19. Seguir practicando.

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Summer.

Después de unas cuantas horas que tuvimos de clases, Kira y yo concordamos en unas horas libres que teníamos, por lo que desde temprano habíamos quedado en vernos en esas horas, y Malia, bueno ella no tenía libre pero dijo que faltaría a sus clases, no es como que a la chica coyote le encantara entrar a clases.

Por lo que ahora estábamos en un salón que habíamos encontrado vacío, específicamente un salón de ciencias, por lo que encontramos algunos focos y aparatos eléctricos con los que la kitsune podría practicar. Malia se aseguro de ponerle seguro a las puertas, mientras que yo bajaba un poco las persianas de las ventanas, para que no nos fueran a descubrir. 

Y ahora Malia y yo mirábamos expectantes a Kira, quién tenía ya los instrumentos necesarios para que comenzara a practicar frente a ella, pero al parecer la kitsune no entendía nuestras miradas, o estaba demasiado nerviosa como para querer entenderlas, hasta que la castaña a mi lado hizo un movimiento de cabeza, indicándole que empezara.

---¿Qué?--- preguntó confundida la pelinegra, por lo que solo lleve mi mano a mi rostro, casi tapándolo por completo.

---Hazlo, haz lo tuyo.--- le comentó Mali con simpleza mientras señalaba los materiales sobre la mesa.

---¿Qué cosa?, no sé que es lo mío.--- respondió Kira aún sin comprender.

---Ya sabes, lo tuyo.--- le recordé mientras hacía movimientos con mis manos tratando de ser obvia, pasar tiempo con Stiles a veces me afectaba.--- Haz algo con la electricidad, ya sabes...esas cosas.

---Lo hiciste antes, ahora debes aprender, ¿si?--- le recordó Malia.

---No, solo...antes paso.--- respondió la kitsune, sin saber exactamente lo que había hecho antes.

---Míralo de esta manera...¿cómo aprendiste a usar tu espada?--- le pregunté tratando de animarla.

---Creo que paso también solo.--- respondió la chica mientras se encogía de hombres.

Vaya, al parecer no tenía ni idea de que hacer con sus poderes. Y eso en estos momentos era terrible, pero no podíamos presionarla, aunque se nos estuviera acabando el tiempo.

---¿Nunca te haz esforzado por nada y solo haces trampa?--- le preguntó con seriedad la castaña nuevamente, tratando de comprender a nuestra amiga.

---¡No fue idea mía!--- nos recordó Kira nerviosa.--- ¿Cómo entraremos por la puerta principal?

---No trates de cambiar el tema, jovencita.--- le apunté mientras entrecerraba mis ojos en su dirección.

---Conozco a alguien adentro.--- respondió con simpleza Malia, información con la que obtuvo mi atención.

---¿A si?--- le pregunté con confusión, ya que eso no lo sabía.

---Larga historia.--- comentó la castaña con simpleza, sin querer entrar en detalles.--- Pero deja de cambiar el tema y haz lo tuyo.

---¡Si!--- comenté en voz alta mientras regresaba mi atención a Kira.

La kitsune solo soltó un suspiro ante nuestras ordenes y coloco sus manos sobre unos cables que conectaban a una pequeña máquina con un foco, les explicaría mejor que era aquella máquina, pero ni siquiera lo sé. Y en cuestión de segundos, vimos como el foco comenzó a aumentar su energía, al punto que nos empezó a preocupar.

Pude ver como de reojo un pequeño medidor que nos decía a que nivel estaba llegando aquella energía estaba llegando a su punto más alto, pero antes de que pudiera advertir algo, el foco había explotado, por suerte alcancé a cubrirme con mis brazos, en los cuales se incrustaron pequeños pedazos de vidrio, pero anda serio.

---No funcionó.--- respondió Kira triste mientras soltaba los cables.

Al parecer la chica no nos había visto cuando dijo eso, pero pude ver como su reacción cambio al verme pero sobre todo al ver a Malia, y ya cuando volteé a ver a mi otra amiga me pude dar cuenta el porque: un pedazo de vidrio algo grande se había encajado en su frente, pero ella se lo quitó como si nada dejando ver un pequeño rastro de sangre salir de aquella herida.

---No, para nada.--- comentó con sarcasmo Malia al ver a la pelinegra.

---Tienes que seguir practicando, no podemos dejar que eso suceda en Eichen.--- respondí mientras le tendía otro foco a Kira.

Kira solo nos sonrió con simpleza mientras quitaba el foco destrozado y colocaba el nuevo.

---Creo que deberíamos alejarnos un poco.--- murmuré un poco para que Malia me escuchara.

Solo recibí un asentimiento por parte de la mujer coyote, por lo que cuando Kira ya había puesto el foco nuevo, ambas dimos dos largos pasos hacía atrás, ya saben para evitar futuros accidentes, por lo que Kira al vernos hacer eso solo asintió en nuestra dirección.

---Si, eso es mejor.--- habló la kitsune mientras hacía una mueca y llevaba sus manos nuevamente a los cables.

Aquí vamos de nuevo.

[...]

Liam.

Espero que Summer este teniendo más suerte en esto del plan, porque yo no tanto.

Pensé que sería buena idea acompañar a Scott al hospital con su madre ya que nos daría un saco donde ponen a la gente que ya murió, si, era parte de nuestro plan. Y cuando la mujer estaba a punto de dármelo, me miro con mala cara y se los dio a su hijo.

Y no la culpo que me odie en estos momentos, es decir, deje casi muerto a su único hijo hace no mucho.

---Promete que no regresaras en una de estas.--- le pidió seriamente la señora McCall a su hijo.

---Regresaremos con Lydia.--- le aseguró el moreno.

---Si.--- asintió la mujer comprendiendo todo lo que estábamos haciendo.

---Aún no sabemos quién esta haciendo todo esto.--- comenté mientras miraba un cadáver que estaba en el lugar.--- Quién es la Bestia.

---Lo averiguaremos.--- respondió el alfa con seriedad.

---¿Es alguien que conocemos?--- le pregunté con temor.

---Espero que no.--- respondió el chico con una mueca.

---¿Crees que él sepa lo que hace?--- volví a preguntar.

---¿Cómo sabes que es un "él"?---  me preguntó Melissa mientras a mi me arrojaba, algo fuerte a decir verdad, el saco que yo utilizaría.

Si, seguía molesta. Y Scott solo miraba la escena, obviamente no quería enfrentarse a su mamá.

---¿Sigue molesta conmigo?--- no pude evitar preguntar.

¿Qué? Solo quiero asegurar, quizá sean ideas mías.

---No.--- respondió rápidamente la mujer.--- Pero si intentas matar a mi hijo... te meteré en una de estás yo misma.--- aseguró mientars señalaba la bolsa en mis manos.

Ante eso simplemente Melissa salió del lugar, por lo que tragué en seco ante sus palabras, ya que cuando se lo proponía podía dar mucho miedo, para después intercambiar miradas con Scott.

---Sigue molesta.--- aseguré finalmente.

Scott no dijo nada pero pude ver como asintió ante lo que dije, y lo hacía porque conocía a su madre perfectamente. Era obvio que seguía molesta conmigo.

[3] El Fin | Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora