Summer.
Sus toques eran lentos, suaves, llenos de...amor. Sus manos me recorrían desde mis piernas a mi cintura, cada toque, cada caricia, era como si dejara un camino de fuego por donde su toque pasara. Pero se detuvo en mi cintura, para darme suaves besos en mi estómago, que al principio causaban un cosquilleo en mi, haciéndome soltar unas pequeñas risas, pero pude sentir como sus besos eran lentos, cada vez subiendo más y más sin detenerse, logrando que contuviera por unos segundos mi respiración ante la agradable sensación que esto me causaba.
Conforme se iba acercando, decidí quitarme la blusa que llevaba puesta esa noche, dejándome en bra y un short de ejercicio, mientras sus besos seguían recorriendo mi abdomen, deteniéndose en mis costillas las cuales se marcaban un poco más cuando arqueaba mi espalda, pero no podía evitarlo, él me hacía sentir como nunca alguien lo había hecho.
Y el rubio comenzó a jugar con los tirantes de mi bra, para irlos bajando lentamente, dejándome desnuda de la cintura para arriba, aunque sentía como a este punto la ropa nos estorbaba, y el aire de mi habitación se sentía cada vez más caliente, o solamente eramos nosotros.
Poco a poco nos fuimos despojando de la ropa que teníamos, que a decir verdad no era mucha, mientras el rubio se posicionaba sobre mí y entraba lentamente en mí, haciéndonos uno mismo, aunque quizá ambos sabíamos que ya eramos uno mismo. Los besos nunca se detuvieron, y mientras él me seguía embistiendo pasaba mis manos por su cabello de la nuca mientras lo estiraba un poco, y con nuestros besos callábamos los gemidos que salían de ambos, pero no era necesario ya que no había nadie que pudiera escucharnos.
Y conforme pasaban los minutos, baje mis manos a su espalda mientras rasguñaba un poco aquella área tratando de controlarme un poco mientras el rubio dejaba húmedos besos en mi cuello, seguramente uno de los dos dejaría marcas en el otro.
---Te amo.--- murmuró el chico mientras se despegaba levemente de mi cuello, pero sin dejar de moverse dentro de mí.
---Yo te amo más.--- le aseguré mientras dejaba escapar un suspiro, para que el rubio nuevamente atacara mis labios.
Y los minutos pasaban y pasaban, y con estos las embestidas eran más rápidas, haciendo que una leve capa de sudor nos cubriera a ambos, y ahora ninguno de los dos podía silenciar sus gemidos pero repito, no era algo que me preocupara. Y llego el punto en que sentí como el cuerpo del rubio empezaba a temblar levemente, y lo más seguro es que yo también, hasta que con un último gemido ambos habíamos terminado, mientras el chico se desplomaba a mi lado.
Ambos nos mirábamos mientras estábamos acostados de lado uno frente al otro, con una sonrisa en el rostro de los dos, tratando de regular nuestras respiraciones. Teníamos demasiado sin tener algo de...intimidad, y es que con todos los asuntos de la manada, no habíamos tenido el tiempo suficiente ni siquiera para estar los dos completamente solos.
Encendí la lamparita que estaba en mi mesa de noche, justo a lado de la cama, mientras tomaba una playera que me cubría casi por completo, o al menos hasta un poco por debajo de mi trasero, junto con unas bragas, para volverme a acostar abrazada del rubio, quién ya se había puesto únicamente su bóxer.
---Estuvimos tan cerca.--- escuche que murmuró Liam, dejando escapar un fuerte suspiro.
Dejen los pongo en contexto, habíamos regresado de la Casa Eichen con un porcentaje de éxito de 0%. Las cosas no habían salido exactamente como queríamos, a pesar de que al principio todo pintaba bien, pero desde la aparición de la manada de Theo, todo se vino abajo.
---Hablé con Theo.--- le confesé.--- Ya sabes...antes de que fueran por Lydia.
Liam se sentó en la cama de inmediato ante mis palabras, por lo que en consecuencia hizo que yo también me sentara, aunque yo me apoyaba en el respaldo de la cama, mientras el rubio se sentó de manera que quedábamos frente a frente.
---¿Ah si? Y...¿qué te dijo?--- me preguntó mi novio, tratando de sonar tranquilo, aunque sabía perfectamente que trataba de controlar sus celos.
---Lo obvio...que iban detrás de Lydia, al parecer Raeken quería una banshee en su manada.--- le respondí mientras encogía levemente mis hombros.--- Aunque...me dijo otras cosas más...
---¿Qué cosas?--- me pregunto el chico seriamente, pero me daba su mano, demostrando que no estaba molesto conmigo, si no con Theo.
---Me quiere en su manada.--- le confesé abruptamente.--- Primero me hizo comentarios de que debería aprender a controlar mis latidos, al parecer me había descubierto por ello a pesar de que estaba escondida junto a las chicas...
---Ni siquiera yo se controlar mis latidos.--- aclaró Liam mientras se soltaba una risa seca.
---Lo sé, y le comente algo parecido...que yo no soy una ser sobrenatural como para aprender a ocultarlos...y me comento que podría serlo si me unía a su manada, si lo lideraba junto a él...
---Por favor dime que no aceptaste.--- suplicó el chico con temor.
---¡Claro que no!--- le respondí ofendida ante la simple idea.--- Mi lugar, mi manada...es con Scott...junto a ti.--- le aseguré mientras nos tomábamos de las manos y lo miraba fijamente a los ojos.--- Jamás pensaría tan siquiera irme con él...mi hogar es contigo.
---Y mi hogar es contigo, no importa si estamos separados, si estamos lejos, si estamos enojados, todo eso no importa...mi corazón te pertenece Summer.--- me confesó el chico.
Veía todo algo cristalino por las lágrimas que estaba reteniendo ante las lindas palabras que me había dicho mi novio, y él al verme así se acerco rápidamente a darme un beso, era un beso lento...lleno de amor.
Liam Dunbar, si tan solo supieras que estoy tan enamorada de ti que incluso duele.
---Por cierto...---le comenté cuando nos separamos del beso, y el chico limpiaba las pocas lágrimas que habían logrado escapar.--- Digamos que tuve una leve...discusión con Malia.
---Eso si me sorprende.--- respondió el chico con una leve sonrisa en el rostro, al parecer le divertía lo que le había dicho.--- ¿Se puede saber por qué?
---Me regaño por ponerme en riesgo.--- le comenté simplemente.
---Bien, yo también te hubiera regañado si hubiera estado ahí.--- confesó el rubio.
---¡Pero tenía que hacer algo!--- le aclaré, tratando de que comprendiera mi punto.--- La vida de uno de los enfermeros de Eichen estaba en peligro, y solo salí de nuestro escondite como...distracción.
---Bien, eso fue bueno pero...¿qué pensabas hacer si te atacaban?, ¿si se iban en contra de ti?--- me preguntó el hombre lobo frente a mi mientras me miraba con una ceja alzada.
---Correr, duh.--- le respondí con un tono de obviedad.
---Eres increíble.--- comentó el chico mientras dejaba escapar una risa ante mi respuesta.
Y sin más me lancé sobre él, haciendo que los dos estalláramos en risas mientras de vez en cuando nos dábamos pequeños besos. Estos pequeños momentos que teníamos para estar los dos, y ser simplemente nosotros, me encantaban, y eran de los recuerdos más lindos que podría atesorar en mi mente.
¡Vaya! Es la primera vez que hago un capítulo con algunas escenas de sexo, aunque no es tan explicito pero hice lo mejor que pude, quería más que fuera romántico jajaja
Si les gustaría que en el futuro hiciera los capítulos e incluyera algunas escenas de este tipo, déjenmelo saber en los comentarios, y no olviden votar, nos leeremos pronto ;)
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[3] El Fin | Liam Dunbar
Ngẫu nhiênDonde un Liam Dunbar, después de las atrocidades que realizo en una noche de luna llena, tiene que afrontar las consecuencias y aprender a vivir con ello, todo mientras trata de que la manada en la que pertenecía no se deshiciera, pero sobre todo...