❝What have they done to protect you?❞
El cuerpo de Victoria se sentía entumecido ante lo fría que resultaba ser la mansión Malfoy, una voz en su cabeza se preguntaba si alguna vez ese lugar tuvo la calidez que un hogar debía tener, era estúpido preguntarse eso sabiendo las condiciones en las que Draco Malfoy fue criado, un ideal de pureza, superioridad y egoísmo, unos ideales con los que ella misma había también sido criada, sin embargo, ¿En qué momento fue que ese pensamiento tuvo que cambiar al que tenía ahora? No tenía nada en su cabeza que pudiera darle un momento exacto para creer que fue el detonante, de hecho, ni siquiera sabía si podría decir que fue solo uno, porque haciendo un retroceso podría estar casi segura de que serían varios.
Victoria Pieterse nunca fue una persona mala, pero tampoco podía negar que dentro de ella si existía un gramo de maldad que era lo que la tenía de pie en medio de ese pasillo oscuro, era ese gramo al que se aferraba, era la idea de superioridad, egoísmo, pureza y astucia con la que fue criada que podía mezclarse entre aquellas personas. Si le hubiesen dicho a una Victoria más pequeña todo lo que haría probablemente habría sido golpeado e insultado, pero esta Victoria era una versión mucho mejor de la que incluso fue hace unos meses atrás.
Tener trucos bajo la manga era algo que tuvo que aprender a la fuerza desde corta edad, cosas como hacer magia sin ser detectada, leer los labios cuando otras personas hablaban, ser escurridiza, pero sobre todo aprender de hechizos que nadie más tenía conocimiento. Recordaba a la perfección que fue una tarde durante el verano que escuchó a Jesabella Barker hablar sobre un hechizo para meterse a la mente de otros sin ser detectado, no era una simple legeremancia, era algo mejor pero peligroso.
Las manos de Victoria se alejaron de la cabeza del mortífago asignado a buscar a la mitad vidente mitad banshee, no quería salvarla, quería tiempo, uno del que Nina Thompson o mejor dicho Black tenía de aliado.
— Interesante. —susurró antes de terminar con el hechizo y salir de ahí antes de que el trance terminara, al doblar por el pasillo para ir hacia el salón una mano la detuvo y la estrelló contra la pared, no fue un golpe doloroso, pero tampoco resultó ser uno tan gentil por lo que fue fácil percibir el sonido de una queja por parte de la adolescente.
La mano libre que ella tenía instintivamente sujeto la varita que siempre llevaba consigo en su cintura, pero el tacto cálido y suave olor que conocía bien la hizo detenerse y poner la mirada en la persona que tenía frente, no era peligro y aun así sintió su corazón latir con fuerza ante la presencia de Draco Malfoy.
— Eso no fue muy caballeroso.
— ¿Qué haces aquí? —cuestionó Draco ignorando por completo el comentario de Victoria.
— Dijeron que iba a ser una invitada especial, pero en realidad solo querían intimidarme, que desperdicio de tiempo. —murmuró con ese tono de aburrimiento que poseía.
— Victoria.
— No lo sé, un día estaba con Camille y al siguiente mi tío estaba apuntándolas con una varita, no me habría importado que las mate, pero...
— Deja de fingir que no te importan. —interrumpió y Victoria rodó los ojos.
— No podía dejar que las tocara, era venir y que ellas se fueran o que las mate e igual tener que venir. —murmuró dándose cuenta la veracidad ante las palabras que tuvo que escuchar en el despacho de Minerva McGonagall un día después de la muerte de Dumbledore.
— Mientes.
— ¿Ahora dirás qué me conoces como la palma de tu mano? —cuestionó con su ceja alzada— Tu idea de querer protegerme ante él no iba a funcionar, ambos lo sabíamos, tampoco es como si lo hubiese necesitado, porque igual estoy aquí.
— Eres una estúpida.
— Lo sé, lo dijiste. —susurró— No soy alguien fácil de lastimar.
— No sabes en lo que te metes.
— ¿Y tú sí? —inquirió— No necesito tu aprobación, voy a hacer lo que tenga que hacer, no tengo otra opción.
Y Draco nuevamente supo que mentía, pero omitió decir algo, en su lugar solo chasqueo la lengua y dio un paso hacia atrás, dejando que Victoria pudiera dejar de estar contra la pared, las manos de ella se guardaron en sus bolsillos mientras sonreía con despreocupación, aquella no era la misma Victoria de hace unos años atrás, algo en ella era diferente, incluso si su rostro y manera de hablar siguieran siendo el de la típica niña mimada, esta vez había algo más, algo que Malfoy no pudo ver.
— Lo que sea que haces es peligroso.
— Lo sé.
— ¿Si lo sabes por qué lo haces? —preguntó y Victoria suspiró mientras hacia un ademan con su mano.
— Llevas la marca tenebrosa en tu brazo, intentaste matar no una sino varias veces a Dumbledore por órdenes de otros, no soy una persona muy sentimental, pero pusiste tu vida en riesgo al aceptar estar de su lado, quieres proteger a tus padres, pero, ¿Qué han hecho ellos para protegerte a ti?
— No sabes nada.
— Lo sé, porque ellos son iguales a cómo eran los míos. —murmuró, Victoria dio un paso para estar nuevamente cara a cara con él— Lo sé, por eso fue que estuve contigo en el salón de menesteres, por eso fue que te dije aquellas palabras, se lo que es caer y no tener de que agarrarse.
— Y aun así estás aquí.
— Mi motivo de estar aquí es diferente al tuyo, yo ya no tengo nada o nadie a quien proteger, pero tú lo tienes incluso si ellos no se lo merecen. —la cabeza de Victoria se giró y señaló hacia el pasillo que conducía al salón— Nuestros padres nos dieron en bandeja de plata a él, nos criaron para servirlo, nos criaron para odiar, para ser iguales a ellos y por un momento creí que estaba bien, porque quizás muy dentro de mi soy igual a ellos, eventualmente voy a morir, por él, por causa natural, quien sabe, pero si lo voy a hacer va a hacer por mi decisión, no porque ellos o alguien más lo decidió. —los ojos de Victoria volvieron a ponerse en la figura de Draco— Es curiosa la vida desde la perspectiva de quienes pudieron escapar.
ESTÁS LEYENDO
Ending Scene ➳ Draco Malfoy
Fanfiction❝¿Alguien como yo podrá ser amado?❞ Draco Malfoy || Harry Potter universe Fanfic Todos los derechos reservados © 2020