Be my summer / Albalia

Capitulo 36 "Alba Reche"

La noche en Barcelona estaba bastante tranquila, hacía dos minutos que las chicas ya estaban dentro de la ciudad, y Nat conducía hasta el sitio donde sería la velada. Alba estaba impaciente, se moría de ganas de ver a dónde la llevaría la morena. No sabía que esperarse.

De Natalia podía esperarse cualquier cosa. cualquier sitio, pero ciertamente no le importaba mucho, cualquier sitio, sabía que a su lado, aunque fuera en una pizzería la pasaría bien.

Dio un giro a la izquierda y se encontraban en C. de Mallorca, Alba miraba todo ansiosa, hasta que de repente el auto se detuvo delante de un restaurante "Lasarte".

Los ojos de Alba se abrieron de par en par. Nunca había venido a este sitio pero conocía de él, sabía que era demasiado caro y a parte conseguir una reserva ahí era extremadamente difícil.

-¿Te bajas?- la voz de Nat la hizo salir de su trance y darse cuenta de que la morena ya estaba afuera abriéndole la puerta.

-¿Es acá?- preguntó confundida, a lo que Nat simplemente asintió con una sonrisa- Nat, este lugar...- 

-¿Qué tiene?- dijo Nat mirando el lugar- ¿No te gusta?-

-¡¿Estas loca?! Me encanta, es solo que...-

-¿Qué?-

-Es demasiado caro, Natalia- dijo y Nat rodó los ojos.

-El dinero no es problema, Albi- contestó la morena y Alba la miró confundida ¿Nat era rica o algo? No lo sabía, ni iba a preguntar en esos momentos.

-Bueno, las reservaciones son extremadamentes difíciles- alegó Nat y la tomó de la mano, ayudándola a salir del auto, para luego pararla y dejarla cerca de su cuerpo.

 -Alba, mírame- la rubia lo hizo- Deja de preocuparte ¿Sí?- le dio un pequeño beso- Confía en mí- 

No obtuvo respuesta vocal, simplemente basto con que esta apretara su mano, para saber lo que le decía.

Comenzaron a caminar agarradas de la mano hasta la gran cola que estaba en la parte de afuera del restaurante.

Alba tenía razón. "Lazarte" era uno de los restaurantes de moda más exitosos de Barcelona, por lo que solo iba gente de alta sociedad...Bueno, y ellas.

Estaba dispuesta a ponerse de última en la cola, cuando sintió la mano de Nat guiarla en dirección a la entrada. Se detuvo en seco antes de entrar.

-Nat...-

-¿Qué pasa?- preguntó confundida.

-Hay una cola...- susurró avergonzada viendo como una pareja de ancianos las observaba de mala manera.

-¿Y?- dijo y miró la cola- Espera acá- y sin más se alejó un poco para ir a la puerta, donde había un señor mayor recibiendo a los clientes.

Unos minutos después ya estaba frente a ella de nuevo.

-¿Vamos?- insistió de vuelta tomándole la mano a la rubia.

Alba no dijo nada, simplemente comenzó a caminar tras de ella realmente confundida. Se iban acercando al hombre de la puerta cada vez más, y Alba temblaba como una niña pequeña.

Uno, dos, tres pasos y ya...

 -¿Sorprendida?-

-Sí, un poco sí, ¿Cómo hiciste?- preguntó curiosa.

-Mmm...una chica nunca debe de revelar sus secretos, Albi. Pensé que lo sabías- dijo riéndose pero su hermosa risa fue interrumpida por un mesero.