31. Mamá Stiles.

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Summer.

Esto era increíble, pareciera que el rubio lo hacía apropósito. Lo único que le pido es que no vaya en contra de aquella bestia él solo, ¿y qué es lo que hace? Exacto, ¡va contra la bestia completamente solo!

Era demás decir que el chico no la había librado para nada bien, ya que lo llevábamos casi a rastras entre Stiles y yo al interior de la escuela, buscando a Scott o al menos un lugar donde pudiéramos estar a salvo.

---Eso fue estúpido.--- comenté en un murmuro, aunque lo suficientemente alto para que el rubio pudiera escucharme.

---Al menos lo intente.--- comentó el chico soltando una leve risa, para después quejarse por el dolor.

Y viendo como la gente aún corría despavorida por los pasillos, y como los rugidos de aquella bestia se escuchaban en el exterior, salimos corriendo al primer salón vacío que pudimos encontrar.

---A la mesa, rápido a la mesa.--- comentó Stiles.

El pelinegro arrastraba al rubio hacía el escritorio, mientras yo me encargaba de cerrar la puerta y ponerle seguro, para después ir con ellos. Liam seguía gritando del dolor mientras ahora yo lo ayudaba a mantenerlo de pie mientras Stiles tiraba las cosas que había sobre el escritorio, para que pudiéramos recostar al chico ahí.

---Esta bien, esta bien.--- menciono el pelinegro cuando por fin recostamos al beta ahí.

---Liam.--- comenté preocupada, al vernlo cubierto por una gran cantidad de sangre. 

---Estoy bien, estoy bien.--- respondió el rubio, aunque por su expresión podía saber que no estaba bien.

Entre Stiles y yo tratamos de apartarle la playera de lacrosse que tenía puesta, ya que ahí era donde la bestia lo había rasguñado, un gran rasguño a decir verdad, era enorme.

---Oh por Dios.--- comenté en un murmuro, mientras el chico a mi lado hacía sonidos de asco.

---¿¡Qué!?--- preguntó preocupado Liam, tratando de verse el pecho.--- ¿Esta muy mal?

---No.--- le respondí tratando de que no se preocupara.

---Mucho.

Aunque al mismo tiempo había respondido Stiles, por lo que no evite darle una mirada de molestia. 

---Bueno, si... ¿qué suelen hacer cuando esto pasa?--- les pregunte a ambos chicos.

---Yo pierdo el conocimiento, y puede que aún lo haga.--- me confesó el Stilinski. 

Y al mover más las prendas del rubio, veíamos aún más sangre brotar de su gran herida, por lo que vi como Stiles se asqueaba más y tenía un leve bajón.

---¡Stiles!--- lo sostuve antes de que pudiera caer.--- No puedes desmayarte y dejarme sola con esto...

---Esta bien, esta bien.--- aseguró el pelinegro.--- Scott lo hizo con el dolor, puede provocarlo...el dolor te hace humano.

---¡Ya tiene dolor!--- le recordé, entrando en pánico.

---Si pero añadirle más dolor puede quitarle ese dolor.--- me explicó Stiles. 

Entonces Liam se sentó un poco mientras seguía gritando por el dolor que la herida le provocaba, por lo que pase mi mano por detrás de su espalda para que no cayera de golpe y lo miraba con preocupación.

---Quitarle el dolor.--- murmure cuando la idea vino a mi mente.

Y sin dar tiempo a que alguno me respondiera, corte la distancia entre Liam y yo para besarlo, y esto es algo que el chico había hecho muchas veces conmigo; cuando sentía algún dolor o tenía alguna herida, el rubio me besaba y sentía como el dolor se iba, tiempo después Liam y Scott me explicaron que tenían esa habilidad de poder quitar el dolor.

[3] El Fin | Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora