○ 41 ●

33 2 0
                                    

-Déjame ver. -le ruego a Seth.

-No, puedo ser quién te tiene secuestrada aquí, pero no voy a dejar que tengas una última imagen de tú padre tan sangrienta como esa. Créeme, no quieres ver.

Seth fue el único que me defendió ese día, él y sus hermanas Isis y Neftis. Su madre Maat no hizo nada y Thot junto con Osiris querían usarme como un objeto sexual para complacerse y lograr sus objetivos, estoy molesta, tan molesta que las lagrimas empiezan a caer sin parar por mis mejillas, con cierta mezcla de enojo, dolor y confusión.
¿Cómo que mi padre es una creación de mezclas demoniacas?, ¿Hay una profecía que habla de mi?, nada de esto puede ser real.

-No llores angelito, se que estas angustiada y tienes muchas preguntas, pero puedo resolver tus dudas antes de que a Osiris se le ocurra venir a torturarte. -me dice.

-¿Dejarás que lo haga?, ¿dejarás que me torture?, pensé que estabas de mi lado. -le digo ofendida.

-Lo evitaría si no fueras tan peligrosa, si no te matamos, pronto todo lo que conocemos será destruido por tú culpa. ¿Eso es lo que quieres?, ¿destruirlo todo? -pregunta.

-¿Por qué estas tan seguro de que lo destruiré todo?

-La profecía lo anticipa angelito, o evitamos que acabes con todo o morimos viéndote lograr que este mundo arda bajo llamas eternamente. Y además imagínate el caos que habría en el cielo y el infierno. Sería divertido de ver, pero mi padre y Osiris me lo explicaron todo, es demasiado peligroso que sigas con vida.

-Papá dijo que la profecía no se cumpliría si no unían las otras 2 partes con la que esta aquí en la tierra. -le recuerdo.

-Íbamos a unir las partes de la profecía con papá y Osiris, Lilith había encontrado la ubicación de la parte que le pertenece al cielo, tú padre encontró la parte que le pertenece a la tierra y mi padre iba a encargarse de encontrar la parte que le pertenece al inframundo, pero hiciste que enviaran a Lilith al inframundo y mataste a mi padre, así que ya no hay más opciones que matarte a ti y evitarlo. ¿Sabes cuál era nuestro plan si lográbamos encontrar todas las partes?, íbamos a secuestrarte y unirlas, una vez que estuvieras en total descontrol te usaríamos como el arma para dominar al mundo, ¿es increíble no?, arruinaste nuestro perfecto plan angelito, papá estaba muy enojado por ello y Osiris prometió torturarte tan horriblemente cuando lo mataste, tu propio tío.

Más lagrimas caen por mis mejillas, no soy más que un arma peligrosa para unos, un ángel guardian del planeta para otros, un peligro y una amenaza. Nada tiene sentido.

-Mátame. -le ruego, tiene razón al querer hacerlo.

-Aún no angelito, primero te enfrentarás a Osiris, espera aquí, iré a buscarlo. -lo veo alejarse y meterse por una puerta bien escondida en las paredes.

-Por favor arcángeles, si pueden oírme, les ruego ayúdenme a escapar. -le digo a la nada. -Arcángel Miguel, se lo prometo, tomare el cargo que me corresponde como jefa y dejare de ser una amenaza para todos manteniéndome del lado del bien. Se lo ruego, ayúdeme.

Me siento tan estupida tratando de contactar a los arcángeles, quiero gritar y gritar hasta que esto termine por ser una pesadilla.

-Tan pura y hermosa como la imagine. -Osiris entra en la habitación con Seth pisándole los talones.

Veo la sonrisa siniestra en su rostro, quién diría que un muchacho tan apuesto sería la reencarnación de un monstruo.
Eso es lo más irónico, que alguien tan peligroso y destructivo luzca tan perfecto a los ojos, tan irresistible. Es injusto, por que así es como siempre confundimos a la bestia con el príncipe.
La realidad es que los verdaderos demonios lucen por fuera como ángeles.

-Sería un privilegio decir que eres mi esposa. -Osiris se acerca a mi rápidamente.

Seca las lagrimas que han caído por mis mejillas y se acerca para besarme. Hago mi cabeza a un lado, evitando que cumpla con sus intenciones.
Deposita un beso en mi mejilla, siento el olor a una colonia cara, parecida a la que usa Jason.

-Tranquila, no haría nada sin tú consentimiento. -me dice.

-Sin embargo pretendías adueñarte de mi sin mi consentimiento. -le digo, con una furia notable en mi voz.

-Algo que tú padre jamás entendió y por lo que murió, es que jamás dije que haría algo sin consultartelo primero. Llevo 3 años esperando este momento, no tendré problema en esperar una eternidad si al final logro que me ames. -sus ojos verde agua realmente te atrapan, me dan ganas de golpear su perfecto rostro.

-¿Esto sería considerado como una consulta?, por qué si es así mi respuesta es No, jamás saldría con un monstruo, además de que técnicamente eres mi primo. Nuestros padres compartían sangre, espero que lo recuerdes. -me repugna solo pensarlo.

-El que hizo un pacto de sangre con tú padre fue Thot, no yo, así que jamás seremos primos. -suena molesto.

Lo veo hacer un ademán de acercarse más a mi, pero voltea y le ordena algo a Seth en un idioma que no distingo.

-Ha llegado mi parte favorita. Aunque debo preguntar, ¿crees que podrías amarme? -hay cierto nerviosismo en él al esperar mi respuesta a su pregunta.

-Jamás podría amarte, por dos cosas, la primera, no te daré el gusto de conseguir lo que quieres, pero sobretodo no puedo confiar en que un psicópata como tú pueda amar. La segunda, hay alguien a quién amo tanto, que daría mi vida por él y perdería todo lo que soy. -Payton viene a mi mente y solo espero que este bien.

-Es una lastima que esa haya sido tú respuesta, habría evitado torturarte si decías que podrías amarme. Ahora que sé que no hay posibilidad de que lo hagas, te voy a tener que torturar. Ya que nombraste a tú novio Payton, me veo obligado a pedirle a Seth que lo traiga aquí. Sera divertido torturarlo frente a ti hasta matarlo, sería una forma de torturarte. -una risa cínica se desprende de su interior.

-¿Por qué no me matas de una vez? -pregunto.

-¿Y perderme de la diversión? -pregunta a su vez. -Jamás.

Seth vuelve con un bolso alargado y grande cargado en su hombro, lo deja en el suelo y puedo oír las cosas de metal chocando entre si. Estoy aterrada.

Osiris abre el bolso y busca algo con empeño.
Cuando frena y toma un fierro entre sus manos, un escalofrío me recorre la nuca.
Saca este artefacto de el bolso y lo veo, tiene una punta filosa, pero eso no es todo, esta oxidado, muy oxidado, como si fuera a propósito. Una cosa es sufrir con cortadas y otra es que me corten con un fierro oxidado dejando que las heridas se infecten y causen tétanos.

-Es hora de jugar un rato. -se acerca a mi con aquello en las manos.

Duality #2 (Terminando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora