Capítulo 31

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Lauren POV

La noche anterior antes de irme fui al bosque que estaba cerca de mi casa con el objetivo de encontrar lindas flores.

Cuando llegué a la puerta principal, mi estómago dio un vuelco, probablemente por una oleada de nerviosismo.

Camila generaba en mi sentimiento que no sentía hace décadas.

La puerta se abrió con un chirrido, y fui recibida por el olor acogedor y familiar de Camila cuando entré.  Su dulce y única esencia invadió mi nariz.  Ella estaba sentada en el sofá leyendo, cuando se percató de mi presencia dejó de lado el libro y me sonrió.
Vi sus ojos brillar cuando su mirada se desvío a mis manos; Llevaba una canasta llena de rosas rojas.

-Te extrañaré mucho, Camila. - Mi voz salió suave.

Sorprendentemente, sentí un par de brazos deslizarse alrededor de mi cintura desde atrás, tirando de mí contra un torso perfecto. Mi sonrisa se  hizo muy amplia mientras estiraba la cabeza hacia Camila. Ella me sonrió alegremente.

-Alguien está buscando llamar mi atención. - bromeó.
Fingi hacer un puchero. Y me aparté un poco dejando la canasta encima del velador.

-¿No se me permite estar en tu mente solo un poco?

-No tienes permitido estar en mi mente en absoluto- Dijo divertida, haciendo que arqueara una ceja perfectamente curvada.

- Pues yo te permito estar en mi mente y sobretodo en mi corazón.

-Aw ... Lauren eres demasiado adorable cuando quieres. - Sonrió y plantó sus húmedos labios rosados en mi mejilla. Y luego, me dio un beso en la espalda con la misma ternura.

-¿Te gustan las flores?- le pregunté a ella suavemente.

-¿Rosas rojas?

-Las rosas rojas se dan a quienes quieren mostrar amor y pasión
- dije, y ella apoyo su barbilla en su hombro. - Personas por las que tienes un gran respeto y quienes han demostrado un gran valor.

-¿Y me das cincuenta de ellas?- Dijo, mirando las hermosas flores frente a mí.

Me volví y hablé;
-Cincuenta muestran amor incondicional. - Le susurré suavemente en su oído.

-  Son hermosas- Susurró.
Luego, con el corazón palpitante envolví mis brazos alrededor de su perfecto cuerpo con fuerza, apoyé mi cabeza en su hombro, mi frente presionada contra su cuello. - Camila, soy todo tuya.

Le tomó un tiempo comprender lo que quería decir. Y luego sentí un beso en la parte superior de mi cabeza, lo que me hizo suspirar. Cuando miré hacia arriba de nuevo, ella se inclinó y besó mi frente suavemente, dejando una firme sensación de sus labios impresos en mi piel.

Acaricié su rostro suavemente pasando desde su frente, párpados, nariz, mejillas y finalmente su labios. Ella cerró los ojos mientras la acariciaba y entreabrió sus labios cuando los acaricié.

De repente abrió sus ojos y por un momento, nos quedamos mirandonos a los ojos. El mundo seguía girando sin nosotras mientras estábamos perdidas en el nuestro.

-Que tengas un buen viaje. - Me dijo y me abrazó con fuerza.

El día siguiente Camila se durmió de nuevo, me desenrede a mí misma de sus brazos y me levanté de la cama con cuidado. La cubrí con las mantas cautelosamente.

Se veía tan tranquila cuando dormía. Su piel brillaba bajo los rayos del sol de la mañana. Esas pestañas largas y gruesas humedecidas con lágrimas cristalinas me rompieron el corazón. Me quedé mirando su adorable rostro, trazando mis ojos a sus suaves e invitantes labios llenos. Cómo esos labios siempre me hacían cosquillas por dentro cuando nos besábamos. Tenía tantas ganas de volver a sentir sus labios contra los míos, pero no me atrevía a hacerlo por miedo a despertarla de ese hermoso sueño.

Quería absorber esa imagen el mayor tiempo posible.

La iba a extrañar mucho.

Por fin, pude apartar los ojos de su rostro y pude salir de la habitación.

Cuando salí por la puerta, Billie estaba justo frente a mí.

-¿Como está ella?- ella preguntó.

-¿Dónde está Nikol?

-Déjame entrar. Quiero ver a Camila. - dijo y comenzó a moverse, pero la agarré del brazo. Apreté la mandíbula para calmarme aunque estaba haciendo todo lo posible para no arrojar a mi hermana al otro lado del pasillo. Billie finalmente me miró.

-¿Sabes quién provocó esto, verdad?- Dije entre dientes.

-Te advertí sobre Nikol, ¿no?

Una furia me atravesó. Me adelanté y empujé a Billie contra la pared del fondo. Mis manos se cerraron alrededor de su garganta, pero Billie ni siquiera se estremeció de miedo. En cambio, me miró con calma.

-  ¡¿Cómo te atreves a decirme eso?!- Siseé.

-Todo pasó por tu culpa, Lauren. - espetó Billie.

Solo quería destrozar a mi hermana, pero en el fondo sabía que tenía razón. Ella tenía razón todo el tiempo. El ataque de Nikol no fue culpa de Billie, fue mía. Era egoísta por mantener a Nikol cerca, solo para que Billie no pudiera recuperar a Camila. Tenía miedo de perderla como ella dijo. Nos miramos la una a la otra, y después de un largo rato de "un desafío de miradas" , respiré hondo y solté a mi hermana.

-Camila está dormida. - dije en voz baja. - Puedes verla yéndome de aquí.

Entonces Viktor vino caminando hacia nosotros. Hizo una reverencia y se aclaró la garganta.

-Mi señora, todo está listo. - dijo.

-Bien, pero todavía tengo una cosa más con la que lidiar.

Me volví para caminar hacia el ala este. Los ojos de Billie se iluminaron. Sabía lo que iba a hacer con Nikol y tenía que darle la satisfacción de tener razón.

Entré en su mansión con mi hermana siguiéndome. Luego empujé y abrí la gran puerta.

Nikol estaba sentada en el sofá como una reina arrogante. No se molestó en levantar la vista de su taza de té de jazmín cuando me acerqué a ella. Billie me agarró del codo.

-Hermana, por favor no lo hagas.- Negué con la cabeza. Si no fuera por el hecho de que Nikol compartió una larga historia con nosotras, la habría matado dos veces hoy.

Aparté la mano de Billie a un lado y me acerqué a ella. Mis ojos miraron hacia la parte superior de su cabeza. Nikol me miró y sonrió.

-¿Qué  vas a hacer, Lauren?-  preguntó desafiante dejando su taza de té sobre la mesa. - Es bastante gracioso, ¿no crees? Te pusiste nerviosa por culpa de una esclava humanq.

Mi mano agarró a Nikol por la garganta y luego golpeó su cabeza contra el sofá. Sus ojos violetas se agrandaron en estado de shock.

-¡Irás a Kremlin conmigo, Nikol! - Gruñí.

-¡¿Qué?! - Dijo a través de su garganta apretada.

-Me escuchaste.

-¡No puedes hacerme esto, Lauren!

-¡Puedo y lo haré!- Dije con firmeza. - iAhora cállate y sal de esta casa antes de que te arranque la cabeza!

Nikol me devolvió la mirada con sus furiosos ojos violetas. Sus afilados caninos se extendieron en defensa, pero sabía que tenía que obedecerme.

La dejé ir por fin. Nikol tosió con expresión amarga y giró la cabeza como para ver si todavía funcionaba. Supuse que casi le rompí el cuello de alguna manera, y una parte de mí deseaba haberlo hecho.

Cuando me di la vuelta para alejarme, Nikol se puso de pie.

-¿Vas a dejar que estén juntas así, Lauren?- Nikol espetó. Billie volvió la cara para mirarme, pero mis ojos se desviaron de nuevo a Nikol.

-Confío en quien amo. - dije y luego salí de la casa.

Las Hermanas Jauregui| CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora