Duality #2 (Terminando)

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Megan'Pov

Despierto con un par de voces sonando fuera de la habitación.
Me refriego los ojos y salgo para ver que esta sucediendo.
Todos se encuentran hablando rápidamente y no logro entender por qué o de qué. Eliana esta parada con cara de entender tan poco como yo.

-¿Qué sucede? -pregunto.

Mamá, Sami, Chase y Jason voltean a verme.

-Déjenme explicarle. -pide Sami, se acerca a mi con una mirada alarmante. -Tengo un problema, hay un brujo, un amigo que necesita ayuda. No sabe la razón por la que sus poderes han empezado a desvanecerse, dejando de funcionar. Me llamo por que no sabía a quién pedir ayuda y siempre hemos estado el uno para el otro. Discutíamos cual sería o podría ser la razón, mientras buscábamos una posible solución. -explica.

-¿Cómo se llama tú amigo? -pregunto.

-Ryan. -dice.

-Tráelo aquí, tal vez pueda ayudarlo. -ofrezco, no sé que otra cosa podría hacer.

-¿Crees que podrás? -pregunta, sabe que aún estoy algo débil desde el incidente con Ezra.

-Claro, estoy segura de que algo podre hacer. No se pierde nada con intentarlo. -digo.

-Bien, entonces iré a buscarlo. -sale disparada por la puerta. -Me llevo el auto. -grita antes de salir.

-Eres muy amable cariño. -dice mamá.

-Solo trato de ayudar, pero gracias. -vuelvo a mi cuarto para vestirme y empezar con la mañana.

Payton'Pov

He caminado todo el día y mis alas me pidieron un descanso anoche. No sé dónde estoy, pero no importa, por que ningún lugar se sentirá como en casa si Megan no esta conmigo.
Oigo un crujido a mis espaldas, me alarmó instantáneamente y trato de visualizar algún animal. Todo lo que siento es una flecha rozando mi brazo y busco con la mirada al atacante.
Otra flecha se dirije hacía mi, esta vez se clava en mi brazo. Hago una mueca de dolor he intento sacarla, pero todo a mi alrededor se vuelve borroso.

(...)

Despierto con la oscuridad de la noche, me duele dónde la flecha me ha dado. Uso mi poder de fuego y lo mantengo en mi mano, para iluminar a mi alrededor. Parece que estoy en una especie de cueva, estoy algo desorientado para saberlo con exactitud. No tengo idea de dónde provenía la flecha o como termine aquí.
Me desespero cuando noto las pesadas cadenas en mis pies, envolviendo mis tobillos con un grueso metal que me arde en la piel.

-¡Oigan! -grito. -Déjenme salir.

-Apane joie. -oigo una voz femenina en una especie de susurro, pero no puedo entender lo que ha dicho.

-¡Por favor!, no les haré daño. -vuelvo a gritar.

-Tame tene bahara na do, te eka raksasa che. -puedo distinguir una segunda voz, un poco más áspera que la primera.

-Jo te raksasa hota, to te patala kala patali samagrimam lapeti hota. -habla la otra voz, sigo sin comprender que clase de idioma es.

-¡Java de ne! -grita una tercera.

Distingo un ruido metálico y una chica esbelta con la piel tostada se acerca a mi, hace un ruido parecido al de los gatos de los mortales cuando se enojan, parece que me tiene miedo o me aborrece.
Luego de sacarme las cadenas me escolta fuera de lo que parecía ser una celda, con un arma de punta filosa y mango de madera empujándome por la espalda. Temo por respirar y que la clave en mis costillas sin piedad.
Cierro los ojos cuando la luz me da en la cara, ahora sé que todavía hay sol fuera.
Puedo visualizar un tumulto de gente, pero me sorprendo al notar que son cientos de mujeres frente a mi. Tienen dibujos en la piel y un ropaje de cuero, parecido a un vestido con punta en v hacía las rodillas, así mismo unas botas largas. Se nota que las mismas han sido hechas a mano, ya que hay pedazos del cuero unidos entre si.