Las Hermanas Jauregui| Camren

Capítulo 15

Advertencia: Es tu propia responsabilidad leer esta parte. Se recomienda leer a mayores de 14 años para evitar posibles traumas psicológicos.

Lauren POV

Vi como la limusina se detuvo frente a la mansión, agarré a Camila por la muñeca y la arrastré fuera del coche. Casi tropezó en el camino, pero seguí caminando hasta que llegamos al salón principal. Me volví hacia los guardias.

-Llama a las sirvientas. - dije. - Tráelas para que la limpien y después la lleven de vuelta a mi habitación.

-¡No! - Camila lloró de terror, luchando con mi fuerte agarre. - Por favor, no me hagas esto.

-iCállate!- Le grité. - No puedo soportar un minuto más oliendo el olor de mi hermana en ti. Esta vez no dejaré que te alejes de mí otra vez. Ya verás.

Camila hizo una mueca, pero tuvo que lidiar con las consecuencias que había causado cuando me dejó por Billie. Aunque no era del todo culpa suya, todavía la iba a castigar por acostarse con mi hermana.

Pensar en lo que hicieron juntas hace que se me apriete la mandíbula y me palpiten los dientes. Pero quería más desgarrarle la garganta a Billie por eso. Sin embargo, tendría que tolerar esto por un tiempo, porque sabía lo que lastimaría a Billie más que nada. Les haría sufrir a ambas tanto como yo.

Las sirvientas entraron y se llevaron a Camila.

"Después de esta noche, las cosas cambiarán" pensé.

No sabía cuánto tiempo había pasado. Había perdido la cuenta de minutos y horas durante muchos años. La luna llena se elevó en lo alto del cielo completamente negro. Me senté en el sillón junto a la ventana con una copa de vino en la mano. El brillo inusual ya no me enfermaba. Esperar estaba en mi naturaleza. Siempre espere a que las presas se olvidarán de sí mismas y se perdieran en mis brazos. Pero ahora, no podía esperar más. La anticipación fue más fuerte de lo que esperaba y quería a Camila ahora.

Entonces sonó el gemido de las puertas de mi habitación. Olí el aroma fresco y lustroso de la chica que había estado esperando. También podía oler su miedo e inquietud en cada respiración que tomaba. Fue  demasiado abrumador para mis sentidos depredadores. Si no fuera por mis buenos modales, habría salido corriendo y le habría arrancado la ropa. Pero me prometí a mí misma tener más paciencia con esta chica. Ella no era una presa común. Me gustaría jugar a este juego un poco más.

Dejando la copa de vino, me levanté y caminé hacia ella. Camila llevaba el vestido rojo de seda francesa que le compré. Ella no sabía esto. Las criadas lo habían arreglado perfectamente sobre su hermoso cuerpo. Por un momento, no pude hacer nada más que admirar cada parte de su cuerpo. Ella era absolutamente hermosa.

Camila me miró fijamente. Ella no mostró ningún signo de terror como esperaba. Pero sabía que solo estaba tratando de actuar con dureza. Aprecié su voluntad humana, pero me gustaría cambiar eso pronto.

-¿No tienes miedo?- Le pregunté. Ella me miró a los ojos. Juro que pude sentir una leve punzada de su mirada penetrante.

-Haz lo que quieras. - murmuró ella. - Ya no me importa

-¿Oh en serio?- Levanté una ceja.

Supuse que la aparición de Nikol todavía era un shock para Camila, pero no esperaba esto. Casi sentí lástima por ella, pero me encantaría saber cómo lidiaria Billie con este lío más tarde. Me acerqué a Camila, nuestros cuerpos casi se tocaron. Ella retrocedió un poco. Sonreí y acaricié su adorable mejilla. Ella no se movió.

Luego deslicé mi mano hasta su cintura y tiré de su delicado cuerpo entre mis brazos. Mi nariz seguía inhalando el rico aroma de su piel suave y saludable. No pude tener suficiente. Camila se mordió los labios, pero una pequeña lágrima de cristal la traicionó. Sabía que ya no podía alejarse de mí. La tendría y la tomaría esta noche, sin duda. Mi mano le acarició el pelo y le seque la lágrima con el pulgar.