Capitulo 50 "Miedos"

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Una simple caricia sobre su mano era su único cable a tierra. Alba nunca fue de hacer una locura pero todo eso cambio hace un mes...

Hace solo un mes...31 días...que su vida había cambiado, y no solo su vida sino ella, su forma pensar, su forma de actuar, y todo por una persona ¿Persona? No,  todo fue gracias a un pequeño ángel que le dio el privilegio de ser su amor.

Así veía Alba a Natalia, como un hermoso ángel que le había presentado el destino para mejorar su vida, perder sus miedos y a la vez liberar su parte más fogosa, aquella que no le tenia miedo a nada.

Aquella que era la misma que le gritaba a toda voz que lo que estaba haciendo era lo correcto.

Por sus ojos apreciaba a rápida velocidad un hermoso paisaje, pero ella no lo detectaba, no...todo lo que pasaba y registraba su mente era aquel hermoso reflejo en la ventanilla del tren en el que llevaba unos 20 minutos.

Natalia reposaba sobre su hombro, sus ojos cerrados y su respiración tranquila, tan tranquila que daba pena tener que despertarla, pero a su vez su corazón se estrujaba de solo pensar que muy pronto esos ojos no se abrirían más...y siempre estarían tranquila.

Sus rasgos eran tan únicos, tan perfectamente detallados...esa piel morena, esos labios que tenían un tamaño medio, esa pequeña nariz, que para ella era perfecta y lo más tierno de su rostro pero para Nat no.

Una pequeña lágrima se escapó de sus ojos y rodó con cierto disimulo por su rostro de solo pensar que un día el destino se la quitaría y tendría que dejar de verla.

Estaba segura de que haría cualquier cosa por Natalia, escalar montañas, combatir monstruos...nadie la separaría...pero...¿Cómo se lucha contra la muerte? ¿Cómo se enfrenta a esa oscura presencia que nos llega inevitablemente a todos? 

Siguió mirando su rostro, hasta que un montón de ideas pasaron por su cabeza, y por primera vez en años volvería a hacer algo que hace mucho tiempo no hacia...

Acomodó a Nat en su hombro de forma que estuviera cómoda, y como pudo sacó de su riñonera un bolígrafo. Con la misma dificultad logró tomar una pequeña libretica que ponían de cortesía en los asientos, y una vez cómoda, entre lo que cabía comenzó a dejar que sus pensamientos y emociones fluyeran solos.

Hacía mucho que no lo hacía, pero aún recordaba cómo hacerlo, como dejar que las musas se apoderaran de su mano y las palabras quedaran implantadas en aquel papel.

Yo ya no sé qué esperar

Yo ya no sé en qué creer

Y es que el capricho del mundo decide

Todo va bien, él te da y te recibe

Es tan espectacular

Fenómeno sobrenatural

Que el tiempo pone a cada uno en su lugar

Nada es más justo que la casualidad

Y aunque el futuro quizá sea incierto

No debe asustar

Yo también pensé que el mundo era causa y efecto

Y es que a veces puede sorprender sin un pretexto

-¿Qué haces?- la voz de la morena la sacó de sus pensamientos.

-¿Eh?- cerrando con rapidez la libreta- Nada, solo pasaba el tiempo-

-Ah, está bien- dijo reincorporándose y desperezando sus ojos- ¿Dormí mucho?-

-No, solo un poco- dijo mirándola.

Be my summer / AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora