6. Estar contigo.

3.3K 236 33
                                    

Summer.

---Liam, no deberíamos estar aquí.--- susurré por lo bajo.

No pregunten como, pero habíamos seguido a la hermana de Hayden, hasta la entrada de unas bodegas abandonadas cerca del bosque de Beacon Hills.

Queríamos que ella estuviera bien, es lo que Hayden hubiera querido, aunque no entendíamos que había sucedido aquí, pero al parecer la habían mandado de la estación de policías. Vimos como la chica revisaba una camioneta que ya estaba en el lugar, para después adentrarse a la bodega. 

---Algo esta pasando.--- comentó Liam, mientras veía hacía la entrada de la bodega con un semblante serio.

---¿Qué quieres decir?--- le pregunte preocupada.

---Huele a...sangre.--- comentó el rubio a mi lado.

---¿Es de la oficial?--- le volví a preguntar, mientras veía como Liam tenía intenciones de acercarse a aquella entrada.

---No lo sé...

Liam comenzó a caminar lentamente hacía la entrada de dicha bodega, mientras me hacía señales de que me quedara detrás de la camioneta de la oficial, pero pude ver como de aquella entrada se veían dos puntos brillantes, y comenzaban a escucharse un tipo de gruñidos, ¿qué diablos era eso?

De pronto aquel ser sobrenatural desconocido, demonio, monstruo, lo que fuera que sea, tomo la reja como si fuera simple papel y la aventó en dirección al rubio que estaba a pocos metros de mí.

---¡Liam, cuidado!

Liam logró esquivar la reja al regresar a mi lado, mientras aquella...cosa, seguía rugiendo sin parar y nos miraba fijamente, sabía que había sido mala idea venir.

---¿¡Qué diablos es eso!?--- le pregunté al rubio.

---¡Corre!

Liam ni siquiera me dio tiempo de responder cuando tomó mi mano y comenzamos a correr, aunque bueno, no es como que me quisiera quedar con esa abominación teniendo una plática amena, porque eso sería lo último que pasaría.

---¿¡Qué es esa cosa!?--- volví a insistir, mientras que ninguno de los dos dejaba de correr.

En estos momentos agradecía haber adquirido algunas habilidades de Liam gracias a nuestra conexión, porque si no fuera así, esa abominación me hubiera comido desde el primer segundo. Era pésima para correr.

---¡No lo sé, solo corre!--- pidió el chico mientras de vez en cuando se asomaba un poco para ver a que tanta distancia estaba aquella bestia.

Escuchaba los pasos de la bestia cada vez más cerca, y como mi corazón se quería salir por mi garganta, esto nos pasaba por querer jugar a los detectives. 

Y lo único que nos faltaba, un gran precipicio apareció al frente nuestro, si bueno, al parecer habíamos corrido al lado incorrecto del bosque. Era nuestro fin. La bestia estaba cada vez estaba más cerca de nosotros, y mi preocupación estaba al límite.

---Hay que saltar.--- le comenté al rubio a mi lado, en desesperación ya que, si, había sido lo único que se me ocurría en esos momentos.

---¿¡Es broma!?--- preguntó alterado Liam.

---Hay que intentarlo, es la única opción.--- le comenté ante la evidente situación.

Retrocedimos unos cuantos pasos simplemente para tomar vuelo, para después saltar. Sentía el viento golpear mi cara, como cada vez nos acercábamos al otro lado, y como había mucha distancia hasta el final del barranco, sería una muy fea caída. 

[3] El Fin | Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora