Capitulo 22 "Día 6: Bajo las estrellas"

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Felicidad...eso era exactamente lo que sentía Alba Reche esa tarde tras volver de casa de Natalia. Nunca se había sentido tan feliz en su vida como lo estaba haciendo ahora, y sabía que la causante de todo eso era esa pícara y hermosa morena que convertía  cada uno de sus días en el mejor.

Natalia era su felicidad sin duda. De a poco se había adueñado de su pequeño y dañado corazón, y se había aferrado a él sin intención de alejarse.

En otra situación Alba se hubiera asustado de este sentimiento, pues la Reche era de este tipo de personas que pensaba que siempre se sucedía algo bueno...venía lo malo, pero esa vez no. Esta vez estaba segura de que no vendría nada malo, no podría venir nada malo mientras Natalia permaneciera a su lado.

Tras una larga sesión de besos en el porche de La Reche, Alba entró a su casa finalmente, pero sin borrar la tonta sonrisa que se había quedado impregnada en su cara desde primera hora de la mañana. 

-Vaya, vaya...se nota que chapa bien la morena- la voz de Marina la hizo salir de su estado de liviandad.

-¡Mierda!- exclamó asustada, debido a que Marina la había tomado por sorpresa- ¿Qué decís?-

-Digo lo que veo- dijo señalándole la cara.

Alba frunció el ceño y confundida fue hacia un espejo para ver a qué se refería su hermana.

Tenía todos los pelos alborotados, sus labios hinchados y su labial...bueno, más que labial parecía pintura de payaso, debido a que estaba por toda su cara. ¿Cómo no se había dado cuenta?. 

Sintiendo sus mejillas sonrojarse se volteó hacia su hermana, la cual la miraba con una sonrisa pícara. 

-Cuenta todo- dijo Marina sentándose entusiasmada en el sofá.

-¿Qué queres que te cuente, Marina?- acercándose. 

-No sé, todo...¿Cómo te besó? ¿Dónde? ¿Qué hicieron? Todo el cuento-

-¿Deseas saberlo realmente?- dijo frunciendo el ceño.

-Obvio- ansiosa.

En ese momento el celular de Alba sonó indicando que tenía un mensaje, el cual le devolvió aquella boba sonrisa enamorada. 

Nat:

Ah, se me olvidaba. TE AMO, Albi

Se mordió el labio ante las palabras de su novia, porque sí...Natalia Lacunza era su novia, y deseaba que lo siguiera siendo para toda su vida.

-Uhh, era ella no- bromeó Marina al ver la sonrisa que se había dibujado en su cara.

-Sí, y creo que vos te vas a tener que quedar con las ganas de cotilleo, porque me tengo que ir a arreglarme-

-¿Ocasión especial?-

-Con ella todo es especial, Marina- dijo Alba guiñándole un ojo a su hermana para luego subir a su cuarto.

Tras una relajante ducha, Alba se puso lo más encantadora que podía para Natalia. Se dejó el pelo suelto con unas hermosas ondulaciones, y se pintó los labios de un color rosa suave, simple para la ocasión. Luego de rebuscar millones de veces en su armario se decidió por un sencillo pero hermoso vestido blanco, la cual le daba una inocencia terriblemente hermosa.

Se miró en el espejo y sonrió complacida, estaba segura del efecto que tendría este atuendo en la morena. Se dio toques finales y ya estaba completamente lista para ir a su misteriosa cita.

Salió de su porche emocionada, dispuesta a ir a buscar a Natalia a la Tormenta, pero no había dado ni un paso fuera de él, cuando sintió un silbido a sus espaldas. Se giró sorprendida para encontrarse con la causante de toda su felicidad sentada en la barandilla del su porche, bajo la luz del foco que alumbraba esa zona de la casa.

Be my summer / AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora