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Ha pasado una de semana desde que volví del infierno, sé que aún hay algo que no recuerdo, o mejor dicho, alguien.
Mamá dice que mi cabeza ha cambiado al protagonista de mi historia y que lo único que recuerdo es haber recibido ayuda de Jason, como si Payton, ha quién he olvidado por completo, jamás hubiera existido.
Evitan hablar sobre él frente a mi, cuando lo único que necesito ahora es encontrar lo que he perdido.

Le he dado vueltas a la idea de pedirle ayuda a los arcángeles, sé que acepte mi parte más oscura y que no podre manejarla sin las herramientas adecuadas, aunque no estoy segura de si aún puedo contactarlos con mis poderes, no sé que daños causo a mi conexión con el cielo el haber dejado a la oscuridad salir.

En ese instante recuerdo los llamadores de arcángeles que me regalo mi abuela, camino a mi armario, suponiendo que pueden encontrarse allí, los veo brillar dentro de un recipiente de vidrio.
Los saco y los dejo caer sobre mi mano, algo se desliza por la misma y cae al suelo, cuando me agachó a buscarlo, veo que es un collar con un dije de color rojo, al tomarlo entre mis dedos, comienza a brillar.
De repente un flashback viene a mi mente, aparece una imagen del dije rojo, una carta y un par de lágrimas saladas.

Una punzada ardiente me invade, me mareo un poco, cierro los ojos, buscando que el dolor desaparezca y cuando los abro, veo mi armario frente a mi, no entiendo por qué estoy parada aquí o por que tengo un collar en mis manos. Lo dejo sobre mi mesa de luz aún sin entender la situación.
Veo las bolitas de colores brillar y recuerdo lo que estaba haciendo, exparso los llamadores de arcángeles sobre mi cama, ruedan sobre esta, separándose uno de otro.

Espero que escuchen mi pedido de ayuda, la única manera de que la manada no corra peligro conmigo aquí, es aprendiendo a domar la parte más oscura dentro de mi. Y solo ellos saben que debo hacer para lograrlo.

Tomo uno de los llamadores en mi mano, primero el del Arcángel Miguel, espero un rato, se supone que debe brillar cuando recibo su respuesta, pero nada sucede.
Pruebo otro largo rato, pero parece que no va a responder.
Intento con otro llamador, elijo cualquiera de los colores al azar y repito los pasos, pero nadie responde.

(...)

He intentado con todas, ningún Arcángel parece oír mi llamado, ¿He perdido la comunicación con ellos de alguna manera al perder mis alas angelicales?, mierda.
Intento una última vez con una bolita de color violeta, recibo respuesta, mi cuerpo siente a aquella alma celestial cruzar hacía el mundo mortal y acercarse al refugió.

Entonces, casi sin darme cuenta, una luz brillante de color violeta aparece frente a mi.
Al principio no reconozco cual de todos los 7 ha escuchado mi llamado, pero hago memoria de mi estadía en el cielo, y lo tengo claro.

El Arcángel Zadkiel es quién purifica el alma con el perdón y la limpia de todo rencor y odio, no se por que ha respondido, pero sé que podrá ayudarme a contactar al resto, o por lo menos a Miguel, necesito su ayuda.

-Parece ser que soy el único que ha respondido a tu llamado, ¿no es cierto?

Asiento con la cabeza, aún algo sorprendida, hago una reverencia de inmediato cuando recuerdo las reglas.

-Lamento mucho haberlo molestado... -empiezo a decir.

-Por qué cometiste tal acto Megan, por qué dejaste que la oscuridad te cegara. -entonces veo la desaprobación en su rostro.

Duality #2 (Terminando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora