Capitulo 25 "Corazón Egoísta"

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Vacío, miedo, desesperación, todo eso era lo que sentía Natalia Lacunza en esos momentos. Miedo a perder a la única cosa buena y linda que le había pasado en los últimos años...Alba...Su Albi.

Todo por culpa de una tonta confusión, de algo que debió resolver hacía bastante tiempo...Por culpa de su cobardía, del temor de su reacción al decirle lo que había escondido realmente tras ese tonto juego de los veranos.

Corrió lo más que pudo con la intención de parar a Alba antes de que llegara a casa, pero al salir al sendero se desesperó al ver que no había rastro de ella.

Pensando en que sería el primer lugar en donde la rubia se refugiaría fue a La Reche.

Sus manos temblorosas, la mirada perdida...Estaba nerviosa, demasiado nerviosa. No sabía que decir, no sabía cuál sería la palabra correcta para justificar lo que había hecho con su vida en esos últimos años. Temiendo a que Alba al igual que el resto no entendiera la dolorosa pero necesaria decisión que había tomado con su vida. 

Tomando valor tocó el timbre de la Reche y en menos de un minuto la figura de Marina se dibujó ante ella.

-Hola- dijo mirando al suelo.

Preparándose para la remienda de Marina, conociendo a la Reche ya seguramente sabía todo lo recién sucedido entre ellas.

-Eh, ¿No estaba Alba con vos?- dijo Marina sorprendida al abrir y encontrase con la silueta arrepentida de la morena.

Al oír esto Natalia, el interés que estaba teniendo en el suelo de aquel porche se desvaneció pero no sus miedos, y levantó la cabeza de inmediato para mirar a Marina con el ceño fruncido.

-¿No está acá?- sorprendida.

-No, ¿Por qué? ¿Pasó algo?- dijo Marina dándose cuenta de la cara de pena que cargaba la morena.

"¿Donde estás?" Pensó la morena realmente preocupada. Alba no estaba nada bien después de lo sucedido, y temía lo peor. No es que Alba se fuera a suicidar o algo por el estilo, pero lo que sí podría hacer era irse de aquel lugar y dejarla para siempre.

El miedo llenó el corazón de Natalia, pero entonces reaccionó. No se podía ir sin Marina, sin sus cosas. ¿No? No podía dejarla así.

-Nat...Natalia...¿Estás bien?- dijo Marina sacándola de su estado de trance- ¿Qué te pasó, boluda? Te quedaste colgada- 

-Sí, sí, perdón. Es que...Nada, cosas mías- dijo tratando de no notarse preocupada y muerta de miedo.

-¿Segura?- analizándola con la mirada.

-Sí, re. Che, sí Alba aparece o llama...¿Me puedes avisar? Necesito hablar con ella...-

-Ok, ¿Pero que pasa? ¿Discutieron?- preocupada.

-No, no. Nada serio. Solo una tontería, me avisas, ¿Ok?- dijo Nat forzando una sonrisa para aliviar la situación.

-Ok, ve tranquila- dijo Marina aún desconfiada.

Nat bajó de porche con miles de preguntas en su cabeza, cuando volvió a sentir la voz de Marina.

-Natalia-

-¿Qué?- girándose a verla.

-Sí vuelves a hacerle daño a mi hermana te mato, ¿Oíste?- dijo la Reche tratando de sonar amenazante y señalándola con el dedo para imponer más.

Nat sonrió ante aquel comentario. Aunque no estaba segura de qué responder. Ya le había hecho daño a Alba y sí seguía con ella terminaría por hacerle más daño...Aunque estuviera fuera de sus manos.

Be my summer / AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora