Las Hermanas Jauregui| Camren

Capítulo 36

Advertencia; Estas escenas tienen contenido altamente sensible. Si eres menor de 14 años te recomiendo no leer esta parte. Contiene sexo explícito y pedofilia.

Nikol POV

Por fin salimos del coche. Frente al Palacio Real, los soldados vestidos de negro se pusieron firmes a ambos lados del camino alfombrado rojo. Miré el techo de múltiples cúpulas de los majestuosos edificios rojos que tenía ante mí.

Un grupo de guardias reales apareció y se inclinó ante Lauren. Seguimos caminando hacia adelante a través de la enorme puerta. Entonces vi que un hombre barbudo se acercaba y le hacía una reverencia a Lauren.

Lo reconocí. Él era la mano derecha de la Realeza francesa, que había servido como maestro religioso de la familia imperial en su día.

-María Clotinde de Francia ,  princesa francesa, mis disculpas por esta reunión urgente. - dijo el hombre, dirigiéndose a Lauren por su título real. Casi olvido que era, de hecho, una princesa imperial, de rango superior al de otras princesas reales de Europa. Solía sentirme muy celosa de las grandes princesas cuando era joven, pero ya no. Porque, ¿por qué querría ser como las duquesas cuando en realidad podría estar encima de una? O tal vez estar encima de ambas.

El pensamiento me hizo sonreír para mí misma. Solo era cuestión de tiempo. Cuando pudiera romper el escudo de
Lauren, haría que ella y su hermana me adoraran por la  eternidad.

-No hay necesidad de ser tan formal, Adam. - le dijo Lauren al hombre, agitando la mano con impaciencia y continuó caminando. - Necesito saberlo todo antes del atardecer. Será mejor que hagas que mi estancia valga la pena.

-De hecho, su alteza.- Adam volvió a inclinarse. Entonces sus astutos ojos violetas se encontraron con los míos, le di una sonrisa coqueta. Me frunció el ceño un poco antos de volverse para caminar con Lauren.

- Lo tenemos todos.
Hemos conquistado al mundo y creado uno. ¿No, Lauren? - dije llegando al palacio y señalandolo.

Las cejas de Lauren se fruncieron durante un minuto y luego se volvieron bruscamente hacia mí.

-Nadie debería haber estado vivo para ver el infierno que hemos creado, Nikol. - dijo Lauren. - ¿Por qué no vas a  entretenerte? Tengo trabajo que hacer.

Quería decirle  algo desagradable, pero me contuve. Y todo lo que pude hacer fue darle un suave siseo antes de gruñir y salir del pasillo.

Un día, haría que se arrepintiera de mantenerme encarcelada en este palacio fantasma  y por tratarme como si no fuera ni la mitad de bueno que su esclavo humano.

-Te haré pagar, Lauren.- pensé para mí.

Algunos guardias y doncellas reales me siguieron. Me llevaron a una habitacion de invitados. Cuando entré, mi estómago gruñó de pura ira. Mi mandibula palpitaba. Maldita sea, Lauren me había dejado caliente y molesto por mí misma, y ahora tenía que hacer algo para liberar este estrés.

-Tráiganme algunos humanos. - les dije a los guardias.
-Quiero los más saludables que tengas y háganlo  rápido.

Los guardias se inclinaron antes de volverse.

Caminé por la enorme habitación, trazando mis ojos sobre la fina decoración interior italiana. La vista del balcón daba al río Moskva. Me quité el largo abrigo de piel y me senté en un sillón. Un momento después, reaparecieron los guardias. Dos humanos caminaban detrás de ellos, un niño con camisa blanca y pantalones hasta la rodilla y una niña con su pulcra túnica de doncella. Mi estómago mago retumbó al ver sus formas saludables.