Capítulo 8

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Pasaron unos días en los que estuve con mucha tensión, miedo y ansiedad.

No era más que una mascota de Lauren y era tan fuerte que ni Billie me podía proteger.

Estos últimos días no había visto mucho a Lauren. Me imaginaba que como princesa de Francia tenía trabajo por hacer.

Me encontraba en mi salón cenando.

No veía a Lauren por ningún lado y eso lógicamente me alivio.

-Camila. - Una voz angelical llamó lo atención.

-¿Sí? - Salude con curiosidad.

Billie se acercó a mí lado. - ¿Sabes bailar?.

-No. - Respondí.

-Déjame enseñarte.

Antes de que pudiese contestar;
La vi alejarse rápidamente con su velocidad de vampiro, y prender la radio.



Billie POV

Camila lentamente puso su mano en la mía, aparentemente insegura  qué pensar inicialmente sobre lo que íbamos a hacer.

Parecía sorprendentemente nerviosa y con el rostro enrojecido, probablemente ya preocupada de que lo fuera a estropear.

Bueno, por supuesto que eso era, nadie podía esperar que ella fuera automáticamente buena en algo que nunca habían hecho antes.

Le indiqué que diera un paso adelante, haciendo que acortara un poco la distancia entre nosotras.

Sus ojos siguieron mi mano mientras yo guiaba la suya hacia mi hombro, antes de colocar la mía en su cintura.

La acción posterior la puso rígida y su nerviosismo aún más evidente.

Hice lo mejor que pude para no sonreír ante su reacción.

-Sigue mi ejemplo. - le dije.

Aprender a bailar así era más fácil si te dejabas llevar, sintiendo el movimiento de tu pareja y el ritmo de la música. Además, siento que Camila aprenderá más fácilmente con la menor cantidad de palabras instructivas posible.

Habia puesto una música que hacía  que  establecieramos un ritmo constante en nuestros  movimientos.

Camila lo estaba haciendo bien, siguiendo mis pasos y moviéndose en consecuencia.

Empecé despacio, dándole tiempo para que se acostumbrara a moverse con esos zapatos, que era exactamente lo que necesitaba.

Su agarre se apretaba en mi hombro y mano cada vez que tropezaba, lo que me permitía ayudarla a recuperar el equilibrio antes de que pudiera lastimarse.

Por suerte para los dos, no iba a permitir que eso sucediera.

Continuamos bailando por la sala con el espacio grande
que teníamos.

Camila sorprendentemente tenía un ritmo fantástico y no luchó mucho cada vez que lo aceleraba o desaceleraba para probarla.

Aunque adquirió el hábito de mirar sus pies como si eso la ayudara a no tropezar.

No había nada en esta habitación con lo que tropezar, por
lo que no tenía sentido mirar al suelo.

-Contacto visual. - hablé en voz baja.

Su cabeza se volvió hacia arriba, sus ojos se encontraron con los míos vacilantes antes de responder con un asentimiento silencioso.

Sabía que el contacto visual constante como este iba a ser un poco extraño para ella al conocernos tan poco, pero prefería que me mirara a mí antes que a cualquier otra cosa.

En ese momento  anhelaba verla así todo el tiempo que pudiera.

Camila POV

-¿Crees que puedes girar con éxito en esos zapatos?-Preguntó Billie señalando hacia abajo.

Mis cejas se levantaron ante su pregunta.

No estaba segura de cómo responder con sinceridad, pero la mirada en sus ojos me dijo que quería que dijera que sí.

Ni siquiera estaba realmente seguro de cómo girar con éxito.

-Um Quizás. -Respondí: ¿Cómo lo hago?

Debe haber escuchado algo de inseguridad en su voz porque me acercó un poco más al ritmo de su ritmo.

-Tranquila. - comenzó. - relájate, sigue lo que hago y tu cuerpo hará el resto.

Solo  parpadeé. No hay forma de que nada sea tan fácil.

Aún así, asentí con la cabeza, las mariposas revoloteaban por mi estómago una vez que vi su sonrisa emocionada.

Ella aceleró su ritmo antes de pronunciar una cuenta regresiva, dándome tiempo para prepararme.

Una vez que llegó a cero, levantó la mano que sostenía la rnía, girándola a mi alrededor para que cayera en un giro.

Desafortunadamente, dudé el movimiento y terminé tropezando conmigo misma en un intento de ponerme al día.

Ni siquiera tuve tiempo de intentar recuperarme antes de que Billie ya lo habia hecho, agarrando mi cadera y jalándome contra él para recuperar el equilibrio.

Mis manos agarraron su camiseta antes de que mi rostro se sintiera como si estuviera en llamas.

Bueno, eso fue terrible.

-Olvidaste relajarte.- es todo lo que dijo.

-Sí, um ... s-lo siento.-Tartamudeé, todavía distraída por mi propia verguenza.

Ella me llevo de regreso a nuestras posiciones originales.

-No hay necesidad de disculparse. Intentémoslo una vez más.

Asentí, decidida a no estropearlo esta vez.

Comenzamos el patrón de baile de nuevo, mientras trataba de obligarme a relajarme.

Aunque no pude luchar contra mis nervios una vez que comenzó otra cuenta regresiva.

Repitió sus acciones una vez que llegó a cero.

Relajé mis hombros justo antes que ella, permitiendo que sus acciones dirigieran mi cuerpo con éxito.

Lo que no esperaba era que una de sus manos se posara en rni espalda baja y luego me sumergiera rápidamente.

La sorpresa de todo esto hizo que enganchara mis manos detrás de su cuello para un apoyo adicional.

Una sonrisa cruzó mi rostro una vez que me di cuenta de lo
que había sucedido, y honestamente, fue algo divertido.

Pero me pareció un poco extraño que me estuviera reteniendo en esa posición.

Levanté la cabeza para encontrarme con su mirada, congelada por lo que vi.

Solo me estaba mirando, con los ojos muy abiertos en una especie de admiración.

Pero esos ojos que, ahora que los estaba viendo bien, me hicieron sentir mucho más.

Sus ojos esmeraldas me observaban con fascinación, como si yo fuera una criatura extraña y rara, una que nunca antes ella había visto. Luego mi cuerpo entró en tensión cuando acercó su rostro dejando sus labios a centímetros de los míos.

—¿Qué quieres? —logré articular nerviosa, llamando su atención.

—A ti... siempre —susurró para después besarme.

Las Hermanas Jauregui| CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora