~Memorias y un incidente~
— ¿Siempre tan deprisa Solecito?
Me congelé.
Es más no soy capaz de pronunciar palabra alguna durante los próximos segundos.
Cierra los ojos...
Respira.
Eso es.
Tú puedes.
—Siempre tengo prisa, hasta luego tengo que irme. —pronuncio rápidamente pero Caleb me sostiene del brazo.
—He vuelto, Jess.
—Ese es el problema precisamente, que has vuelto —digo con disgusto— No me llames solecito.
Antes de que diga una palabra salgo apresuradamente del lugar con la respiración agitada, es real... volvió después de tres años... él está aquí, aún no puedo creerlo y eso definitivamente será un problema.
Necesito tranquilizarme, no puedo cabalgar así.
— ¿Jess?
Arya está frente a mí, me mira preocupada.
—Ya me iba Ary.
—Lo sé, fue inevitable ver lo que pasó, ¿Estás bien? Te ves agitada, ¿Necesitas que te acompañe a tu casa?
—Estoy bien, solo fue un mareo, seguro por el cansancio, ya estoy calmada, me iré a casa mis hermanos me esperan. —digo mientras me incorporo y acaricio a Rubí, mi yegua.
—De acuerdo, por favor descansa Jessia, hoy fue un día largo.
Asiento y me dirijo hacia mi casa, mientras estoy cabalgando pienso en muchas cosas, demasiadas cosas llegan a mi mente, el frío invade mi cuerpo.
Es invierno, estamos en navidad... estos tipos de festividades no deberían hacerse en estas fechas y a estas horas, fue mala idea venir, podría estar descansando en casa, aunque con mis cuatro hermanos esperándome lo que haría no sería descansar precisamente.
Sigo cabalgando, ya falta poco para llegar a casa, así que disminuyo el paso ya que siento a Rubí algo cansada, todo marcha bien hasta que escucho pasos acercándose.
Comienzo a angustiarme sólo somos Rubí y yo, así que aumento el paso pero es tan rápido que tropiezo contra la rama del árbol y Rubí sigue galopeando rumbo a no sé dónde, espero que encuentre el camino a casa.
La caída es fuerte y dolorosa, pero no perdí el conocimiento.
Fue mala idea ir a la festividad.
— ¿Te acompaño a tu casa?
Volteo.
Es Izan.
Gracias a Dios.
No, por su culpa mi yegua debe estar perdida.
—Izan, ¿Qué haces por aquí? Por tu culpa acabo de caerme, y mi yegua acaba de irse.
—Disculpa, quería asegurarme de que llegaras bien a tu casa, después de lo de esta tarde me he sentido muy mal. —dice torpemente rascándose la nuca.
—Entiendo, ¿Quieres que hablemos sobre eso? —pregunto y le miro a los ojos.
—No, no te preocupes. —Me dice rápidamente— Vamos te acompaño a tu casa.
Asentí e Izan me cargó hasta su carreta, tomó las riendas de su caballo y nos dirigimos a casa.
— ¿Por qué fuiste hacia mi casa para preguntarme por Caleb? —pregunta Izan desviando la mirada hacia atrás dónde estoy.

ESTÁS LEYENDO
Olvídame
Teen Fiction"Donde hay resentimiento y un pasado de por medio, tal vez y solo tal vez, exista una brecha para el amor" El problema realmente está en... ¿Estás dispuesto a pasar por alto cualquier cosa por amor? En el pueblo Vollmond Nild, en el oeste de Estad...