Be my summer / Albalia

Capitulo 37 "Ganas de bailar"

Dicen que las noches en Barcelona son las más hermosas, y no se equivocan. No hay mejor lugar para pasar la noche que en aquella hermosa plaza de Cataluña. Y si no pregúntenselo a Natalia y a Alba.

Desde que habían salido del restaurante, Nat había evitado que Alba se montara en el auto. Era su primera noche en la ciudad después de 5 años y quería pasarla en grande. Por lo que la tomó de la mano y sin pensarlo comenzaron a caminar por Barcelona.

-¿Te gustó la cena?- preguntó Nat mientras sujetaba su mano.

-Me encantó...deberíamos venir más a menudo- dijo Alba sonriéndole.

Nat le sonrió de medio lado y apretó su agarre.

-Veré que puedo hacer por tu petición- dijo juguetona- Pero te aviso que te va a costar caro- la doble intención de sus palabras estaban más que claras.

-Creo que podré pagarlo...y con intereses- Alba le contestó con el mismo tono juguetón.

-No lo dudo, cariño- dijo Nat mordiéndose el labio.

-¿Está hermosa la noche? ¿No?- decía Alba mirando las estrellas- Como que están en su máximo esplendor...tan en su mundo- sonrió la rubia, haciendo que Nat imitara su gesto.

-Sí, está hermosa la noche, pero igual yo tengo la estrella más hermosa conmigo- susurró Natalia mirándola con esos ojos que solo ella podía poner.

Alba la miró y sonrió minetras sus mejillas sonrojaban. Era increíble, pero aún después de todo por lo que estaban viviendo, comentarios como esos por parte de la morena aún la sacaban de juego completamente convirtiéndola en un adorable tomatito.

Al notarlo Nat se mordió el labio inferior y se acercó más que nunca. Acarició su mejilla con una suavidad que hizo que Alba cerrara los ojos y colocó detrás de su oreja uno de sus mechones rebeldes.

-Me encanta cuando haces eso- susurró muy cerca de sus labios.

-¿El qué?-

-Eso...sonrojarte ante uno de mis elogios- dijo con voz chiquita perdiéndose en sus ojos pardos- ¿Ya te he dicho que te amo?-

Al oír esto Alba puso cara divertida y se llevó una mano a su rostro como pensando.

-Mm...creo que no-

-¿No?- dijo Nat siguiéndole el juego- ¿Segura?-

-No sé...a lo mejor...no recuerdo muy bien- dijo mirando hacia el cielo para esquivar la mirada divertida de la morena.

-¿Ah sí? ¿No lo recuerdas?- la rubia negó con la cabeza- Pues quizás tenga que hacértelo recordar...pero ¿Cómo?-

La rubia iba a contestarle pero no pudo hacerlo, pues cuando vino a darse cuenta ya tenía los labios sobre los suyos. Se devoraban de a poco. Nat amaba el sabor de Alba, y Alba amaba el tacto de Nat. Se necesitaban, se complementaban.

Cuando el maldito aire les falló tuvieron que separarse, pero muy poco...lo suficiente como para poder rozar sus narices y sentir sus respiraciones.

-Te amo- susurró Nat y Alba cerró los ojos para sentir cada una de sus palabras.

-Yo también te amo-

Nat se separó un poco y puso esa cara que solo ponía cuando algo le pasaba por la cabeza. Esa cara que ya conocía Alba...y la conocía muy bien. Cosa que le daba miedo, pues pocas cosas buenas pasaban por la cabeza de esa loca morena.

-¿Qué se te ocurrió, Natalia?- dijo analizando cada una de sus acciones.

-Ah- la besó- Amo como me conoces tan bien-

-Sí, y por eso me preocupo-

-¿Por qué te ame?-

-No, tonta, por lo que se te viene a esa cabecita tuya, ¿Qué es esta vez?- dijo cruzando los brazos.

Nat simplemente sonrió y tomó sus manos para entrelazarlas con las suyas.

-¿Qué te parece...si nos vamos de fiesta?- dijo alzando una ceja.

-¿De fiesta?- confundida- ¿Cómo de fiesta?-

-Sí, no sé...ir a bailar, algo así-

-¿Ahora?- sorprendida- ¿A un club?-

-Sí, no sé...me apetece ir a algún sitio con vos...hace cinco años que no vengo a la ciudad...y...-

-¿Quieres recordad viejos tiempos?- dijo Alba alzando una ceja analizandola.

Al ver su cara Nat rió bajito y le dejó un beso sobre sus labios, uno de esos besos que por muy pequeños que fueran le revolvian el alma por completo.

-No, no quiero recordar viejos tiempos...solo quiero ir a bailar- se acercó lentamente hasta llegar a su oído- Contigo- mordió el lóbulo de su oreja derecha haciendola estremecerse.

-Estás loca- río Alba.

-Sí, pero eso ya lo sabias- dijo la morena antes de dejar un sono beso en su cuello y separarse para mirarla a los ojos- Entonces, ¿Vamos?-

-Ya te lo dije una vez- dijo Alba con una sonrisa.

-¿El qué?- confundida jugando con las manos de su chica. Le encantaba sentir la suavidad de su piel.

-Que con vos iría al fin del mundo- dijo Alba halándola hacia ella.

-Estás un poco zalamera, o es impresión mia?- bromeó Nat ganándose una mordida en su labio inferior- Mm...- gimió ante el contacto.

-¿Cómo si no te gustara?-

-Me encanta- dijo dándole un beso de esos llenos de sentimientos. Tipo de las películas, aunque este era mucho mejor ¿Por qué? Porque era real...el más real que ambas se habían vivido juntas.

Aunque todos sus besos eran de este modo...uno mejor que el otro.

-Ahora si vamos...que la que te va a sorprender hoy soy yo- dijo Alba.

-¿Tienes algo en mente?- dijo Nat arqueando una ceja.

-Más o menos- dijo Alba entrelazando sus manos y comenzando a caminar a su lado.

*************************************************************************

Llevaba ya varias cuadras caminando bajo la noche de Barcelona, cuando Alba detuvo su andar. Nat la imitó y la miró confundida.

-¿Qué pasa?-

-Nada...solo...ven- y cubrió sus ojos con sus manos.

Nat sonrió ante este gesto y llevó sus manos a las suyas para sentir su tacto.

-¿Se puede saber qué haces?- dijo diverida.

-Sorprenderte- susurró Alba en su oído haciéndola vibrar de deseo.

-Y después soy yo la loca- dijo Nat ladeando la cabeza- ¿Qué vas a hacer?-

-Camina conmigo- dijo Alba y comenzó a caminar.Caminaron lo que pareció un buen rato, entre risas y chistes tontos de Natalia.

-Debo parecer una idiota- dijo la morena divertida.

-Sí, pero eso ya lo parecías antes, así que...- al oír esto Nat mordió como pudo la mano que quedaba cerca de su boca.

-Auch- se quejó Alba.

-Te lo buscaste- refutó la morena con un tono demasiado adorable.La rubia detuvo su paso de vuelta.

-¿Qué pasa?- preguntó Nat al notar cómo se había detenido.

-Llegamos- dijo Alba y le retiró sus manos de sus ojos.