5. Sabueso del infierno.

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Narrador omnisciente.

Parte de la manada había encontrado a la nueva quimera, habían seguido se rastro que los llevaban a unos túneles, donde pudieron encontrar al chico, pero con ello también a los Doctores del Pavor, pero aún así pudieron librarse de ellos, aunque fuera por unas horas más.

Pero el chico de pálida piel había encontrado algo, lo que él estaba buscando, el porque su padre estaba siendo envenenado después de la fatídica noche; al parecer la quimera podía convertir parte de sus huesos en armas que salían de sus extremidades, y el joven humano pudo descifrarlo todo, una parte de esos huesos había quedado enterrada en su padre, eso era lo que lo estaba envenenando.

Al informarle esto a la enfermera, madre del ex-alfa, no perdieron el tiempo para intervenir al hombre en cirugía y encontrar ese pequeño pedazo de hueso, y así salvándole la vida al sheriff del pueblo y padre del mejor amigo de su hijo.

[...]

Theo.

Me encontraba en unos túneles del pueblo, había llegado aquí gracias a la ayuda de la morena a la cual le salve la vida, aunque la gente aún la daba por muerta, y quería que siguieran con esa idea, no era momento de revelar esto aún.

---Estuvo aquí.--- habló la morena regresándome a la realidad.

---¿Qué más puedes decirme?--- le pregunte mientras caminábamos a lo largo del túnel.

---¿Por qué no me dices que como se eso?

---Noah es mitad berserker.--- le respondí con simpleza.--- Y tú eres mitad jaguar, Hayden, se atraen el uno al otro.

---¿Por eso estoy aquí contigo?

---Te salvé la vida.--- le recordé, mientras ambos nos mirábamos frente a frente.

Y pensé que la chica diría algo más, pero algo en su cara cambio, y su mirada era de miedo.

---¿Qué?--- le pregunte extrañado.

---Creo que está muriendo...significa que ellos van a encontrarlo.--- murmuró la morena.

O puede que la que estuviera muriendo...fuera ella, pero lo dudo, los Doctores me lo habían prometido, regresarla a la vida para que fuera parte de mi manada, era parte del trato. Pero ella no tenía porque saberlo.

---Tal vez ya lo encontraron.--- le confesé.

Y aquello no era mentira, sabía que los Doctores del Pavor no perdían el tiempo, y si tenían un fracaso regado por el pueblo, no podían permitir que eso pasará, por lo que tenían que eliminarlo.

Sin esperar respuesta de la chica, seguimos caminando hasta encontrarnos en un tipo de calderas, Hayden miraba todo a su alrededor con miedo, mientras que para mi esto era algo normal, hasta que un olor había llegado a mi, olor que reconocería donde fuera. Por lo que me agache, y en efecto, pude encontrar una mancha de mercurio aún fresca, me imaginaba que era de Noah.

---Pudimos usarlo.

---¿Para qué?--- pregunto confundida Hayden.

Entre más integrantes tuviera en mi manada sería mejor, tendría más poder, sería invencible...como Scott. Alcé mi vista hasta una reja en frente de nosotros, ¿cómo no lo había visto antes?

---¿Qué es eso?--- pregunto Hayden sin apartar la mirada de la reja.

---Un símbolo...símbolo de un alfa y su manada.--- le informe con seriedad.

---¿La manada de quién?

---De Scott.

Scott seguía con vida, seguía ahí por el pueblo y yo no lo sabía, cosa que le había dado ventaja. El bastardo había logrado engañarme.

[...]

Narrador omnisciente.

---Era más que un símbolo, ¿no?--- le pregunto uno de los doctores de Eichen House a la banshee.---  Era una promesa de reunirlos.

---Si.--- fue lo único que respondió la pelirroja.

---Pero Scott lo hizo, ¿va a venir por ti?

La banshee no alcanzó a contestar cuando un tipo de timbre se hizo escuchar en toda esa área, aquel timbre que avisaba cuando se abría la puerta. Cosa que alarmo al doctor, ya que se suponía que solo él y algunos cuantos tenían permitido el paso a esta área.

---Alguien viene...---comentó la chica con su mirada pérdida en el techo de la habitación.--- Pero no es Scott.

En el pasillo de aquella área, se podía divisar a 3 chicos y una chica caminando con aires de grandeza, era la nueva manada del pueblo, formada antinaturalmente, y dirigida por Theo Raeken. El chico había conseguido lo que más quería; su propia manada de quimeras.

El doctor salió de la habitación para encontrarse a pocos metros con la manada, tenía que detenerlos, no harían que su misión fallara.

---No quieres hacer esto, Theo.--- le informó el mayor.--- Ella esta a salvo aquí, los Doctores del Pavor no saben lo importante que es. 

Ante aquellas palabras, Theo solo volteó a ver a la única chica de su manada, una simple mirada que la chica pudo entender a la perfección. La chica mitad kanima mitad mujer lobo fue corriendo hacía el hombre para tomarlo del cuello de su camisa y estamparlo contra la pared más cercana, impidiéndole el movimiento.

Y mientras el hombre estaba aprisionado por la chica, los otros 3 chicos no perdieron el tiempo en entrar a la habitación, viendo a una banshee en un estado...malo.

---No se ve nada bien.--- comento uno de los betas.

---Tiene un agujero en la cabeza, eso no se le ve bien.--- respondió el más bajo de los tres.

El alfa ante los comentarios de sus betas se acerco a la cabecera de la cama, para ver con sus propios ojos lo que decían, moviendo la cabeza de la pelirroja para poder visualizar mejor, aunque la gran mancha de sangre en su almohada decía mucho.

---No puedo creer que estas sean instalaciones médicas.--- comentó con algo de enojo el alfa.--- Levántenla, hay que irnos de aquí.

Mientras sus betas tomaban a la banshee entre ambos, el alfa iba saliendo de la habitación, no sin antes recibir otras palabras del doctor.

---¿Para qué quiere una manada de quimeras a una banshee?

---No quiero una banshee, quiero un sabueso infernal.--- comento con simpleza el alfa.

Pero y apenas pudo terminar su oración, cuando un rugido se hizo escuchar en el pasillo donde estaban; la puerta de aquella área, que era una simple puerta de metal, tomo un color anaranjado, para luego caer al suelo, dejando ver el cuerpo de alguien cubierto en llamas.

---Creo que ya encontraste...a tu sabueso infernal.--- comentó el doctor, mientras miraba con sorpresa a la puerta.

Raeken podía reconocer al hombre cubierto en llamas y con ojos color naranja, era el ayudante del sheriff, Jordan Parrish.

Él era el sabueso del infierno.

[3] El Fin | Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora