Capítulo 38

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Nikol POV

Me dirigí por el pasillo entre las filas de estatuas y ventanas altas, dando una mirada a medias de las criadas del palacio. Se inclinaron cuando me vieron. Sus ojos rojos brillaron con respeto. La ironía es que recordaba haber crecido en un hogar desfavorecido. Ahora todo el mundo se inclinaba a mis pies.

El pensamiento me hizo sonreir.

Todavía me quedaba mucho por conseguir. Échale la culpa a mi inmortalidad.

Me había dado la libertad de conseguir lo que quisiera, cuando quisiera. Pero nada se puede comparar con mi añoranza por las hermanas Jauregui. Lo tenían todo.

Cualquiera de ellas en mis manos me concedería todo lo que siempre había deseado.

Tendría que trabajar más duro.

Durante muchos días había vagado sola por el palacio de Lauren. La mayoría de las habitaciones estaban cerradas o abandonadas, excepto las principales. Había estado buscando a Lauren por todo el lugar, el dormitorio imperial, el salón de arce, el salón malva, el dormitorio de la duquesa e incluso el patio de juegos de Aleksey. Ella no estaba en ninguno de ellos. Entonces decidí ir al estudio del zar
Nicolás ll. Había tantos guardias en posición de firmes.

-Disculpe, señora, pero no puede entrar. - me dijo un soldado. Lo miré de nuevo.

-¿Estás seguro de que no puedo entrar, joven?- Dije. Los guardias se miraron nerviosamente. Lo pensaron mejor y luego se apartaron de mi camino. Estos hombres no muertos necesitan aprender algunos modales, pensé.

Antes de llegar a la enorme puerta de la habitación de Nicolas, escuché una conversación entre Lauren y otro hombre.

-Los cazadores han matado a nuestros guardias en la frontera de la ciudad anoche. - dijo el hombre, que supuse que era Adam - Creo que todavía están al acecho alrededor de la puerta este.

-¿Cuántos cazadores crees que tienen ahora?

-Aproximadamente un centenar. - respondió Adam.

-¿Cien? ¿Cómo pudiste dejar que pasara esto?

-Están reuniendo a más personas para unirse a su movimiento.

-Mantenlo en secreto. - dijo Lauren. - Los humanos nunca deberían saber sobre esto. Lo que no queremos que tengan ahora es esperanza. No dejes que los cazadores los provoquen.

- Sí, su alteza, pero no podemos mantenerlo en silencio por mucho tiempo. - dijo el hombre de nuevo. - Necesitamos aniquilar a los cazadores hasta la raíz. Son una seria amenaza para nosotros en el futuro.

-Lo sé. - exhaló Lauren. - Pero necesitamos tener una estrategia bien planificada.

-¿Qué vas a hacer entonces?

-Déjame pensarlo. - dijo.
- Ahora puedes irte.

-Cómo diga, Princesa.

Escuché pasos y luego la gran puerta se abrió y se cerró de nuevo. Caminé hacia el hombre. Luego se volvió y me vio, frunció el ceño.

-Me olvidé de presentarme. - dije. - Soy Nikol Koreneva.

-Te conozco. - dijo el hombre. - A tu  padre lo quemaron  por ser un  protestante.

Dijo la palabra como si fuera repugnante. Ignoré su estupideces y le  di  una sonrisa seductora, inclinándome hacia él.

-Y su hija también fue una, pero se salvo porque fue protegida por los Jauregui. - le dije. - Solo tuviste más suerte que nosotros.- Le di un guiño juguetón antes de empujarme más allá del hombre y caminar hacia la gran puerta. Podía sentir los ojos de Adam mirándome.

Las Hermanas Jauregui| CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora