El sol salía fuerte como siempre se colaba por unas de las rendijas de la ventana del cuarto de Alba Reche, pero esta vez no la despertó. No, ya llevaba rato despierta apreciando la belleza que tenía a su lado.
Nunca se había sentido así, nunca había sentido esa sensación de felicidad en un despertar. Recordaba miles de despertares al lado de Joan, pero sin duda no se comparaba con uno al lado de Natalia Lacunza.
La morena dormía a pierna suelta, aun abrazándola con su brazo por la cintura. Se veía tan tierna de esa forma, ta llena de paz. Alba la miraba atenta, casi ni pestañaba...no quería perderse ningún detalle de aquella escena.
A cada tanto Natalia hacia morritos, o movía una ceja, indicando que tenía un buen sueño, cosa que mataba de amor a Alba. Se moría por besarla, por acariciarla, pero no sabía si podía, por lo cual se dedico solo a observar y a imaginarse cómo sería.
Nat tenía la cara adormilada, sus pelos caían caprichosos por su rostro, y su boca estaba media abierta, indicando lo profundamente dormida que estaba. Sus piernas abiertas por la cama, entrelazándose un poco con la de la rubia, mientras que su mano derecha se aferraba con fuerza a la cintura de Alba, como reteniéndola, evitando que se fuera a algún lado...¿Cómo si eso fuera posible?
Un movimiento de la boca de Nat hizo que la rubia sintiera su corazón latir acelerado, al solo recordar aquel maravilloso contacto que había disfrutado la noche anterior. La había besado, se habían besado...Dios, ¿Qué pasaría ahora? Se moría por averiguarlo.
Estaba maravillada pero no solo por el recuerdo, sino por el hecho de que Nat se había quedado a su lado...toda la noche como si fueran algo más...como si ella fuera especial.
Ahí estaba de nuevo, ese movimiento casi imperceptible que hacia la morena con su boca, provocando estragos en el interior de Alba. Quería besarla, quería volver a sentir aquel maravilloso contacto que solo había durado unos segundos la noche anterior, pero que con ese simple tiempo había causado más en ella que cualquier beso que había dado en su vida. ¿Cómo era posible que un simple deseo le removiera tanto el piso?
Tentada por aquellos finos labios se fue acercando de a poco, tenía miedo de despertarla y ser descubierta pero necesitaba hacerlo. La necesitaba más que a nada en la vida. Ya estaban a centímetros, solo faltaba un leve impulso para volver a juntar sus labios cuando el sonido de la puerta abrirse la desvió de su objetivo.
-¡Alba!- gritó Marina desde el marco de la habitación al verlas.
Al oír esto una asustada Natalia se levantó de golpe, y sin querer le dio con la frente a Alba en la nariz, debido a la corta distancia que las separaba. Al oír el quejido Natalia miró a Alba y al verla sujetarse la nariz con fuerza se olvidó de la presencia de Marina para ir a socorrerla.
La rubia se quejaba sujetándose la nariz, mientras que Nat le pedía verla llena de preocupación.
-Ay, gorda, perdón, perdón. Es que me asusté- se justificaba apenada- ¿A ver? ¿Te hice mucho daño?-
Alba trataba de contener el dolor pero el estruendo había sido duro, y por más que disimulara se notaba que la había dañado.
-No, no. Estoy bien, Nat- mentía.
-¿Segura? ¿Estas sangrando?-
-No, no. Mira...- y se destapó la nariz.
-¿Segura que estas bien?- insistió la morena acariciando con cariño su mejilla, lo cual provocó una sonrisa boba por parte de Alba.
Sus miradas se volvieron a encontrar y como de costumbre se quedaron enganchadas en un mundo paralelo, el cual solo ellas dos sabían de su existencia.
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Be my summer / Albalia
FanficHay momentos en que los problemas entran en nuestras vidas y no podemos hacer nada para evitarlos. Pero están ahí por una razón. Solo cuando los hemos superado entenderemos por qué estaban allí. Dos chicas, un verano y mucho amor. Será este verano...