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Harry Potter llegó hacia Victoria con una de las preguntas que definitivamente debía esperarse venir pero que sin embargo le tomó por sorpresa, no era nada desconocido que Lucius Malfoy estaba del lado de Lord Voldemort, cualquiera con dos neuronas funcionales podría averiguarlo, más saber si su hijo formaba también parte fue algo que Potter quería saber.
Victoria solo observó al azabache con una de sus cejas alzadas antes de ser enviado de regreso hacia sus dos amigos luego de ser insultado por la Slytherin, no, Victoria no estaba intentando proteger a Malfoy, al contrario, pero tampoco pensaba ir por la vida delatando a quienes se unieron a Voldemort o quienes estaban en lista de espera.
Draco Malfoy ya tenía suficiente en sus hombros como para que Harry Potter estuviera detrás de él como algún acosador, aun así, el azabache de lentes parecía ignorar todo e ir detrás del platinado.
— Harry tiene algún tipo de crush con Draco. —mencionó Camille al ver cómo el mencionado tenía su atención en la mesa de Slytherin de una manera no tan disimulada, Victoria alzó la mirada de su libro y fijó su atención en ellos.
— Ni siquiera sé qué es lo que espera descubrir o de qué le serviría hacerlo —musitó lo obvio, Camille soltó una pequeña risita— ¿De qué te ríes?
— ¿Te importa Draco? —cuestionó con tono de burla, Victoria puso los ojos en blanco.
— Claro, me importa muy poco al punto de que si se tira de la torre de astronomía hago una fiesta.
— Eres una mentirosa.
— Si vuelves a abrir la boca te la rompo. —Camille soltó una carcajada— Tengo clases, no quiero verte después.
Camille la observó irse mientras seguía riendo, a lo que Victoria solo la maldijo en voz baja, pero aun así no pudo evitar sonreír al escuchar la escandalosa risa, no importaba las veces que quisiera golpearla siempre iba a sonreír si la escuchaba reírse de esa manera, sobre todo durante esos meses donde solo era un recordatorio de lo que pasó con sus padres.
Victoria aún no podía sacar de su cabeza la conversación que escuchó en su salón aquella noche, era algo con lo que aprendió a vivir, una culpa que no se iba cada vez que escuchaba a Camille hablar de sus padres, Victoria dejó salir un suspiro y se acercó hacia la persona de cabellos castaños que encontró en el camino hacia su clase de pociones.
— Hayley me contó un poco de lo que piensan hacer con...
— Usar el hechizo imperius es ilegal.
— Que hipócrita de tu parte, Thomas. —dijo en un murmullo— Usar a una persona para su beneficio bajo el uso de tortura y otros métodos incluso es penado internacionalmente, además viola varios derechos
— ¿Desde cuándo te interesa la política muggle y mágica? —cuestionó el castaño alzando su ceja.
— Te sorprenderías todo lo que aprendí este verano gracias a que ustedes decidieron usar un imperio en mi madre. —musitó— Lo cual si no me falla es ilegal, ¿verdad?
— No sé qué es lo que pretendes, Victoria.
— Nada la verdad, a estas alturas de la situación solo me queda sentarme y ver todo lo que hacen, pero ten en cuenta algo, ahora mismo podría ir al despacho de Dumbledore y decirle todo lo que se, acabaría con gran parte de lo que planean con tan solo mover una ficha.
— ¿Qué te hace creer que no voy a detenerte?
— Porque tienes dos opciones: me matas y guardas el secreto o me convences de ir con ustedes. —explicó alzando sus dedos al aire— Lo mismo aplica para Nina Thompson, ¿cierto? Aún que ella les sirve más viva que muerta.
— ¿Qué tanto sabe Hayley?
— Al parecer mucho, pero no quiero saber todo, solo necesito mantenerla a mi lado hasta fin de curso.
— ¿Y luego qué? ¿La matas?
— No, no, mancharme las manos de sangre no es lo mío, te lo dejo a ti. —dijo con una sonrisa, las manos de ella se colocaron en los hombros de Thomas mientras acomodaba su uniforme— Todos somos villanos dependiendo del lado que lo veas.
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— ¿Qué haces aquí? —cuestionó Victoria observando al platinado salir de donde se estaba ocultando, Draco lo miró con una expresión aburrida marcada en su rostro.
— ¿Qué haces tú aquí?
— Caminaba por aquí y vi un hurón escabullirse por los pasillos. —respondió de manera casual mientras se veía las uñas— ¿Lo has visto?
— No tengo tiempo para esto.
Victoria vio como empezaba a caminar a lo que rápidamente tomó de su muñeca deteniendo su camino, la mirada de Draco observó cómo la mano de ella lo sujetaba, pero no dijo nada y solo se quedó viendo como su mano tocaba por sobre la tela de su ropa la marca tenebrosa.
Lentamente comenzó a subir la manga que cubría su antebrazo, pero la mano de él la detuvo, aun así, Victoria pudo observar el principio de lo que era la marca, las manos de ella se alejaron de su brazo y las puso en los bolsillos de su chaqueta.
— Supongo que lo veía venir. —susurró a la vez que volvía a recargar su cuerpo en la pared.
— Solo era cuestión de tiempo. —dijo de la misma manera el platinado— Lamento lo de tu padre.
— Era cuestión de tiempo, solo no lo entiendo.
— ¿No lo entiendes?
— Mi padre está muerto y mi madre ahora es una especie de títere, nadie lo vio venir, solo sucedió.
— ¿Habrías pensando en evitarlo?
— ¿Desde cuándo te interesa? —inquirió con una ceja alzada, pero Draco no tenía la respuesta exacta a esa pregunta, simplemente vio cómo por primera vez algo cambiaba en los ojos de Victoria.
Las emociones nunca llegaban a sus ojos, eso es algo que notó en todos esos años, no importaba cuán feliz o molesta se pudiera ver, el semblante de sus ojos no cambiaba, pero en aquel momento los vio romperse, había visto el mismo reflejo que pudo ver en el espejo que adornaba su habitación momentos antes de tener que cargar con el peso y dolor de la marca tenebrosa.
La impotencia de no saber qué hacer, era algo que sin duda tenían los dos ahí reflejado en los ojos, porque no importaba cuánto Victoria negara sus sentimientos y lo poco que le importaba la vida del resto ahí podía verse cuán afectada se veía por lo que un ser con aires de superioridad hizo, el mismo reflejo que Draco veía en el espejo al tener que unirse porque quería proteger a quizás la única persona que le mostró amor: su madre.
