¿Por qué nadie respetaba su decisión? ¿Por qué tenían que poner las cosas difíciles? No quería luchar, para qué...para quedar incluso peor que antes. Obvio que ella conocía esa cirugía, había estado buscando la posibilidad de ir a verse con la doctora esa durante hace unos años. Pero al leer todo lo que implicaba y los riegos, pues ella estaba mejor así. La muerte parecía un destino mejor que el que le esperaba después de esa operación si todo salía mal.
A demás, no era solo una simple cirugía, sino varias, y con tratamientos agresivos de quimio, que la dejarían más muerta que viva.
Odiaba sentirse así, sentía culpabilidad, la mala de la historia. Sabía perfectamente que Alba quería que ella se salvara, para poder vivir juntas y cumplir todos esos sueños, pero no podía arriesgarse. Es cierto que si se operaba y todo salía bien pues seria posible cumplir esos sueños con Alba, pero so salía mal y moría...o peor, quedaba como un cuerpo sin alma en una cama...eso no, no podría ser un castigo para sus padres, para sus hermanos, para ella.
-Eres una cobarde- la voz de su amigo la hizo asustarse.
Llevaba casi 20 minutos sentada bajo un porche lejos de la cabaña donde se hospedaba.
-Manu, no estoy para sermones. No me mal interpretes- dijo sin ni siquiera mirarlo.
-No me importa. Vas a tener que escucharme de igual forma- dijo sentándose a su lado- No pensaba que fueras así, Natalia Lacunza-
-¿Así cómo?-
-Cobarde...que a la primera piedra sale corriendo. ¿Dónde dejaste a la Natinat loca, aquella que no le temía a nadie ni a nada?-
Nat lo miró de reojo y un suspiro lleno de derrota salió de sus labios.
-Murió...esa amiga se fue en el momento que esta maldita cosa invadiera mi cuerpo-
-No, no murió. Solo que está resguardada. Y tiene miedo de salir nuevamente- dijo Manu acariciando su espalda- Ella está destrozada-
Al oír esto los ojos de Natalia se humedecieron aún más y las lágrimas comenzaron a caer a sus pies.
-Y tu también- comentó el chico.
-¿Dónde está?-
-Se fue con la chica que vino a la cabaña- le respondió.
-Bien-
-Natalia...¿Por qué no te quieres operar?-
-Manu, no es tan fácil-
-Sé que no lo es, pero debes de intentarlo-
-¿Para qué?¿Para que todo el mundo esté feliz?- dijo enojada.
-No. Para vivir- dijo Manu- No lo hagas por los demás. Hazlo por ti. Hazlo por el simple hecho de si sale bien, ya no dormirás preocupada por pensar si mañana no despertarás. Hazlo para volver a encontrarte y ser tú-
Nat se quedó pensativa por un buen rato, sabía que tenía razón. Todos tenían razón. Tenía que arriesgarse, luchar contra el invasor que tenía en su cabeza, pero...
-Tengo miedo- susurró.
-Lo sé, pequeña- dijo Manu acercándola a su cuerpo y abrazándola-Pero dime algo ¿Ya no estás harta de vivir con miedo?- Nat asintió levemente- ¿Entonces? Vos y yo sabemos perfectamente cuál es la mejor forma de vencer los miedos...enfrentándolos-
Nat apretó con fuerza la mano de su amigo que ahora estaba junto a la suya.
Tenía razón, debía enfrentar todo. Podía contra esa enfermedad. Sí, obvio que podía...con Alba Reche de compañía.
Se paró de golpe y Manu la miró confundido.
-¿A dónde vas?- preguntó el chico al verla.
Nat se volteó a verlo, aún sin dejar de caminar con una sonrisa, mientras se secaba las pequeñas lágrimas
-A enfrentar mis miedos-
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Con el paso acelerado fue hacia la cabaña, donde sabía que estaría Alba, aunque no estaba sola. Al abrir la puerta, Nat se topó con Alicia sentada sobre su cama, mientras Alba lloraba sobre sus muslos.
Al sentir la puerta abrirse, ambas miradas se posaron en ella.
-Natalia...- dijo Alicia con alivio.
Alba no dijo nada, no hacia falta, en sus ojos se veía la desesperación y la tristeza que sentía.
-¿Dónde te habías metido?- volvió a hablar la colorada.
-Alicia, ¿Nos dejas solas?- dijo Natalia ignorando por completo a la chica.
-Eh...sí, obvio, obvio, pero...-
-Ali, por fa- insistió Natalia y Alicia asintió mientras se calzaba y salía por fin de la habitación.
Una vez solas el silencio reinó de nuevo. No sabían que decir, o más bien así, pero no se animaban con temor a cometer un error. Alba solo la miraba, ni siquiera había abandonado la posición que tenía anteriormente. Mientras que Natalia, no podía parar de jugar con el borde de su chaqueta.
-Soy una imbécil- dijo por fin la morena y Alba la miró sin hacer ningún gesto. Como conformándole sus palabras- Y una egoísta. No debí...no debía pensar solo en mí-
-Natalia, déjalo. ¿Sí?-
-No, fui una egoísta. No me puse a pensar en ningún momento en ti. En tu sufrimiento. Siempre he sido una egoísta. Desde el principio. Ahora es que me doy cuenta-
Alba siguió sin decir nada.
-Yo te enamoré sabiendo que nuestro amor tenía fecha de vencimiento, yo te pedí matrimonio aun sabiendo que estaba a las puertas de la muerte. Y ahora...ahora que se presenta la oportunidad de salvarme...de salvarnos...La rechazo- dijo y ya sentía el sabor salado de sus lágrimas cayendo por su rostro.
-No sos egoísta, Natalia. Al menos no al principio. Se necesita dos personas para enamorarse, y a parte, yo más que nadie quiso seguir adelante con la boda. No tienes toda la culpa de mi dolor....pero de l que si tienes l culpa es de rendirte, de no luchar, ahí si eres egoísta...al no pensar que yo también te pierdo...- dijo Alba llorando por igual.
-Perdón-
Alba negó con la cabeza- No tiene caso- dijo parándose y dirigiéndose al baño, pero antes de lograr entrar.
-Acepto hacer la operación- dijo Nat y los pasos de Alba se detuvieron.
-¿Qué?- volteándose confundida.
-Que sí, que la acepto. Acepto operarme, acepto hacerme el tratamiento- dijo mirándola a los ojos.
Alba la analizó con la mirada por unos segundos, aún estaba algo en shock.
-Nat, no- dijo haciéndose que la morena frunciera el ceño.
-¿No?-
-No, no quiero que hagas algo porque yo lo quiera. Si vos no estas segura, no quieres...no lo hagas. No quiero obligarte a nada- dijo Alba agobiada, y cuando se vino a dar cuenta ya tenía a su mujer a pocos centímetros de su cuerpo, sujetando con decisión sus mejillas.
Sus rostros estaban tan cerca que casi podían respirar el aire de la otra. Los ojos de Natalia tenían totalmente hipnotizada, la había hecho borrar cualquier pensamiento que pudiera estar pasando por su cabeza en esos momentos.
-Voy a hacerlo, no por ti, no por mí...sino por nosotras, Albi- dijo más segura que nunca.
-¿Estás segura?-susurró sin apartar los ojos de su chica.
-Más segura que nunca- dijo Nat dejando un leve beso en sus labios- Quiero vivir, Albi, y quiero vivir esta vida a tu lado-
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Be my summer / Albalia
FanficHay momentos en que los problemas entran en nuestras vidas y no podemos hacer nada para evitarlos. Pero están ahí por una razón. Solo cuando los hemos superado entenderemos por qué estaban allí. Dos chicas, un verano y mucho amor. Será este verano...