Capítulo 22

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El interior de una casa llena de vampiros reales no era diferente a la cena de cualquier familia normal, excepto que la comida consistía en carne roja y jugosa y sangre. El festín en sí fue suficiente para alimentar a todo un pueblo. Nunca había visto tanta comida como esta desde que terminó la guerra.

Mi asiento estaba al lado del
de Lauren. Estaba bebiendo su vino tinto en la cabecera de la mesa.

Por fin, Billie bajó y se sentó frente a mí. Me sentí aliviado de que un cerdo entero asado con una manzana en la boca me proporcionara suficiente cobertura. No quería enfrentarme a ella.

Oímos el sonido de tacones altos resonó agudamente en el pasillo. Nikol apareció flotando a la vista, pero mantuve mis ojos pegados a mi plato mientras ella caminaba hacia nosotros. Nikol llevaba un vestido blanco largo y fluido con un cuello tan bajo que me recordó a un personaje de la mitología griega.

-Oh, qué lindo banquete, Lauren. - dijo alegremente. Antes de que Nikol tomara asiento, se volvió para tomar la barbilla de Billie en su mano y volvió su rostro hacia el de ella antes de besarla frente a mí. Un trozo de pan de sésamo de repente se convirtió en ceniza en mi boca.

-Consigue una habitación. - dijo Lauren mientras dejaba su copa de vino sobre la mesa.

Billie pareció un poco sorprendida, pero no dijo nada.

-Ya lo hicimos.- Nikol le devolvió una sonrisa perfecta y se sentó junto a Billie.

-Entonces. - Lauren exhaló y apoyó los codos en la mesa y entrelazó los dedos. - ¿Alguna noticia de Moscú?

-No, lo mismo de siempre,. - Nikol se encogió de hombros y apuñaló su filete de ternera con un tenedor de plata. - Debería haberme mudado aquí antes.

-Oh, ¿entonces quieres quedarte aquí también?- Preguntó Lauren.
-No esperaba que tú y mi hermana volvieran a estar juntas tan rápido.

-No exageres, Lauren. - dijo Billie. - Han pasado doce años.

Levanté los ojos del plato. Por un breve segundo, sentí que quería que supiera que no habían estado juntas durante mucho tiempo. Habían estado separados durante doce años. En ese entonces solo tenía cinco años. Noté que Billie no estaba comiendo. Empujaba la comida por el plato. Una expresión sombría parecia ser permanente en su rostro.

-Sin embargo, no importa. - dijo Nikol con una sonrisa. - Sé que siempre volveremos a estar juntas eventualmente.

Puso su mano sobre la de Billie y la acarició coqueteando. Luego se volvió y me sonrió. Rápidamente bajé los ojos para evitar sus ojos, pero mis pulmones parecían trabajar más duro de lo normal solo para respirar.

Empezamos a comer en silencio.

-De todos modos, estoy un poco sorprendida de que permitas que un humano se siente en la misma mesa con nosotras. - dijo Nikol de repente.

Esperaba desesperadamente que mi cara no se sonrojara tan fuerte. La cara de Billie se contrajo como si alguien la pinchara con una aguja.

-Por lo que recuerdo, tú también fuiste una vez una humana, Nikol. - dijo Lauren volviéndose para mirarla. Nikol hizo una mueca. Si no me equivocaba, Lauren me estaba defendiendo. - Además, estoy segura de que Camila no será la misma para siempre.

No entendí a qué se refería en la última parte, pero la cabeza de Billie se volvió hacia Lauren. La miró directamente a los ojos. Podía sentir que la tensión comenzaba a agitarse en el aire.

-¿Qué quieres decir con eso, Lauren?- preguntó con los dientes apretados.

-Oh, sabes muy bien a qué me refiero, hermana. - respondió Lauren, haciendo girar el vino en su copa de cristal. - Camila se quedará conmigo por mucho, mucho tiempo, y lo sabes, ¿no?

-iNo puedes hacer eso, Lauren! - Billie dejó caer su puño sobre la mesa con un fuerte golpe. Salté junto con el cerdo asado.

- No veo por qué no. - dijo Lauren mirando a su hermana.

Las dos se miraron con la misma fuerza. Nikol me lanzó una mirada aguda como si yo fuera la causa de todo. Y lo era, considerando el hecho de que estaban hablando de mí.

-No te dejaré hacer eso. - gruñó Billie.

-No es de tu incumbencia. - dijo Lauren. - Será mejor que te ocupes de tus asuntos personales ahora, hermanita.

Billie apretó los dientes, pero todavía no podía abrumar a Lauren. Luego, con un siseo enojado, salió furiosa del comedor. Nikol arrojó su servilleta sobre la mesa con cara de aburrimiento y se puso de pie.

-Bueno, muchas gracias por la cena, Lauren. - dijo.

-De nada.-
Luego ella también se fue de allí.

Me volví hacia Lauren, quien simplemente siguió comiendo como si nada. Sabia que era mejor no decir nada en ese momento. No era estúpida. Toda la conversación fue sobre mí y mi futuro. Y tuve la sensación de que era algo de lo que no tenía control.



Las Hermanas Jauregui| CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora