Capitulo 1 "La chica de mirada profunda"

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Alba Reche era la dueña de una importante discografía con su hermana. Las dos habían logrado levantar el imperio de su padre y ahora poseían una de las cadenas discográficas mas importantes de España.

A pesar de todo el dinero que ganaban, el estrés que sufrían era demasiado. A veces sentían que no valía la pena tanto esfuerzo, pero al recordar porque lo hacían seguían con su trabajo.

Tratando de huir y despejar su mente aunque sea un poco, marina y alba, decidieron ir de vacaciones. Pasarían todo ese verano en una cabaña en Pamplona, la cual pertenecía a su padre.

Durante el trayecto ambas ya se sentían liberadas, marina cantaba canciones a todo pulmón mientras alba hacia los coros. No faltaron las risas y los chistes en aquella carretera.

-No te parece gracioso?-Dijo marina de repente.

-El que?-

-Esto...tú y yo. Hace años no salíamos juntas y míranos ahora. Somos tan unidas como para irnos de vacaciones juntas- río marina

-Sí, tienes razón. Papá  la hizo bien con nosotras-

-Sí - asintió marina -Nunca te lo he dicho, alba pero agradezco que seas mi hermana- dijo la rubia con exceso de dramatismo que hizo reír a alba.

-Lo mismo digo, marina- actuando de la misma forma

Ambas estallaron en una risa contagiosa,  parecían dos nenas de 14 años juntas

Tras un rato finalmente llegaron a Pamplona. Estaban un tanto perdidas en un principio, era la primera vez que venían y no sabían donde estaba la casa. Por suerte para Alba, Marina tenía un don para relacionarse y muy pronto ya habían conseguido un guía personal.

El  chico, el cual por cierto tenia unas ondulaciones bastantes locas, las guió  hacia la cabaña. Y ambas se quedaron boquiabiertas lo grande y hermosa que era.

-Aquí esta la cabaña Reche- dijo el chico señalandola. 

Alba miró  la casa de arriba abajo, y luego sus alrededores. De repente sintió una rara sensación. Una sensación que nunca antes había sentido. No sabe muy bien que fue, pero algo hizo que sus ojos se posaran en la cabaña continua a la suya. Estaban prácticamente unidas, solo una cerca y unos pocos metros las separaban. 

-La Tormenta- leyó el cartel que estaba en la entrada de la casa 

De a poco sus ojos se dirigieron hacia el porche, donde su mirada se quedo estática en una silueta. Allí en aquel porche con vallas rojas, estaba sentada una chica. La miró por un buen rato, no sabía por qué, pero la curiosidad hacia ella la mataba.

La chica no se había percatado de su presencia, pues estaba totalmente concentrada en afinar la guitarra que tenía apoyada  en sus muslos. Sus cejas estaban fruncidas y apretaba la boca cada vez que algo no le gustaba. Alba se permitió observarla por un rato, debido a que marina estaba coqueteando con el chico. Era pelinegra, pero no pelinegra cualquiera, su color brillaba de forma extraña, haciendo que en ocasiones se viera un tanto claro. Sus ojos no podía verlos, pero estaba segura de que eran igual de hermosos que el resto de ella. Sus labios eran perfectos, ni tan grandes ni tampoco chiquitos, dándole una forma sensual.

De repente la chica alzó la mirada y sorprendentemente coincidió en el momento exacto con la de Alba. Parecía confundida, algo abrumada por la mirada de la extraña, la rubia alejó su vista con rapidez. 

Estaba avergonzada. Había sido pillada por aquella chica. Que pensaría de ella? Estaba segura de que su mirada no había sido discreta, pues se estaba fijando en toda su persona.

Be my summer / AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora