Capítulo 18

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~Una incómoda confesión y un viejo cofre~

Jessia Collins

Han pasado varios días desde el trágico momento en que los mellizos desaparecieron, ha sido muy difícil ya que de manera muy constante pienso que los mellizos podrían perderse en cualquier momento.

La señora Sofía sugirió que podría tomarme unos días libres ya que Celia se encargaría de la tienda y estuve de acuerdo, especialmente porque los mellizos están resfriados pero poco a poco van mejorando.

Ha sido una semana tortuosa para mí pero estoy segura de que pronto todo mejorará.

— Jess. —Dice Ayla mientas se posiciona en frente de mi junto a Asher con ojos suplicantes como si quisiera pedirme algo— Los mellizos duermen así que pensé que Asher y yo podríamos dar un paseo, ¿Nos das el permiso?

— No veo por qué no pueden, vayan. —Respondo y se va corriendo— ¡Regresen antes de que oscurezca!

— ¡Lo haremos! —gritan mientras se alejan.

Aprovecho para preparar la masa para el pan, lastimosamente las tortas ya no dejan el mismo beneficio así que la señora Sofía me propuso vender pan fresco, es un alimento básico y bien recibido por aquí, además es un poco más práctico por las cantidades que debo preparar para vender, es muy sencillo de preparar: primero agua, luego ponerle harina muy buena, un poquito de levadura del día anterior, mezclo con las manos, después con una buena y fuerte amasada la dejo reposar, lo demás es parte de la cocción.

—Huele delicioso, ¿Cenaremos pan? —pregunta mamá.

¿Madre?  pensé que no volvería hasta la semana próxima.

Vaya sorpresa.

— ¿Madre? —volteo mirándola con sorpresa y ella me sonríe.

—He llegado. —Mamá se acerca y me envuelve en un abrazo. — ¡Los eché de menos!

—Nosotros a ti, madre.

Ella deja la valija a un lado y se sienta en una silla que hay cerca de mí, me mira de manera curiosa y observa todo alrededor.

— ¿Dónde están los niños? —pregunta echándole un ojo a los dormitorios.

—Ayla y Asher se fueron hace unos minutos a dar un paseo, los mellizos duermen. —respondo mientras intento amasar.

— Que extraño... los mellizos no suelen dormir a esta hora. —dice sin más y me tenso, no quiero que mamá sepa lo que pasó hace unos días así que opto por obviarlo.

No sé qué sería capaz de hacer mi madre al saber que los mellizos estuvieron desaparecidos, soy una hermana mayor de la peor calaña.

— ¿Por qué regresaste tan pronto madre? Pensé que estarías allá por más tiempo —Mamá se tensa al hacerle la pregunta así que supongo que no debe ser agradable la respuesta. — ¿La tía Marie está bien?

— Sí, ella está mejor, perdió su bebé pero se encuentra fuera de peligro. —dice mientras juega con sus manos.

Algo no está bien...

— ¿Algo que quieras decirme madre? —insisto.

—Hablaremos más tarde, ya tendremos tiempo para eso. —Dice restándole importancia— ¿Cenaremos pan?

—No, estos panes serán para vender.

— ¿Y qué sucede con las tartas? —pregunta alzando una ceja.

—Las ventas han bajado, así que la señora Sofía me propuso que podría vender pan. —Mamá me mira con cautela pero termina asintiendo.

— ¿Y por qué no pediste la ayuda de Arya?

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