Duality #2 (Terminando)

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-¡PAYTON! -grito tan fuerte que logro llamar su atención.

Mira hacía todos lados con los ojos bien abiertos y se rinde cuando no logra ver nada. No sé cómo es posible que este delante de él ahora mismo, pero puedo recordar cuando la manada estaba desaparecida me transporte unos segundos dónde ellos estaban, pero no lograban oírme, cómo si solo mi alma hubiera cruzado.

-¡PAYTON POR FAVOR! -vuelvo a gritar.

Se levanta de un salto, se que me ha oído, pero no puede verme. Recorre todo con la mirada, pero de todas formas no logra encontrarme.

Payton'Pov

La fogata empieza a quemarme, me recuerda mis días en el inframundo y no es lo que quiero ahora mismo. Trato de mantener los ojos abiertos, debo estar alerta por si alguien o algo decide atacarme. He logrado sobrevivir 3 días despierto y el sueño empieza a matarme. Me recuerda la vez que Megan me dejo dormir con ella, por que me era imposible conciliar el sueño. Cierro los ojos unos segundos recordando el calor de su cuerpo y el aroma que emanaba su piel.

-¡PAYTON! -un grito lejano me hace abrirlos de inmediato.

Juro haber escuchado la voz de Megan. Espero no estar volviéndome loco. La busco con la mirada, recorro todo lo que hay a mi alrededor, pero no hay nadie más en este bosque solitario.

-¡PAYTON POR FAVOR!

Otro grito me sobresalta, me levanto rápidamente, sé que era su voz. Ella esta aquí. Camino unos segundos buscando con la mirada, sigo sin encontrarla.
Tal vez la locura ya me haya invadido y solo estoy imaginandola.
Estiro mis alas, han estado cerradas toda la noche y comienzan a dolerme.
Vuelvo a cerrar los ojos, trato de recordarla de nuevo, ella es la única que me ha mantenido cuerdo.

-Se que puedes oírme. -un susurro me produce escalofríos en la piel. Abro los ojos de inmediato, no hay nadie a mi lado.

-¿Megan? -pregunto.

-Por favor no te asustes. No puedes verme pero de alguna forma estoy parada a tú lado. -su voz me reconforta. He tratado de memorizar cada parte de ella y esta sigue siendo hermosa.

-¿Cómo es posible? -le pregunto.

-¿Recuerdas aquella vez que la manada estaba perdida?, logre transportarme donde ellos se encontraban, pero mi cuerpo físico seguía en el refugio. Creo que eso mismo esta ocurriendo ahora.

-Lo entiendo. No puedes transportarte dónde estoy por que no sabes dónde es exactamente. -recuerdo cada día, pero logro verlo lejano. Temo no poder recuperar el control y perderlo todo. Perderla a ella.

-Te extraño cada día. -susurra de nuevo. -He seguido adelante, como me haz dicho que debía hacerlo, pero aún temo perderte. -puedo oír su voz claramente y se que si pudiera verla sus ojos estarían repletos de lagrimas.

-Te prometí que no me perderías. No importa cuanto tiempo pase, siempre serás la primera a la que querré ver en las mañanas y la última a la que daré un beso de buenas noches. Lamento ser tan empalagoso, pero cuando tomo el control de nuevo, parezco un idiota enamorado.

-Somos dos idiotas enamorados. -se ríe de si misma y las lagrimas ahora desbordan mis ojos.

-También te extraño cada día. -susurro. -Ni siquiera sabes que eres la única que me mantiene de pie. He sobrevivido por que se que volveré contigo. -las lagrimas caen.