iii. viii

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Never underestimate a girl.


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«Siempre debes hacer lo correcto» eso era algo que los padres de Victoria decían constantemente, algo que resultaba irónico viniendo de personas como las que eran ellos, pero para una niña que apenas aprendía sobre el mundo lo correcto desde la perspectiva de sus padres era la pureza de sangre, el tener que pisotear a otros si así conseguían lo que querían, lo correcto en su perspectiva era algo que la Victoria actual parecía aborrecer incluso si parte de ella todavía se aferraba a actitudes que aprendió gracias a sus padres.

¿Qué era lo correcto? Se estuvo preguntado más de una vez, cual perspectiva de lo correcto en realidad era lo correcto, la moralidad de las personas era diferente, lo que es bien para unos, es mal para otros y así una infinidad de peros al momento de decidir, quizás pensar que no existía un correcto era lo más adecuado, porque eso al menos dejaba dormir a Victoria durante la noche.

Lo correcto, Victoria nunca supo que era de verdad hacer lo correcto, una vida viviendo bajo las normas de sus padres para luego ser azotada por una realidad en que no todo resultó ser como ellos decían, ¿Era egoísta por creer que lo que hacía era lo correcto?

— Pronto es navidad. —susurró mientras movía una pieza del ajedrez muggle, la mirada de la mujer frente a ella se desvío de la tabla ante las palabras, Caroline Dekker asintió con suavidad.

— ¿Esperas una cena y regalos?

— Nunca hubo cenas o regalos. —respondió mientras ponía los ojos en blanco, pero en su cerebro podía recordaba la cena que tuvo junto a otros alumnos en las cocinas del colegio donde recibió el collar que colgaba de su cuello, una prueba de que no era del todo mala.

— Parece una infancia triste.

— Fue normal, tuve la atención suficiente y estar en Hogwarts te hace dejar de depender de tu familia.

— No todos lo ven así. —dijo Dekker luego de mover una de sus fichas, Victoria sonrió a medias al ver que la siguiente jugada la dejaría cómo la ganadora.

— No todos nacimos en un ambiente amoroso. —murmuró recordando lo que una vez le dijo a Hermione Granger, movió su pieza y sonrió mientras se levantaba— Jaque mate.

— Tu medio hermano debe conocer sobre un ambiente amoroso.

— ¿Qué? —preguntó y Caroline sonrió con diversión, sus brazos se cruzaron sobre su pecho y fingió darle una mirada de sorpresa y lástima.

— ¿No lo sabías? —inquirió para luego soltar una risita, con la elegancia que representaba a la mujer se levantó y caminó hacia donde estaba, burlándose con la mirada— Los secretos siempre mueren con las personas.

— ¿Así como lo que hiciste con Jesabella? —la mujer tomó del cuello a la menor y la estrelló en la estantería, unos pocos adornos cayeron al suelo.

— Deberías cuidar tu boca, podría matarte, no creas que no sé lo que haces.

— No hago nada.

— No mientas. —musitó luego de soltarla— Jesabella dijo lo mismo.

Victoria escuchó el sonido de los tacones de alejarse del salón dejándola en el silencioso y frío lugar con las palabras de Caroline rondando por su cabeza, sus manos se hicieron puños a sus costados ante la impotencia que sentía, ya ni siquiera se trataba de molestia, había muchas más emociones.

El sonido de unos zapatos volvió a resonar, pero esta vez no fue la figura femenina de Caroline que apareció en su campo de visión, era el de su tío, el hombre que sonreía solo para molestarla porque reconoció esa sonrisa, era la misma que ella ponía cuando sabía algo y lo usaba para molestar a otros.

— Lo sabes.

— Se muchas cosas, cariño. —dijo el hombre mientras se servía una copa de licor— Estás preguntándote porque no lo viste en mi cabeza, ¿cierto?

— ¿Qué?

— Oh, Victoria, el hechizo que usaste lo usó Jesabella Barker en su esposo, un muy bien truco tengo que admitir, pero me resultaba curioso las lagunas que ocasionaba. —Victoria sintió el impacto del vaso a un costado de su cabeza, el cristal estalló provocando que unos pedazos lastimaran su mejilla, la sangre no tardó en descender de la herida— Al romper ese hechizo todo regresa de golpe, pero aquella bruja dijo que había algo mejor para proteger tu cabeza de hechizos como esos, no es tan efectivo, pero fui capaz de sentir como entrabas en mi cabeza, te dejé ver lo que yo quería. —el hombre se acercó lentamente a Victoria quien tenía la varita en su mano lista para lo que sea que pensara hacer— Cuando escuché que estuviste en casa de Ella sabía que tenías que haber aprendido algo.

— ¿Qué harás ahora? ¿Me vas a delatar?

— Eso sería aburrido. —exclamó— ¿Qué es lo que haces aquí?

— Tú me trajiste, hago lo que me dicen.

— Y piensas que voy a creer que mágicamente has decidido que vas a hacer lo que otros te dicen.

— No es mi problema lo que creas.

— Piensa mejor lo que dices, Victoria.

— Será mejor que me mates ahora.

— No podría sacar provecho de los Malfoy si solo te mato. —mencionó mientras su mano le extendía un pañuelo para que pudiera limpiar la sangre.

— ¿Qué tienen que ver los Malfoy?

— No creas que no he visto la manera en que actúas cuando está el hijo de Lucius, quizás a él no le agrades, pero Narcissa, por lo contrario, haría lo que fuera para proteger la felicidad de su hijo.

— Odio romper tu burbuja, pero no se ven como unos padres que les preocupe en lo más mínimo si lo han obligado a unirse a este bonito grupo de magos.

— ¿Eso crees? —sonrió y Victoria se acercó.

— Y también odio hacer más presión, pero Malfoy y yo a duras penas soportamos la presencia del otro.

— ¿Otra persona a la quieres proteger? —el tono burlesco molestó a Victoria, pero ella solo sonrió y tendió el pañuelo que ni siquiera tocó su mejilla.

— Mamá siempre dijo que eras un bueno para nada. —masculló— No creas que tus palabras me asustan, no soy una niña que va a ir corriendo cuando vea algo que le aterroriza, jamás he sido esa niña y no pienso serlo.

— Pero sigues siendo una niña.

Victoria soltó una risa sarcástica, la varita que llevaba sosteniendo con su mano se alzó rápidamente logrando que el hechizo diera de lleno en el pecho del hombre dejándolo inmóvil, Victoria caminó alrededor de él sin borrar la sonrisa.

— Jamás subestimes a una niña.

Ending Scene ➳ Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora