Una vez en el departamento, mientras todos disfrutan su café, recibo una llamada de mamá. Me aparto un poco del griterío y atiendo.
—¿Mamá? —le pregunto.
—¡Cariño!, debes venir rápido al refugio. —su respiración esta agitada y unos gritos se oyen detrás.
—¡¿Qué paso?! —pregunto, comenzando a desesperarme.
La llamada se corta. Chloe camina a mi lado, con Greyson detrás de ella.
—¿Estas bien? —pregunta Chloe, mi corazón advierte con salirse de mi pecho, tengo miedo de no llegar a tiempo y que algo malo les pase.
—¡Debo irme! —no puedo pronunciar otra palabra.
Abro la puerta del departamento y me dirijo a las escaleras, no quiero esperar el maldito ascensor. Bajo corriendo, lo más rápido que puedo, intentando no tropezar y caer.
—¡Megan! —oigo la voz de Greyson.
El golpeteo de sus pies en la escalera se oye aún más fuerte que el mío.
No me detengo, piso el último escalón y corro hacía la puerta de entrada, la abro con fuerza, es una puerta pesada. El caluroso aire veraniego me envuelve rápidamente, me arrepiento de haber venido sin el maldito auto. Me detengo solo unos segundos, el corazón me va a mil por hora.—¡Megan! —Greyson abre la puerta y corre hasta a mi.
Pero empiezo a correr en ese mismo instante, dejándolo atrás.
El recuerdo de la primera batalla, en la que nos enfrentamos a Thot, se viene a mi mente, corrí hasta Mason lo más rápido que pude, pero llegue tarde y por mi culpa murió.
Sigo corriendo hasta alejarme de la ciudad, una vez que me encuentro en el comienzo del bosque, se me ocurre la idea de hacer un portal. Es lo más rápido, aunque no lo más fácil.
Me concentro en un punto vacío, dejo mi mente en blanco y pienso en el refugio, solo en el refugio.
Abro los ojos, una masa flotante de un color azul oscuro aparece frente a mi.
La atravieso sin dejar de pensar en el refugio. Mantengo los ojos cerrados, un fresco aire me invade, igual al que siempre se mantiene en el refugio, como si la piedra de las paredes emanara un frío reconfortante, por lo menos durante el verano.
Abro los ojos, me encuentro en mi habitación, todavía se oyen algunos gritos. Hago flotar la pesada puerta de piedra y salgo rápidamente, fuera me encuentro con una muchacha de piel oscura, lleva la ropa sucia y rota, tiene la piel desgarrada en muchas partes, esta recostada sobre la mesa y la sangre desparramada por las partes libres de la misma, hay un rastro de sangre desde la entrada hasta aquí.
Mamá y Sami me miran perplejas, Chase y Jason parecen muy nerviosos.—¿Cómo apareciste en tú habitación? —pregunta mamá.
—Un portal. —explico. —¿Qué paso y quién es ella? —pregunto.
—Oímos gritos fuera y la encontramos, estaba muy lastimada, no podíamos simplemente dejarla ahí. —dice Sami, la voz le tiembla un poco.
Me acerco a la chica, alzo mis manos sobre su piel desgarrada, uso mi poder de curación para cerrar sus heridas. La carne rojiza se le ve por las mismas, indistinguible por la cantidad de sangre que se desparrama de ellas.
—Eres un ángel. —la chica me mira con cierta confusión. —¿Estoy muerta?, ¿Estoy en el cielo? —pregunta. —Siempre creí que iría al infierno.
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Duality #2 (Terminando)
Fantasy○Segundo libro de la trilogía Ángeles y Demonios● Payton es para Megan como una llama de fuego, sabe que solo acercarse a él puede ser peligroso. Un solo toque la hará arder, pero también tiene claro que es el único que puede sacarla de la oscuridad...