Capítulo 33

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Billie POV

Aún dormía cuando dejé una bandeja con el desayuno sobre la cama. Me acerqué a ella y le besé el hombro desnudo. Ella no se movió. Aún estaba de espaldas a mí. Me puse encima de ella y la besé en la mejilla una y otra vez hasta que frunció el ceño y rodó sobre su espalda. Sin embargo, Camila seguía sin mostrar ningún signo de despertar. Ella era tan adorable. Me reí para mí misma y le aparté un mechón de cabello de la cara. Nunca había visto a una persona tan hermosa mientras dormía. Podría mirarla así todo el día. Pero entonces anhelaría tanto su compañía, tendría que ser egoísta y traerla de vuelta al mundo de la vigilia conmigo.

Yo la necesitaba.

La necesitaba como la Tierra necesitaba al sol.

Me incliné para besarla de nuevo en los labios.

-Levántate y brilla, hermosa. - susurré contra su piel. Camila finalmente abrió los ojos y parpadeó un par de veces antes de mirarme. Sonreí y besé su mejilla de nuevo.

-¿Billie?- dijo ella adormilada.

-Buenos días, sol. Siento despertarte, pero no podía esperar a escuchar tu voz. - dije. Estaba lista para reclamar su boca cuando Camila se cubrió la cara con las manos.

-Aw ... ¿por qué?- Le levanté una ceja.

-Soy un humano. - dijo mirándome a través de sus dedos.

-¿Entonces?- Fruncí el ceño.

-Tengo aliento matutino.

Me eché a reír.

-Y yo soy un vampiro, ¿recuerdas?- Le dije: - Así que siempre hueles delicioso para mí.

-iEw!- ella hizo una mueca. Me reí de nuevo, aparté sus manos y la besé en los labios. Me encantaba besar a Camila. Tuvo la mejor reacción del mundo. Me encantó la inclinación de su cabeza, su suave aliento interior y su encantador rubor. La sensación de sus suaves labios tocándose y volviéndose uno con los mios no tenía precio.

Después de un tiempo, nos alejamos.

-Te hice el desayuno. - le dije y me bajé de ella de nuevo. Camila se sentó mientras yo tiraba de algunas almohadas para que se apoyara. Traje la bandeja de fruta fresca y panqueques. Incluso hice una carita sonriente con una rica crema batida y arándanos encima. Las fresas se cortaron en mitades para que parecieran hermosas formas de corazón alrededor del plato. Camila se rió cuando vio mi diseño.

-¿Hiciste esto tú misma?- ella preguntó.

-Claro que sí. - dije. - Casi les dio un infarto a los cocineros cuando entré a la cocina.

Camila rió animadamente otra vez. Le serví un poco de almíbar sobre los panqueques y la vi tomar el primer bocado.

-¿Como estuvo?- Pregunté ansiosamente.

-Sabe delicioso, gracias.- Ella me sonrió . - Pero no puedo comer si sigues mirándome así.- Ella notó que la miraba con intenso interés.

-Está bien, ¿qué tal esto?- Me acerqué para sentarme detrás de ella, envolví mis brazos alrededor de su cintura y apoyé mi barbilla en su hombro. - Ahora no me ves y puedes comer en paz.

Camila se rió con una risa musical. Ella negó con la cabeza y se dio la vuelta para besarme en la mejilla. Le devolví el beso en el cuello y la dejé seguir comiendo. Solo quería ser así con ella todos los días. Le preparaba el desayuno todas las mañanas y podíamos quedarnos en la cama abrazándonos todo el día.

Mis ojos revisaron las cicatrices rosadas en el cuello de Camila. Las marcas de mordiscos del ataque de Nikol aún eran visibles. Me dolió tanto imaginar el dolor por el que había pasado. Afirmé que era culpa de Lauren, pero sabía que también era mía. Ambas lastimamos a Camila de alguna forma u otra. Nunca dejaría que nadie la lastimara de nuevo. Besé sus cicatrices ligeramente, deseando que el dolor desapareciera.

Camila se volvió hacia mí de nuevo con brillantes ojos infantiles. Me llevó una fresa a los labios, pero yo solo la miré y negué con la cabeza.

-Por favor, este sabe delicioso. - instó con una sonrisa. Le puse los ojos en blancos. A veces, Camila parecía olvidar lo que yo era, pero abrí la boca y mordí la jugosa fruta roja de todos nodos. Pero el movimiento de mi mandíbula superior apretó los colmillos para deslizarse fuera de mi encía, pero los aparté rápidamente. Sin embargo, Camila ya los había notado. Dejó el tenedor y bajó la mirada.

-¿Te asuste?-Le pregunté.

- No, no, Billie, solo me lo estaba preguntando... - dijo y se volvió para mirarme a los ojos. - Cuando Nikol me mordió, me dolió mucho. Pensé que iba a morir. ¿Pero por qué la sangre de vampiro en mi sistema puede curarme tan rápido?

Fruncí el ceño ante su repentino interés en eso, pero entendí su curiosidad humana.

-La sangre es la esencia de todos los seres vivos. - dije.
-Nuestra raza bebe sangre humana para sobrevivir, pero también producimos la nuestra a partir de la cantidad de sangre de la que nos alimentamos. Mi metabolismo es diferente al tuyo. Obtienes energía de los alimentos y la conviertes en células sanguíneas. La obtenemos directamente de tu sangre células. En otras palabras, nuestros sistemas crean una esencia unica de una especie única. Es por eso que la sangre de vampiro puede ser tan revitalizante.

-No es de extrañar por qué Lauren ha trabajado de maravilla.- señaló. - Ya no puedo sentir el dolor, ahora me siento normal.

-Sí, tienes razón. Lauren y yo somos un poco diferentes al resto.

-Oh, en lo que respecta a que eras un miembro de la realeza y te alejaste un tiempo. - dijo con conocimiento. Incliné la cabeza hacia un lado.

-¿Cómo supiste tanto sobre eso?

-Lauren me lo dijo. - dijo encogiéndose de hombros.

-Entonces, ustedes hablaron mucho, ¿eh?- Dije. Camila me miró fijamente, ahora que sonaba un poco celosa, pero bajó la cara y miró hacia otro lado.

-Lauren quiere convertirme, ¿lo sabías?- ella dijo.- ¿Por qué la objetaste?

-No sabes cómo creamos vampiros, ¿verdad?- Pregunté. Camila negó con la cabeza. Suspiré de nuevo y rocé con el pulgar la comisura de sus labios.

-Tenemos que seguir bebiendo de la persona hasta que esa persona se transmita completamente con suficiente veneno para que comience a cambiar el sistema lentamente. - expliqué. - Y en la última etapa del giro, los vampiros tienen que dejar que la víctima beba su sangre, pero este proceso debe realizarse instantáneamente y sin ninguna interrupción o el humano morirá. No todos se convierten con éxito, Camila.

-¿Eso significa que hay una probabilidad de un cincuenta por ciento?- ella cuestionó. - De todos modos, no te rías, pero ¿se puede matar a los vampiros metiendo una estaca de madera en sus corazones?

No pude evitar reírme de eso.

-iEso es rudo!- Camila me regañó con una mirada. - iCuando alguien te pide que no te rías, se supone que no debes hacerlo!

-Bueno, lo siento, pero creo que cualquier cosa moriría si atravesas el corazón con una estaca, de madera o no. Claro, puedes matar a un vampiro de esta manera, pero también puedes matar a cualquiera de esa manera.

-Pensé que eras inmortal. - dijo.

-Sí, lo somos. Podemos vivir hasta el fin de los tiempos, pero eso no significa que no seamos capaces de matar. - dije con sinceridad.

Por un momento, el rostro de Camila pareció bastante triste, sabía que estaba siendo sensible, pero lo encontré un poco extraño.

-¿Estás bien, cariño? - Pregunté, mirándola con preocupación.

-Sí, estoy bien. - dijo y trató de sonreír de nuevo, pero la sonrisa no pareció llegar a sus ojos. - Creo que necesito una ducha ahora.

-Oh, esta bien entonces.- Asentí y la solté de mis brazos. Vi a Camila alejarse hasta que desapareció en el baño. Quizás me preocupé demasiado.

Por fin estábamos juntas de nuevo.





Las Hermanas Jauregui| CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora