Las Hermanas Jauregui| Camren

Capítulo 7 T2

Billie POV

La gran fachada de la catedral reluciente con cúpulas doradas en forma de cebolla se levantó en una masa multicolor frente a la Plaza Roja.

Mis ojos estaban un poco sensibles y mi mente todavía estaba confusa, pero aún podía distinguir el diseño de la ciudad por millas.

Al volverme de la ventana para mirar alrededor de mi enorme vivienda, me di cuenta de que no había estado aquí durante bastante tiempo, pero la sensación de pesadez que seguía agitándose en mi pecho aún no había cesado.

Las velas ardían en los candelabros dorados, proyectando una luz tenue a través de la oscura habitación del palacio. En el otro extremo había una chimenea ricamente tallada hecha de mármol blanco que se alzaba entre las sombras. La mesa estaba cargada de rosas rojas en el centro y rebosaba de comida, vinos finos y otras delicias que las criadas del palacio habían preparado.

La comida fue ordenada para mi compañera humana, quien a esta hora temprana todavía  estaba sumida en su inocente sueño.

Era plenamente consciente de lo cruel que era con esa chica humana y anoche no fue diferente. Ella no era más que dulce y obediente conmigo, pero era mi naturaleza depredadora lastimar y devastar a la presa simplemente  por el placer de hacerlo.

Al entrar en el dormitorio de nuevo, miré la cama tamaño king donde la desnudez blanca crema de Lyra estaba medio cubierta por el edredón de seda roja.

Al ver el ascenso y la caída de su pecho respiratorio, mi mente obstinada se rebobinó a esas vividas mañanas que solía pasar con la única mujer que nunca podría olvidar. Regresar aquí claramente no disminuyó la sengación de pesadez que seguía burlándose de mi corazón.

Dejé escapar un suspiro antes de dejar mi copa de vino en la mesita de noche. El ruido sordo del cristal contra la superficie de madera hizo que Lyra se despertara de su sueño.

-¿Su Alteza?- Dijo con voz ronca y trató de quitarse la somnolencia de los ojos.

-¿Cuántas veces tengo que recordártelo? No me llames así. - dije y luego me acerqué a sentarme en el borde de la cama. - Ahora vístete y ven a desayunar conmigo.

Ella asintió.

Me levanté de nuevo y volví a la sala principal. Sentándome a la cabecera de la gran mesa, esperé hasta que Lyra finalmente apareció unos momentos después.

Se envolvió en un camisón largo. El material sedoso se adhirió a su figura curvilínea ya que no llevaba ropa interior. El frío de la ciudad hizo que sus pezones se endurecieran contra la tela. Lyra se sonrojó y se abrazó antes de caminar lentamente hacia la mesa.

-¿Tienes frío?. - Yo pregunté. La chica bajó la cabeza avergonzada antes de asentir en silencio.

-Debe ser difícil para ti adaptarte al invierno aquí. - dije y luego me levanté de mi silla de nuevo. "Siéntate."

Ella hizo lo que le dijo. Los ojos verdes de Lyra me siguieron mientras caminaba hacia el dormitorio de nuevo.

Al entrar en el enorme vestidor, recorrí con los dedos la variedad de ropa cara y luego decidí sacar uno de mis abrigos. Regresé con Lyra, que estaba sentada en silencio, esperándome.

Sin otra palabra, le puse el grueso abrigo sobre los hombtos y me senté en mi silla de nuevo. Por el rabillo del ojo, pude ver una expresión de sorpresa en el rostro de ella
-Gracias, su ... Billie. - dijo en voz baja. Le di una pequeña sonrisa antes de mirar la comida en la mesa.

-Debes tener hambre. - le dije y empujé los platos hacia ella. Se quedó mirando fijamente el tradicional Zakuski, tortitas con caviar de salmón siberiano, pepinillos, arenques ahumados, seguidos de ravioles al estilo ruso. Algunos postres consistían en tartas de frutas y pasteles, también se colocaron elegantemente en la mesa frente a ella. Lyra instintivamente tragó mientras el delicioso aroma flotaba en el aire. Por un breve momento, me pregunté córno habían sido tratados ella y otros humanos en Francia.

- El palacio puede ser diferente de donde solías vivir, pero te prometo que te alimentarán adecuadamente durante tu estadía aquí. - dije, haciendo que Lyra me mirara con los ojos bailando contra la luz de las velas. Hice un gesto hacia la comida corno para decirle que comenzara a comer. Por fin, recogió sus cubiertos y comenzó a comer con gran apetito.

Sonreí, me serví otra copa de vino y lo bebí lentamente. De repente, Lyra se volvió hacia mí de nuevo.

- No ha bebido de mí, todavía. ¿le gustaría?. - preguntó como si  fuera lo más  normal de ofrecer. Fruncí el ceño, lo que hizo que se tensara un poco.

-Estoy bien. - dije.

Lyra no volvió a decir nada, pero el hecho de que una chica humana estuviera tan condicionada a su vida que se sintiera obligada a dejarme beber su sangre hizo que me doliera el corazón.

Entonces escuchamos un golpe en la puerta. Un guardia real entró en la habitación y se inclinó desde la distancia. - Su Alteza, una dama de nombre Estella desea verla. - dijo.

-Está bien. Déjala entrar. - respondí.

El guardia hizo una nueva reverencia y salió. Un momento después, Estella apareció por la puerta. Caminó hasta la mesa y se sentó a mi lado.

-No puedo creer que no me dejaron verte. - dijo mientras fruncía el ceño malhumorada. - Les dije que estoy con la Gran Duquesa, pero esos tontos de ojos rojos todavía se negaron a dejarme entrar. ¿Puedes creerlo?

- ¿Qué quieres, Est?. - Dije, usando su apodo para calmarla.
Ella se movió y se echó hacia atrás su brillante cabello castaño.

- Bueno, quiero que nos muestres tu ciudad. - dijo con una sonrisa coqueta. "Estoy tan emocionada. No puedo esperar a ver todo.

-Tú y tu hermana pueden seguir adelante y divertirse", dije y luego dejé mi copa de vino.

-Pero no será  lo mismo sin ti, Billie. - Se quejó, extendiendo sus manos para agarrar mi mano. "Claire y yo nos morimos por ver el parque Gorky y el jardín botánico. Y oh ... Claire también quiere explorar el bosque.

-Estoy ocupada", la interrumpí con un tono rígido. - Tengo una reunión con el Consejo esta tarde.