Duality #2 (Terminando)

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Despierto sudando de una horrible pesadilla, en esta Payton aparecía luego de dos largos meses... pero estaba muerto. Alguien dejaba su cuerpo fuera del refugio como si no fuera nada. A estas alturas debería tener miedo de que fuera una visión, pero he aprendido a distinguir cuando las cosas se sienten reales y cuando solo son un sueño, este más bien era una pesadilla. Solo llevo 1 día sin su presencia y no espero que el dolor desaparezca ahora, de hecho no espero que desaparezca hasta volver a tenerlo entre mis brazos. Hasta que pueda abrazarlo y besarlo como si el mundo se fuera a acabar mañana, sin miedo de ser desterrada. ¡Que lo hagan!, estoy dispuesta a desprenderme de lo que soy para poder amarlo libremente.
Hoy no tengo ganas de levantarme de la cama, pero debo hacerlo. No puedo dejar que esto me hunda. Se que soy más fuerte, además tengo esperanzas de que volverá. Así pasen años, meses o días. Tengo en claro que no se ha ido para siempre y que sobrevivirá al peligro que hay fuera. Es tan fuerte como yo.
Recuerdo que Lilith planeaba debilitarme matando a quienes más amaba, al principio creí que era Thot, pero él era solo una marioneta de Lilith. Perfecto para distrarme mientras ella trataba de quitarme todo lo que amaba. Nunca lo logro, que me quitara a Mason me hizo más fuerte, no más débil.

Oigo a mi celular advertirme de poca batería, anoche lo hizo como 10 veces a pesar de estar conectado a un cargador. Al cabo de unos segundos vuelve a sonar, pero es una llamada. Me levanto de la cama, con esperanzas de que sea Payton.
Es un numero desconocido, así que solo atiendo, rogando oír su voz del otro lado.

—Hola. —digo aún con esperanzas.

—Megan, soy yo, Rey. —cierto, le dije que me llamara cuando necesitara mi ayuda.

—Rey, ¿qué sucede?, ¿Necesitas algo? —pregunto de inmediato.

—Estoy en un tú ciudad hace 2 días y ya siento todo esto una tortura.

—¿Decidiste quedarte en mi cuidad? —pregunto.

—Era la más cercana al refugio, aún me siento culpable por lo que hice y quiero quedarme cerca por si necesitan ayuda en algo. Tal vez a Payton no le agrade mi idea, pero se que si necesita ayuda no negara mi presencia.

—Payton se ha ido. —digo tristemente.

—¿Cómo que se ha ido? —suena sorprendido.

—No quiero contártelo por el teléfono, ¿dónde nos vemos? —pregunto.

—¿Conoces un bar llamado Fallen?

—¿Enserio? —pregunto, tenía que ir a parar a un bar llamado "Caídos" literalmente.

—¿Qué? —se ve que no lo entiende.

—Nada, ya voy para allá. —corto la llamada.

(...)

Ese tal bar "Fallen" me suena a que hay ángeles caídos fingiendo ser humanos en él y aprendí que no son de fiar. Además hacen trucos contigo, con tú mente. Se van a llevar un buen susto cuando me vean, de seguro pensaran que vengo a desterrarlos o algo así.
La mañana es algo fría y apagada. El sol se esconde detrás de las nubes grises, mientras una neblina cubre las calles. Visualizo un cartel de luces rojas con letra en cursiva que dice "Fallen". Cruzo la calle y camino hasta la entrada. Es un bar común o eso parece desde afuera, no hay rastros de peleas al rededor o siquiera rastros de que sea peligroso.
Abro la puerta lentamente y entro. Un olor a tabaco me envuelve la nariz de inmediato, como típico bar. Visualizo a algunos borrachos desplomados sobre una barra, pero fuera de eso, parece vacío. El hombre de la barra me mira atentamente, de arriba a abajo mientras seca unos vasos con un trapo. Me acerco para preguntarle por Rey, no parece estar aquí.