~Cartas y un funeral~
Estamos en el funeral de la señora Sofía, todos vestidos de negro, tristes y consternados por su pérdida, todo el pueblo está presente inclusive mi madre.
La señora Sofía era especial para muchos, un alma tierna y un sentido del humor peculiar, tenía ese don que me hacía sentir cómoda y en confianza ante ella, era una mujer excepcional y ha dejado corazones rotos y vacíos incluido el mío.
Jamás voy a olvidarla, señora Sofía.
Fue mi madre en muchas ocasiones, siempre sabía qué decir aunque ella sabía que era muy probable que la respuesta no me gustase, ella mantenía el equilibrio, era única... no creo conocer a nadie más como ella.
—"No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros." Son las bellas promesas de nuestro señor que en encontramos en el evangelio según San Juan en el capítulo 14 en sus versículos uno y dos. —dicta el predicador— Hoy estamos reunidos aquí con profundo dolor y luto, pues damos sepultura a una mujer que era extraordinaria, la señora Sofía Wilson, una esposa, madre y vecina maravillosa, vivió una vida dedicada a su familia, oramos para que el Señor nuestro Dios fortalezca a sus familiares y la reciba en su presencia, eterno descanso a su alma.
El predicador termina la pequeña ceremonia y así da paso a los hombres que enterrarán el inerte cuerpo de la señora Sofía, luego el predicador nos despide dándonos el pésame a los más cercanos, el pueblo se va yendo hasta que solo quedamos los Wilson y yo, después de las palabras del predicador Caleb desapareció, no he sabido nada de él y en el momento tengo demasiadas cosas en qué pensar.
—Querida... —dice el señor Jeffrey— Ya hemos estado aquí mucho tiempo, es hora de descansar.
—Gracias señor Jeffrey, sin embargo creo que prefiero quedarme un poco más... —suspiro— ¿Podría darme el permiso?
—No lo necesitas... puedes quedarte el tiempo que desees. —pronuncia mientras se acerca a mí para susurrarme al oído— Ella veía en ti algo especial y puedo verlo con claridad ahora, sé lo mucho que significaba mi esposa para ti... despídete de ella.
Unas lágrimas rebeldes salen de mi rostro y no puedo detenerlas, el señor Jeffrey me abraza y lloramos juntos en silencio por unos minutos, jamás imaginamos un momento así aunque sabíamos que podría pasar, no quiero imaginar cómo se sienten los Wilson con la pérdida.
Me acerco cuidadosamente hacia la lápida, me siento junto a ella y dejo reposar encima la magnolia que guarde.
—Señora Sofía... —comienzo diciendo— la voy a echar de menos, ha sido mi madre en muchas ocasiones y me duele tener que despedirme, saber que jamás volverá a sacarme una sonrisa como solo usted solía hacerlo, saber que nadie más me ayudará a lidiar con mis hermanos, que nadie más traerá luz a mi vida cuando ande en oscuridad, saber que nadie más podrá aconsejarme como usted lo hizo... —suspiro y seco una lágrima rebelde que rueda por mi mejilla— el mundo para mí era blanco y negro hasta que la conocí a usted, sin duda me hará tanta falta para lidiar con él, yo... no me siento preparada para dejarla ir... —pronuncio con la voz quebrada— ¿Por qué me dejó sola en estos momentos? Yo no estoy lista y creo que jamás podré estarlo... Adiós... estará en mi corazón siempre.
Al decir esto último mi corazón se quiebra y comienzo a llorar, solo sé que estoy tirada en el suelo frente a una lápida con tantos sentimientos encontrados.
Jamás pensé que dolería tanto perder a alguien como la señora Sofía.
Mis ojos duelen y puedo intuir que están hinchados, puede que mi nariz y mis mejillas estén rojas y túmidas así que cambio mi posición, de repente siento una mano tocar mi hombro así que volteo para ver de quién se trata.
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Olvídame
Teen Fiction"Donde hay resentimiento y un pasado de por medio, tal vez y solo tal vez, exista una brecha para el amor" El problema realmente está en... ¿Estás dispuesto a pasar por alto cualquier cosa por amor? En el pueblo Vollmond Nild, en el oeste de Estad...