Capitulo 45 "Día 25: Suerte"

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Varios días después...

Sí la felicidad fuera un delito seguramente estas dos chicas ya estarían condenadas a cadena perpetua. No se podía definir bien cuál de las dos estaba más feliz. Parecían unas encoñadas todo el día, con una sonrisa en sus labios. ¿Pero quién las podía culpar? Estaban enamoradas, eternamente enamoradas...

Ante los ojos de cualquiera esta unión era una locura, al menos eso opinó la madre de Alba al enterarse de la noticia.

"Ni siquiera me has contado nada", "Yo no te crie así", "¿Que tal es la morena contigo?", "Y dejas a tu madre siempre para lo último", esas fueron algunas de las palabras de Rafi al enterarse del tan sorpresivo casamiento.   

A lo que Alba le contestó "Pero soy feliz" Nada más importaba, no importaba el tiempo ni lo que pensaban los demás...solo ellas, ellas y ese amor tan lindo y puro que habían construido en tan poco tiempo.

Hay personas que pasan años de novios conociéndose, y finalmente no duran ni dos meses de casados, o son terriblemente infelices. A ella eso no les pasaría, estaban seguras. Algo dentro de sus corazones les decían que ese tiempo juntas sería el más feliz de su vida, no importaba cuánto durara.

Aquella noche estaba adornada por miles de estrellas, pero Natalia solo miraba a una en especial. Se perdía en las facciones de su cara. No sabía por qué pero con cada segundo que pasaba se sentía cada vez más enamorada de aquella rubia que ahora descansaba sobre sus muslos.

Llevaban no sé...¿Media hora?  ¿Quizás dos? No sabría decirles...sentadas en aquella gran hamaca de color crema que ahora reinaba en el porche de la morena...Se mecían suavemente...Alba mirando las estrellas, y Nat mirándola a ella, mientras le hacía caricias en el pelo.

-Mmm...creo que me voy a pegar una siestita con que sigas así- dijo Alba cerrando sus ojos, a lo que Nat sonrió.

-¿Y qué tiene de malo eso?  Me encanta ver como duermes- susurró con una dulce voz haciendo sonreír a su prometida.

-Pues que bueno, porque vas a tener que ver esa imagen todos los días de tu vida, Lacunza- bromeó Alba.

-Es un orgullo para mí- dijo la morena mirándola con esos ojos que enamoran a cualquiera.

Alba le sonrió y se miró su anillo. Era sencillo, demasiado sencillo para el gusto de Natalia, pero era lo que había podido conseguir en tan poco tiempo.

-Juro que te lo voy a cambiar por uno que valga la pena- dijo Nat tocando la pequeña alianza.

-Ni se te ocurra- le advirtió Alba apartándola de su mano.

-¿Por qué?- confundida.

-Porque es mía-

-Mi vida, te voy a conseguir una más bonita. Una especial para ti- dijo Nat volviendo a acariciarla, pero Alba negó con la cabeza.

-No-

-¿No?- risueña- ¿Por qué?-

-Porque es nuestra...es nuestra alianza. Que importa que sea sencilla. Me gusta así, tal cual es-dijo dejando un beso a su pequeño anillo, haciendo que Natalia muriera de amor- A parte, lo sencillo es lindo. Míranos a nosotras- 

-¿Nosotras somos sencillas?- dijo Nat con un tono burlón.

-Más o menos- rió la chica.

En ese momento algo pasó por los cielos rompiendo el velo de estrellas, cosa que hizo que la más bajita de las dos se levantara rápidamente.

-¿Viste eso?- dijo señalando al cielo sorprendida, como si acabara de ver un milagro, lo que hizo reír a Natalia- ¿Eso era?- 

-Sí, una estrella fugaz. ¿Qué pasa? ¿No la conoces?- se burló la morena- Auch- exclamó al recibir un golpecito en el hombro por parte de Alba.

Be my summer / AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora