La cena estaba transcurriendo de manera súper agradable, entre conversaciones joviales y chistes de Marina y Santi, quienes como pareja de comediantes tenían en común.
Nat se sentía feliz, tan feliz que por un segundo había olvidado la promesa que le había hecho a su hermano. Debía contarle la verdad a Alba, y pronto...
-Amor, ¿Estas bien?- la voz de Alba la hizo volver.
-Sí, obvio ¿Qué decían?-
-Nada, que tu hermano nos estaba contando lo pícara que eras de pequeña- dijo Marina risueña.
-Él era peor, Mar, lo que pasa es que cuenta lo que le conviene-
-Santi, ¿Vos trabajas o...?- preguntó Marina.
Al oír esto Natalia le empezó a abrir los ojos.
-Yo...sí...- reaccionó al ver los gestos de su hermana- No...¿No?-
-¿Sí o no?- dijo Marina sin entenderlo.
-Sí, es solo que...bueno, lo que hago es enseñar a escalar y es algo como un hobby- dijo Santi mintiendo en el aire.
Nat le dio gracias a los cielos por el ingenio de su hermano.
-¿Te quedas por mucho tiempo, Santi?- preguntó Alba esta vez.
-No, mañana salgo de viaje a Argentina- dijo Santi ya habituado a la mentira.
-¿Argentina?- sorprendida y Nat lo miró risueña.
-Sí, allá tengo unos amigos y me van a enseñar a tomar mate-
-¿Mate?- exclamó Marina sorprendida-¿Qué es eso?-
-Bueno, supuestamente es como una bebida, pero no estoy seguro- dijo encogiendo los hombros- Cualquier cosa, si muero será culpa de ellos- dijo Santi en forma de broma pero el silencio incómodo reinó en la mesa, lo que hizo que se pusiera serio.
Nat lo miró con ganas de matarlo y el le respondió perdón con sus ojos.
-Creo que ya es tarde, ¿No?- dijo Nat rompiendo el silencio.
-¿Cuánto tiempo llevas enfermo?- preguntó Alba sorprendiendo a todos los de la mesa. No era habitual que la rubia preguntara cosas tan indiscretas.
Las miradas estaban sobre ella, sobre todo la de Nat, quién no entendía el comportamiento de su chica.
-Albi...-
-Hace cinco años- dijo Santi interrumpiendo a su hermana- Hace cinco años que me diagnosticaron el tumor. El día 11 de septiembre se cumplirán los seis-
Alba se mantuvo seria y siguió mirándolo deseando que continuara hablando.
-¿Es operable?- Nat cerró los ojos al oír esa pregunta. Era la misma pregunta que años atrás ella misma le había hecho a la doctora.
Flashback:
-¿Es operable?- preguntaba una frágil Natalia tratando de aferrarse a la más mínima esperanza.
-Me temo que...en estos momentos no. El tumor es pequeño, pero se encuentra en un sitio inoperable...-
La morena tenía la mirada perdida en aquella tomografía ¿Así acabaría su vida? ¿Sus sueños? ¿Por culpa de ese pequeño invasor en su cerebro? Al parecer sí.
-¿Cuánto me queda?- preguntó de una.
-Nat- la voz de Santi se hizo presente por primera vez en aquella habitación.
Él estaba igual o más afectado que ella.
-He hecho una pregunta- dijo decidida ignorando a su hermano- ¿Cuánto me queda?-
La doctora se puso seria y miró la tomografía.
-No sabría decirte con exactitud. Un tumor como este es impredecible. Podría durar años con él, pero...-
-Pero también podría durar solos días- completó Nat agachando la cabeza.
-Sí- confirmó la doctora.
Al oír esto el llanto de Santi sonó en todo el lugar. Estaba destrozado. Se levantó de la silla y comenzó a caminar alterado.
-Tiene que haber algo que podamos hacer. Ella no...no...-
-Santi- lo regañó ella tratando de mantener la calma.
-Podemos hacer varios tratamientos. No sé, quimio, o algo más...tendremos que hacer más estudios para poner los tratamientos- dijo la doctora.
-¿Ayudarán en algo?- preguntó Natalia mirándola directamente.
-Aliviará los síntomas-
-No, lo que quiero saber es si ayudará en algo ¿Lo hará operable? ¿Lo hará desaparecer?- dijo seria.
-Eh...no, me temo que no-
-Bien...entonces ¿Estos tratamientos solo servirán para alargar mi muerte? ¿No es así?-
-Sí lo dice así...-
-¿Sí o no?- dijo molesta.
-Me temo...me temo que sí-
-Perfecto- dijo levantándose de su silla.
-¿A dónde vas?- dijo Santi agarrándola.
-Aún no ha escuchado los diferentes tratamientos- dijo la doctora.
-¿Alguno me va a salvar la vida?- le preguntó tratando de retener las lágrimas. La chica no contestó. Ella asintió y se soltó de Santi- Entonces, métase sus tratamientos por el chumi- y sin más salió de ahí ya con una decisión tomada en su cabeza.
Fin del flashback.
-No, no lo es- dijo Santi muy serio al ver lo ida que se había quedado su hermana.
-¿No has pensado en algún tratamiento?- insistió la rubia.
-Alba, basta- la voz molesta de Natalia se hizo presente en el lugar- Basta- le suplicó mirándola con los ojos llenos de lágrimas.
Sin más salió del lugar, dejándolos a todos muy serios y desconcertados. A todos menos a Santi que sabía muy bien por lo que estaba pasando.
Minutos después bajo la luz de la única farola que estaba en el muelle, Natalia lloraba sin cesar. Le dolía, le dolía recordar el pasado y pensar en que no tendrá futuro.
En contra de cualquier pronóstico había vivido cinco largos años, pero el temor a que un día su suerte terminara azotando su vida. Por primera vez tenía miedo, no a la muerte, sino a perder todo lo que ahora tenía.
-Nat...- la voz frágil de Alba inundó el lugar.
Natalia alzó la mirada de a poco para encontrarse a la rubia con cara de arrepentida. Alba dio dos pasos y se colocó a su lado, para luego ponerse a su altura.
-Perdón- fue casi un susurro- Perdón, por ponerte así...no debía meterme...sé que...-
-Me duele, Alba. Me duele mucho- susurró Nat.
-Lo sé, mi amor. Y me tengo mucho odio por ponerte así. Sé que es duro ver a alguien que amas en esa situación. Sé que es demasiado doloroso. Yo casi no supero lo de mi padre y...- relataba Alba.
-Alba-
-Dime-
-Hay algo que debo decirte- dijo mirándola directamente a los ojos. Era hora de la verdad. Debía contárselo. Aunque se moría por dentro, debía contárselo.
-¿Qué?- sentándose más cerca.
-Yo...lo de Santi...yo...- no sabía como decírselo. Era una verdad tan dolorosa que dolía confesarla.
-Dime, Natalia-
-Alba, yo...-
Sorpresa...
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Be my summer / Albalia
FanfictionHay momentos en que los problemas entran en nuestras vidas y no podemos hacer nada para evitarlos. Pero están ahí por una razón. Solo cuando los hemos superado entenderemos por qué estaban allí. Dos chicas, un verano y mucho amor. Será este verano...