Impotencia, rabia, dolor...mucho dolor...eso era lo que sentía Natalia en estos momentos. La joven se encontraba abrazada a uno de los cojines de su cómodo sofá mientras lágrimas llenas de sufrimiento brotaban de sus ojos chocolates. Se sentía sucia, una mierda por haber hecho sufrir a Alba...aunque en realidad no hubiera hecho nada.
Ella no había estado con Icie, nunca estaría con ella. Icie realmente era una amiga, o más que una amiga una hermana. Conocía a Icie desde que era una adolescente y esta desde hacía unos años la estaba ayudando con el problema más grave y tormentoso de su vida...de ahí venía el cariño, de ahí venía su sonrisa...de un simple amor de hermanas. ¿Por qué Alba había pensado lo contrario?
Ella sabia de las sospechas y miedos de Alba respecto a su personalidad. La rubia se había percatado de la promiscuidad de la morena en el primer momento en que entró a la fiesta. Pero Natalia había cambiado, por ella había cambiado.
Tras llorar por mucho rato las lágrimas milagrosamente se fueron deteniendo y en su lugar una mirada perdida se hizo lugar. Miraba al techo pensativa. Pensaba en todo lo que era su vida, en todas las vueltas que había dado para parar en donde estaba. Hacía unos meses ella pensaba en eso y se arrepentí, deseaba virar el tiempo atrás, pero desde que había visto a Alba algo cambió en su interior. El arrepentimiento se había borrado, pues si no hubiera pasado por todo lo que pasó quizás nunca hubiera conocido a la rubia.
Natalia creía en el destino, y estaba completamente segura de que Alba no había aparecido en su vida por simple casualidad. Sabía que era algo más grande de lo que pudiera imaginarse. ¿Quizás Alba fuera la que la salvase?
Sostuvo la cadenita en el aire, viendo con atención la inscripción en ella "Summer" Su verano...eso era Alba. Era el verano más hermoso que había tenido en su vida y no iba a permitir que acabara tan rápido. No la perdería, de eso estaba segura.
Tomó su móvil y comenzó llamarla. Una y mil veces marcó el número de la rubia, pero nunca contestó. Hasta que la maldita voz de la operadora le informó que el móvil estaba apagado. Alba no quería saber de ella, cosa lógica...Natalia no quería ni imaginarse las barbaridades que pudieran estar pasando por la cabeza de Alba en esos momentos respecto a ella. Seguramente la odiaba con todas sus fuerzas, y eso le provocaba el mayor de los dolores en el corazón a la morena.
Era increíble como solo la opinión de una persona podía causar tanto dolor en ella. Era la primera vez, sin duda era la primera vez que experimentaba un dolor tan grande como este ¿Qué era? ¿Quizás un corazón roto?
Después de seguir insistiendo por todas las vías posibles, llena de rencor lanzó su móvil contra el sofá y luego se dejó caer nuevamente en él. Estaba rota, sin duda toda esta situación la había roto. ¿Por qué no le creían? Era inocente.
Se aferró con fuerza al cojín, mientras pensaba en una forma de acabar con su sufrimiento. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué lloraba de esa manera? Ella era la fría y calculadora Natalia Lacunza, aquella que se acostaba con cualquiera que se pusiera en su camino, aquella que no le rendía una explicación a nadie...¿Por qué entonces le dolía tanto defraudar a esta chica? ¿Qué tenía de especial?
Entonces la respuestas clara vino a su cabeza, lo que provocó que su cuerpo temblara ante ella...estaba enamorada, estaba perdidamente enamorada de Alba Reche. ¿Pero eso era bueno o malo? No lo sabía. Lo único que sabía era que seguía con esto Alba sufriría...¿Tal vez no sería mejor cortarlo desde ahora? Acabar con esto antes de que sea demasiado tarde...
De repente el sonido de unos toques en la puerta de la Tormenta la hicieron salir de sus pensamientos. Levantó la cabeza para ver quién era, pero no se veía nada, cuando los toques se volvieron más insistentes.
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Be my summer / Albalia
FanfictionHay momentos en que los problemas entran en nuestras vidas y no podemos hacer nada para evitarlos. Pero están ahí por una razón. Solo cuando los hemos superado entenderemos por qué estaban allí. Dos chicas, un verano y mucho amor. Será este verano...