~Secuelas de un pasado~
Diciembre del año 1887
—Jessia cariño, ¿dónde están tus hermanos? — me pregunta mamá mientras se sienta en la silla que hay en la cocina, se ve triste y cansada, hoy no es un día fácil para ella y sé muy bien porqué.
—Los mellizos jugando con Arya en la nieve, y Ayla supongo que jugando con Asher en su cama. —respondo observándola.
Mamá alza la cabeza buscando a los mellizos al comprobar que estaban fuera, contempla en silencio a Gael, con una sonrisa amarga muy triste.
—Se parece tanto a él... —pronuncia mamá con la voz entrecortada— No debió haber ido a buscarlo, sabes... Ayla me preocupa tanto, de niña era tan feliz y alegre desde ese día no ha vuelto a ser la misma, y Asher... solo se esfuerza, se esfuerza demasiado y deja de ser un niño, aunque siendo sincera al respecto ninguno de nosotros volvimos a ser los mismos...
—Mamá...
—No Jessia. —Me interrumpe mamá de manera tajante, nunca habla sobre el tema, solo suelta frases que para otros no tendrían sentido — ¿Cómo va la venta de tus postres?
—Pues va bien, pero con el huerto no alcanzo a preparar suficientes pasteles, necesito reorganizarme. —Contesto inhalando profundamente.
—Ojalá pudiera ayudarte más cariño —Responde mirando hacia abajo con una sonrisa triste.
—No madre, estaremos bien y además los niños de tu escuela te necesitan, cuidas muy bien de nosotros a pesar de eso. —ella me brinda una sonrisa y mira hacia un punto fijo de la casa.
Admiro a mamá, lo natural es que cuando quedas viuda te casas incluso con un extraño más cuando tienes cinco hijos, lo haces por necesidad... aquí cerca del oeste las principales actividades para mantenerse es la ganadería y la agricultura, eso es un trabajo fuerte y demanda de mucho tiempo disponible y hombres que trabajen, así que cuando papá falleció tuvimos que vender todo el ganado, despedir a los empleados y quedarnos con las vacas necesarias para nuestro alimento, mamá se dedicó a ser maestra y yo por mi parte tenía deberes con el huerto, mis hermanos y las tareas del hogar.
—Los niños... no nos vemos hasta inicio de año, me siento vacía sin ellos— dice con una sonrisa cálida y se levanta de la mesa— Vamos a preparar la masa para tus postres, llama a Irati y a Gael antes de que pesque un refriado.
Mamá lo dice porque se acercaba el invierno, muy pronto habría nieve.
"Al menos tenemos un techo para pasar el invierno"
Eso es lo que mamá repetía, en realidad lo repetía para convencerse a sí misma, de lo afortunados que éramos por tener techo y comida para el invierno, sino de lo que en realidad significa el invierno para nosotros ahora.
Asentí y fui a buscar a Irati y a Gael, son mis hermanos mellizos, son muy dulces y por lo general a las personas les parece al conocerlos que son una ternura y físicamente se parecen a mi madre.
Ambos tienen una forma de ser distinta pero no dejan de ser tan parecidos, tanto físicamente ya que ambos son rubios y tienen una carita que te mueres de ternura, tienen ciertas diferencias.
Esos dos no paran de jugar y gastarse bromas, al salir veo a Gael que no deja de lanzarle bolas de nieve a Arya.
—Irati, Gael, vengan ya, mamá no quiere que se vayan a enfermar.
—Está bien —Responden al unísono Irati y Gael, hacen un puchero y se van, por su lado Arya los mira sonriente.
—Tus hermanos son un amor Jessia, amo pasar tiempo con ellos, desearía tener una hermanita, por cierto, ¿irás a la festividad de los Jones? —Pregunta Arya.
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Olvídame
Novela Juvenil"Donde hay resentimiento y un pasado de por medio, tal vez y solo tal vez, exista una brecha para el amor" El problema realmente está en... ¿Estás dispuesto a pasar por alto cualquier cosa por amor? En el pueblo Vollmond Nild, en el oeste de Estad...