Lauren POV
Miré desde el pórtico al mar azul agua. Las mareas rodaban suavemente sobre la blancura de la orilla. La ligera brisa tropical acariciaba constantemente mi piel. Sin embargo, sentí que iba a llover pronto. La calma antes de la tormenta era evidente en el aire.
Volviendo al interior, caminé hacia una pequeña rnesa junto a la ventana abierta y volteé algunos de los sobres dotados que estaban en una bandeja plateada. Me las enviaron desde el Kremlin muchos días antes, pero no tuve el corazón para leerlas hasta ahora.
Me dejé caer en un sillón acolchado y alargué la mano para apagar la lámpara mientras la luz brillante me picaba en los ojos. Con una larga exhalación, mis manos rompieron sin esfuerzo la cera roja que selló el sobre y saqué un pedazo de papel blanco cremoso. Casi de inmediato, encontré el contenido relacionado con el estado de mi gobierno real. Todos fueron escritos con el mismo propósito, para suplicarme que regresara a Francia.
Con un fuerte gemido, tiré la carta a la bandeja. Luego, una bocanada de olor fragante flotó en la habitación, el olor que era demasiadó familiar pero que nunca pude tener suficiente. Una sonrisa se abrió camino hasta mis labios rígidos. Me imaginé que la única persona podría tener tal efecto en mí viniendo hacia la habitación.
-iLauren!. - una suave y melodiosa voz infantil resonó como música a través de la puerta cerrada. Me reí entre dientes por la herrnosa llamada. Dicen que cuando alguien te ama, la forma en que dicen tu nombre suena diferente. Tuve mucha suerte de saber cómo se sentía cada día.
-Estoy aquí. - le dije, aunque sabía que ella podría encontrarme fácilmente dondequiera que estuviera. La idea de que ambas nos buscábamos constantemente
seguía siendo un infierno de emoción para mi corazón palpitante. Un chirrido agudo de la puerta de roble blanco me hizo sonreír incluso antes de que ella entrara.Me levanté y fui recibido por la mujer más hermosa que jamás había visto.
-iMira lo que te horneé!. - Camila dijo con una hermosa sonrisa brillante. Sostenia un plato de masa hórneada. Miré el postre helado y rodé los ojos.
-¿Cupcakes de nuevo?- Dije.
-¿Qué quieres decir con cupcakes otra vez? ¿No te gustan mis cupcakes ahora?
Me habría reído hasta las lágrimas, pero Camila insistió en que fuéramos tan normales como humanamente posible, y no quería arruinar su estado de ánimo. Con una sonrisa, me acerqué a ella, envolví mis brazos alrededor de su pequeña cintura y la empujé contra mí. Olía como un campo de flores y miel. Puse mi nariz en su cuello.
-Me encantan tus cupcakes. - murmuré en su piel suave y fría e inhalé. - Especialmente los que horneo contigo en la cama.
Camila jadeó y luego me dio una palmada en el brazo.
- No vas a comer nada con esa boca sucia. - dijo y me apartó con su mano libre. Con su vestido suelto y coqueto, era impresionante. Observé a mi amor caminar hacia la mesita y dejé el plato. Luego, sus ojos violetas se posaron sobre las letras desordenadas de la bandeja plateada.- ¿Qué es esto?. - hojeó los papeles con el ceño fruncido.
-Ignóralos. - dije mientras me subía a la cama.
-Lauren. - me regañó Camila. - ¿Has estado ignorando esto?
-Si.- Me encogí de hombros y me recosté en la almohada, luego agarré un libro cercano de la mesa de noche para leer.
-No quiero meterme en tu vida política, pero no creo que debas ...
- No quiero hablar de eso ahora. - le dije, hojeando las páginas del libro sin mirarla.
-¡Lauren! ...- Camila dijo mi nombre en una sílaba larga e irritante. Ella siempre hacía eso cuando quería toda mi atención, y yo hacía todo lo posible por ignorarla, pero seguía siendo lo más difícil de hacer. Algo que nunca podría lograr incluso después de todos estos años. ¿Pero quién era yo para bromear? Le daría a esta chica la luna si fuera posible.
Mientras seguía leyendo en silencio, Camila se acercó y se subió a la cama conmigo. Sentí la tela de su vestido rozando mis piernas. Antes de que me diera cuenta, se arrastró hacia mi pecho y asomó la cabeza por el hueco de mis brazos. Su rostro bloqueó mi visión del libro.
-¿Qué estás haciendo, gatita furtiva?- Pregunté, mirando hacia abajo a esos ojos llamativos que me miraban. Las cejas perfectamente arqueadas de Camila se fruncieron mientras me miraba con mala cara.
-Dime qué está pasando. - preguntó en un tono suave y dulce que no pude resistirme a sonreír a pesar del molesto tema. Con un suspiro, cerré el libro y lo coloqué de nuevo en la mesita de noche. Todo el tiempo, Camila siguió observándome con preocupación.
-Me piden que vuelva. - respondí simplemente. - Y no quiero.
Ambas nos miramos a los ojos durante un momento. Entonces Camila se inclinó para besar mis labios. Mis manos se enroscaron alrededor de su forma suave y delicada, tratando de aferrarme al calor que emanaba de nuestros cuerpos.
-No puedo decirte qué hacer, Lauren. - dijo, apoyando la
frente en la curva de mi cuello. - La decisión es tuya. Pero
honestamente, no creo que debas ignorar los problemas que hay.-Estoy cansada, Camila. - dije, respirando el dulce aroma de su cabello mientras distraídamente alisaba los sedosos mechones. - Durante casi un siglo, había llevado el legado de mi familia y la nación solo para darme cuenta de que no es por lo que debería vivir mi vida. Ahora que he encontrado el amor y la paz contigo, no quiero volver a ese rnundo caótico ya.
-Lo sé, la ignorancia es una bendición. - dijo Camila. - Todos están haciendo todo lo posible, pero tal vez solo tú sepas córno desatar el nudo.
Apreté mi abrazo a su alrededor y besé la parte superior de su cabeza. Ella tenía razón. Cuanto más ignoraba la llamada, más fuerte se volvía.
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Las Hermanas Jauregui| Camren
FanficEstoy atrapada en un mundo que es gobernado por vampiros y nosotros los humanos no somos más que sirvientes y objetos sexuales. Advertencia; Contenido +14. Sexo explícito. Abuso sexual. Escenas de sangre. Romance chicaxchica. Si eres homofóbico. No...