Be my summer / Albalia

Capitulo 6 "Primera vez"

Su cara, sus ojos...el dolor que expresaba en ellos. Todo esto hizo que el corazón se estrujara y le doliera de una forma que nunca antes había hecho. Natalia Lacunza no estaba acostumbrada a sufrir, y menos por amor. El amor era un lujo que según ella no podía permitirse, por eso nunca se ató a una persona. Pero con Alba era distinto. Algo en ella la atraía demasiado. No sabía que era, a lo mejor su inocencia y fragilidad. 

Pero el solo hecho de verla llorar la mataba por dentro.

Se separó de la colorada nada más vio a Alba alejarse, quería seguirla, pero su compañera se lo impidió. Alicia la volvió a enredar en sus brazos y estaba dispuesta a volver a besarla, cuando esta le viró el rostro.

-Nat, me calientas toda- susurró Alicia muy cerca de su cuello.

Natalia ni siquiera la escucho el comentario, toda su atención estaba centrada en aquella rubia que había salido llorando del salón.

-Alicia, para-  dijo alejando sus manos de ella.

-Qué pasa?-dijo la colorada confundida. Era la primera vez que la morena la rechazaba desde que se habían conocido un año atrás.

Nat ni se esforzó en responderle, solo salió de su agarre y bajó de la tarima, dejando a una confundida Alicia. La morena se abrió paso entre la gente, quería llegar a la puerta lo antes posible. Necesitaba alcanzar a Alba. Justo en la puerta se topó con otra Reche, la cual tenía cara de muy pocos amigos.

-¿Estarás contenta? No?-

-No, Marina. No fue mi intención. Ella..-

-No es a mí a quien debes una disculpa. Ahora vengo- dijo Marina queriendo salir pero Natalia la detuvo.

-Déjame a mí- Marina dudó- Déjame arreglarlo- suplico la morena, Marina miró sus ojos, y en su mirada se veía que todo lo que decía era verdad, por lo que sabiendo que esto le haría bien a su hermanita se hizo a un lado. 

Nat salió prácticamente corriendo y comenzó a buscar a Alba por los alrededores.

Finalmente la encontró apoyada en una de las barandas de aquel gran porche. Ella lloraba llena de desesperación. Su corazón le dolía de solo verla así. Se veía tan frágil, tan delicada, que solo quería correr y darle un fuerte abrazo. Quería contenerla como nunca quiso con alguien más.

Se acercó lentamente, no quería asustarla. Una vez estuvo a pocos pasos, Alba alzo la mirada y al verla se quedó inmóvil.

-Alba...- susurró con la voz llena de dolor.

-Necesito estar sola- dijo Alba con un tono frío mientras se secaba las lágrimas.

-Me temo que eso no va a ser posible. No te voy a dejar sola- dijo acercándose hasta estar a su lado.

-Te dije que era mala idea venir- le dijo con voz llorosa.

-¿Por qué?- apoyándose en la baranda.

-¿Me estás jodiendo?- Nat puso una cara de confundida- Natalia, acaso ¿No viste lo que acaba de pasar? Como la gente se reía de mí?- Natalia rodó los ojos y resopló- ¿Y eso que más da Alba? Son solo una banda de boludos que no saben como tratar a alguien como vos...-

-Sí, no saben como tratar a una rarita- dijo dolida y con rencor en sus palabras. 

-No,no,no, Alba, no te digas eso. No eres rarita- 

-¡Sí, sí lo soy  Nat! Y lo sabes- dijo llorando.

Natalia tomó su mano, haciendo que esta alzará la vista hacia ella.