Olvídame

Capítulo 26

~Decisiones~

Han pasado varios días desde que hablé con el Señor Jeffrey en su casa desde aquel entonces no he vuelto a ver a Caleb pero si he visitado constantemente a su padre a quién mi madre y yo cuidamos.

Ha sido un tiempo beneficioso, el Señor Marco es un hombre muy agradable y divertido, puedo ver cómo le agrada. pasar tiempo con mi madre, cada vez que ella no va a verle la echa mucho de menos.

—Hija. —Mamá pronuncia mi nombre con firmeza y de inmediato acudo a su llamado— Hoy no podré ir a casa del Señor Marco, ¿Podrías darle esto de mi parte?

Mamá me entrega un plato tapado con un delicado pañuelo que desprende un delicioso olor así que lo llevo a la altura de mi nariz para poder distinguir de qué se trata.

Mantequilla, manzanas, masa crocante...

Que delicia...

Es una tarta de manzanas.

— ¿Has encontrado tiempo para hornear madre? —Pregunto con una sonrisa curveada— Pensé que estabas muy ocupada, aun así huele delicioso.

— No digas tonterías Jessia Collins. —Me reprocha y le resta importancia haciendo un ademán con las manos— Es solo para animar al señor Marco...

—Como digas madre.

—Sí. —pronuncia mientras toma la cesta con el desayuno de la mesa— a propósito Thiago quiere verte el día de hoy, compórtate como es debido y digno de una señorita.

—Sí madre, ¿Le has dicho que hoy estaré en la tienda?

—Sí, se lo he dicho. —Afirma— Me iré con Asher y los mellizos, Ayla no se siente muy bien de salud, parece tener fiebre.

—Iré a verla.

Desde que encontré las cartas de papá Ayla no habla mucho conmigo... parece estar molesta y es que tampoco le he hablado para evitar la incomodidad, me evita todo el tiempo y es muy difícil estar con ella.

Debe tener hambre, lo más probable es que no haya desayunado así que me dirijo hacia la cocina y le sirvo un poco de té en una taza, algo de pan y agua, quizás sea un buen momento para hablarle.

Toco la puerta y ella voltea para saber de qué se trata y me ignora.

—Traje el desayuno linda. —pronuncio dejándolo en la cómoda— un poco de té y algo de pan para que te sostengas, traeré la palangana para que puedas lavarte.

Ayla me observa el silencio y cuando traigo la palangana se lava con cautela, se ve enferma sus ojos están apagados y sus párpados caídos.

—Gracias. —Ayla toma el té y lo bebe despacio teniendo cuidado de no quemarse.

—Siempre seré tu hermana mayor, esa que te cuida y te quiere por encima de todo. —Pronuncio— y sobre todo, siempre serás hija de papá, estoy segura que él lo sabe...

— ¡Basta! —Ayla grita y un poco de té cae sobre su ropa así que me apresuro a buscar un pañuelo para secarlo.

—No, debes saberlo... —digo y saco algo de la hendidura de mi vestido— esto es para ti...

《Días antes...》

—Thiago, que sorpresa verte.

—Hola Jessia, tampoco esperaba verte por aquí. —Dijo con una sonrisa— ¿Buscas algo?

—Sí, trato de encontrar alguna pertenencia de mi padre—le expliqué— alguna caja o algún cofre, deben estar por algún lado, el terreno es enorme...