Estoy atrapada en un mundo que es gobernado por vampiros y nosotros los humanos no somos más que sirvientes y objetos sexuales.
Advertencia;
Contenido +14.
Sexo explícito.
Abuso sexual.
Escenas de sangre.
Romance chicaxchica.
Si eres homofóbico. No...
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Billie POV
Fue enloquecedor.
Algo sobre el traqueteo dentro de sus venas, el olor embriagador de su piel, no podia soportar un minuto sin desear saborear su sangre caliente. Y eso es lo que odiaba de mí misma. Mi instinto de depredador era implacable. ¿Quién es esa chica? ¿Un humano inocente con un encanto mortal? Contuve la respiracion todo el tiempo que estuve cerca de ella. Todos los detalles de sus rasgos se quedaron grabados en mi mente. Esos grandes ojos marrones que me devolvian la mirada. Sus pálidos labios se presionaron para ocultar el dolor. Una masa de mechón marrón oscuro se arremolinaba alrededor de su esbelto cuerpo. Por supuesto, ella no era perfecta como la mayoría de nosotros, pero no pude evitar el impulso de hacerla mía. Sin embargo, sabia que ella nunca lo sería. Su muñeca estaba cortada como la uña de un gato. Supe de inmediato quién lo hizo. Mi hermana era ahora su ama.
¿Quién era yo para reclamar a la chica?
El pensamiento me dolió el corazón.
Camila POV
Un golpe en la puerta de madera de mi habitación me despertó del todo. Un hombre gritó desde el otro lado mientras yo volvía a la vida.
-iLevántate ahora!- el gritó. - Prepárate y baja al comedor. Es la hora del desayuno.
Me lavé y me vestí con mi ropa de sirvienta como me indicaron. Y nosotros fuimos el desayuno. Los vampiros beberían de nuestra sangre a primera hora de la mañana.
A su vez, nos daban de comer.
Bajé las escaleras y me llevaron a la cocina. Había otros esclavos esperando allí. Cada uno tenía un vendaje blanco en las muñecas. Una bandeja de copas de vino llenas de sangre fresca estaba en la isla de mármol junto con otras delicias.
-Dale esto a mi señora.- Un hombre me hizo un gesto con el dedo. - No la hagas esperar.
Me recompuse antes de llevar la bandeja al comedor. Podía oler el olor metálico de los vasos y tenía ganas de vomitar.
Cuando llegué al pasillo, esperé en una mesa larga y blanca. Entonces escuché el sonido de tacones golpeando el suelo. No me atreví a levantar la cara para ver quién venía. Yo ya lo sabía.
Por el rabillo del ojo, la mujer se movía con tanta gracia que me recordaba a una pantera sigilosa. Todos sus movimientos fueron consistentes y elegantes mientras se sentaba a la cabecera de la mesa y cruzaba sus largas piernas.
-Oh, esta es mi nueva mascota- dijo la misma voz sedosa que me había asustado. Hizo que mi cuerpo temblara. Bajé la mirada con una mueca de dolor, pero aún podía sentir su penetrante rnirada sobre mí.
-Ven aquí- dijo. - Necesito mi bebida.
Me temblaban los pies y mi cuerpo empezó a temblar.
-¿Eres sorda?- uno de los vampiros me siseó. - iSirve a la dama ahora!
Salté y caminé rápidamente hacia ella. Llevaba un blazer de punto negro y una blusa de algodón blanca con el cuello abierto. La señora de esta casa era este hermoso ser. No había ninguna duda al respecto.
Estaba haciendo todo lo posible por no dejar caer nada. Mi muñeca ya estaba curada. Solo quedaban algunas cicatrices rosadas, que apenas eran visibles. Era extraño cómo la mordedura de un vampiro se curaba tan rápido.
Pero cuando dejé la copa de vino junto a mi ama, ella tomó mi mano.
Jadeé en voz alta.
-Olvidé mencionar que necesito una bebida fresca y tibia.
Ella me dio una mirada divertida.
Se me escapó un chillido cuando sentí sus manos en mi cintura
Luego me atrajo hacia ella y giró mi cuerpo. Antes de darme cuenta, estaba sentada en su regazo como un niño de tres años. Me encerró con un brazo alrededor de mi cintura. Su mano libre subió para agarrar mi mandíbula, obligándome a mirarla. Me quedé mirando sus hermosos ojos esmeraldas. Sus pechos llenos presionaron contra mi brazo. Sentí que mis mejillas ardían de vergüenza.
Y con su cercanía sentí que una oscura desesperación que comenzaba a crecer en mi interior. No estaba segura de qué hacer al respecto o cómo aliviar ese dolor.
Los otros vampiros abandonaron el salón como si ya conocieran la señal para dejarnos en privado.
-¿Qué estás haciendo?- Dije a través de mi mandíbula cerrada.
-Desayunar, ¿por qué?- Dijo, levantando una ceja inocentemente. El sonido de mi corazón frenético debió haberla deleitado mientras seguía sonriendo.
-¿Por qué yo?- Las lágrimas brotaron de mis ojos.
-¿No eres consciente de que eres mucho más deliciosa que el resto de tus semejantes?- Arrojó la barbilla a la sangre roja que se agitaba en las copas de vino.
-Bien- siseé. - Toma lo que quieras.
-Buena chica. - dijo y giró mi cuerpo para que estuviera frente a ella. Ella se inclinó hacia mi cuello. Sentí su otra mano deslizarse debajo de mi falda corta. Su aliento frío y fragante rozó mi garganta desnuda. Pronto sentí sus labios entreabiertos sobre mi piel. Mi cuerpo empezó a temblar. Cerré los ojos con fuerza, esperando las dos puntas de sus afilados dientes caninos. Cuando sentí sus bordes, una sensación escalofriante recorrió mi cuerpo.
Me preparé para el horrible dolor.
Pero entonces una voz familiar rompió el silencio.