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Una luz cegadora se me acerca lentamente, cierro los ojos, que aún se sienten pesados.

-Joven y futura jefa. -oigo una voz masculina, dulce y reconfortante.

Abro los ojos para averiguar quién me ha hablado y me encuentro con un ángel frente a mi, sus alas blancas y enormes se quedan inmóviles en su espalda, me mira sonriente.

-Disculpe, ¿pero nos conocemos? -pregunto. Su rostro me parece conocido.

-Soy el arcángel Rafael señorita. -me golpeo mentalmente por no reconocerlo.

-¡Oh!, lo siento tanto, no lo reconocí, tal vez aún estoy algo desorientada.

Miro a mi alrededor para comprobar que efectivamente no estoy en la tierra.

-¿Dónde me encuentro? -le pregunto.

-Transporte tú alma aquí conmigo para ayudarte a sanar. Parece que le has cedido una gran cantidad de sangre a aquel joven y novato vampiro, fue un acto muy bondadoso de su parte, pero creo que la próxima debería considerar pensar en otra forma menos arriesgada. Cuidar de uno mismo es tan importante como cuidar de los demás, no lo olvide jamás. -el arcángel me da un pequeño sermón con palabras muy ciertas, me descuide a mi misma y pensar primero en el bienestar de Ezra antes que el mío.

-Gracias Rafael, tendré en cuenta su consejo. -le digo.

-Bueno, creo que necesitaras un poco de ayuda para poder despertar allá en la tierra. -dice. -Si me permite acercarme la ayudaré a sanar.

-Claro. -digo rápidamente.

El arcángel acerca su mano a mi frente y la apoya suavemente. Su contacto me hace cerrar los ojos.

Jason'Pov:

Corro fuera cuando oígo el grito de Marcos, mis muchachos aparecen también y rodean a Megan, que esta desplomada en el suelo con la piel más pálida que nunca.
Me acerco a ella y apoyo su cabeza en mis piernas, toco su frente, tiene una fiebre terrible y sus ojeras parecen estar mas moradas que nunca.

-Maldita sea Megan, debería haberte obligado a que te quedarás en la cama. -le digo a su cuerpo desvanecido.

De pronto empieza a brillar con tanta intensidad que me obliga a cerrar los ojos, me doy cuenta que se eleva del suelo cuando no siento el peso de su cabeza en mis piernas. Abro los ojos de inmediato y me la encuentro flotando muy alto, su cabello flota al igual que ella y la hace lucir tan hermosa y pacífica, como un ángel sería descrito si fuera visto por los ojos humanos. Es ella un ángel, lo sé, pero los mortales no pueden verlo.
Su vestido azul claro se torna blanco, como si todo en ella se volviera puro.
Sus alas se agitan lentamente y vuelve al suelo. Su cuerpo ha recuperado el color y las ojeras bajos sus ojos han desaparecido, su muñeca ya no posee ni rastro de el último suceso con Ezra.

-Casi me matas del susto. -le digo. Siento el impulso de abrazarla con fuerza y es lo que hago casi sin darme cuenta.

Corresponde de inmediato y me siento tan cómodo y confiado cuando ella se encuentra a mi lado.

-Estoy bien. El arcángel Rafael me ha ayudado a mejorar, no tengo idea de como supo que me encontraba en un mal estado, no tuve la oportunidad de preguntárselo. -mis muchachos susurran cosas y algunos la miran sorprendidos.

-Bueno, me gustaría agradecerle al arcángel Rafael por ayudarte a mejorar, pero creo que no nos llevamos muy bien con los seres celestiales, siendo nosotros bestias creadas por satán. -le digo.

Mis muchachos sueltan una risa.

-Prométeme que cuidarás de ti misma de ahora en adelante, no puedo estar salvando tú trasero a cada rato, ¿sabes?, soy un vampiro ocupado. -mis muchachos vuelven a reír y Megan se les suma. -¡Lo digo enserio! -me quejo.

(...)

Megan'Pov

Volvemos en la mañana, le pido a Jason que por favor no le mencione lo ocurrido a nadie, no quiero oír un sermón de mamá por no descansar lo suficiente. Me dirijo a mi cuarto para darme una ducha, necesito quitarme este estado de mal estar que tenía en el cuerpo hasta ayer en la noche.
Entro en el baño y deslizo el vestido por mis brazos, me meto en la ducha y abro el agua, dejando que me recorra el cuerpo, cierro los ojos para disfrutar el silencio que envuelve la habitación.
Payton se viene a mi mente de repente, nuestro primer beso, para ser exacta. Extraño tanto sentir sus cálidos labios entrelazarse con los míos como un rompecabezas, el es esa pieza que a mi me falta y yo soy esa pieza que a él le falta. No estamos completos y no terminamos nuestro rompecabezas si no estamos juntos.
Extraño tanto tenerlo cerca. Las lagrimas terminan deslizándose por mis mejillas y mezclándose con el agua de la ducha.

Chase'Pov:

Salgo a cazar algo para comer, he perdido el habito de practicar, debería hacerlo más seguido, tampoco me vendría mal algo del ejercicio que he dejado de hacer con el tiempo.
Corro lo más rápido que puedo sin un rumbo claro. Freno en seco cuando distingo el olor de una loba. Unas ramas crujen detrás de mi y antes de que pueda reaccionar una loba se tira sobre mi y me gruñe tan cerca que puedo oler su aliento.
La quito de encima mío para atrapar su garganta en mis garras. Su pelaje es oscuro y sus ojos son verdes, trato de recordar alguna posible mujer lobo que recuerde de mi manada, pero no estoy seguro de que alguien tenga sus descripciones. Hasta que recuerdo a Eliana. Salgo de encima de ella y me alejo un poco.

-¿Eliana? -pregunto.

-Puta madre Chase. -dice.

-Lo siento, tú atacaste primero.

-Fue por instinto. Lo siento. -se disculpa. -Solo venía a cazar algo, pero con todo esto se me ha ido el hambre. Regreso al refugio.

-Voy contigo. Creo que también he perdido el apetito. -sigo notando la diferencia de tamaño entre ambos.

Su cuerpo como loba es de estructura pequeña y puede que yo sea el doble de su tamaño.
Debo admitir que me resulta muy hermosa, tanto como con su cuerpo humano, como con su cuerpo de loba.

Duality #2 (Terminando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora