirroja para hablar con ella y contarle el plan que teníamos, y Scott fue en busca de su mamá para pedirle ayuda con el plan.
Y yo solo estaba ahí, con mi mente divagando y pensando en Summer, ya que el sheriff también nos conto que Sebastien se había quedado junto a ella, o mejor dicho fue un tipo de intercambio por la libertad de Lydia, pero aún así no dejaba de preocuparme ya que sabíamos lo que el mayor podría hacerle.
Y trate de ir con ella, pero no sabíamos con certeza donde pudo haberla llevado Sebastien, además que Scott me juro que después de solucionar lo de Lydia iríamos por ella, y yo confió en él.
Entonces noté como Scott caminaba a través del pasillo en mi dirección, por lo que salí de mis pensamientos para saber de la situación de Lydia.
---¿Esta bien?--- le pregunte a Scott.
---Estará bien, pero...no puede hablar.--- menciono el chico.
---Es el fin, ¿no?--- le pregunte con desilusión.
Si Lydia no podía ni siquiera hablar, era más que obvio que no podría gritar, por lo que nuestro plan estaba desecho. No podríamos salvar a Mason.
---No podemos salvarlo.--- mencioné con tristeza al pensar en mi mejor amigo.
---Dame un segundo.--- me pidió Scott cuando un mensaje le había llegado a su celular.
Entonces vi como Scott se alejo unos cuantos pasos para tener privacidad, por lo que mire a otro punto también tratando de no pensar tanto en el problema de Mason, aunque era imposible, o eso creía hasta que un dolor de cabeza me invadió, se sentía como una punzada en mi sien, por lo que cerré mis ojos tratando de aminorar el dolor.
Y entonces los volví a abrir, pero ya no estaba en el hospital, Scott ya no estaba a unos pasos de mí, la luz había cambiado por completo, pero era un lugar que reconocía, lamentablemente.
No entendía que hacía aquí, como había llegado aquí, los Doctores del Pavor ya no estaban aquí, por lo que no era un recuerdo de la vez que nos secuestraron a mí, Hayden y a Summer, de hecho no se veía nadie en el lugar, solo 2 cuerpos cubiertos por una sabana a pocos metros de mí, cosa que por supuesto me hizo imaginar lo peor.
Trate de levantarme para ver quienes eran aquellas personas, pero no podía, me sentía débil, por lo que dirigí mi vista hacía abajo, dándome cuenta que ni siquiera era mi cuerpo, y veía como mi mano estaba cubierta de sangra tapando una herida en mi abdomen.
Pero reconocía esa ropa, reconocía esas manos, reconocía ese cuerpo.
Era Summer. Y esto me estaba indicando que estaba lastimada, estaba herida, por lo que indicaba que estaba en peligro.
Tengo que ir con ella.
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[3] El Fin | Liam Dunbar
RandomDonde un Liam Dunbar, después de las atrocidades que realizo en una noche de luna llena, tiene que afrontar las consecuencias y aprender a vivir con ello, todo mientras trata de que la manada en la que pertenecía no se deshiciera, pero sobre todo...