ii

8.3K 579 46
                                    

It wouldn't be very nice.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El callejón Diagon para aquellos días ya se encontraba abarrotado de magos buscando sus implementos para el nuevo año, a Victoria no le hacía mucha gracia el tener que deambular por las concurridas calles solo por una nueva pluma, le sugirió a su madre que enviaran a uno de los elfos, pero la mujer le recordó que tenían que ir también por una nueva capa.

La adolescente de cabellos rubios observaba con una ceja alzada a las personas que pasaban frente al ventanal de la tienda con varios objetos en sus manos, sin contar las que flotaban a su lado, ella no era de dejar las compras a última hora pero luego de hacer su maleta pudo recordar las cosas que necesitaba y se maldijo internamente por no ser más precavida, incluso maldijo a su madre pues su capa estaba en perfectas condiciones como para adquirir una nueva, pero no estaba de humor para abrir la boca y tener que pelear con su progenitora.

— Quédate aquí iré por tu pluma.

— Ni siquiera sabes cuál uso. —musitó atrayendo la atención de un par de curiosos ante el tono usado— No quiero tener que regresar a este lugar por un error tuyo.

— Cuidado con cómo me hablas, Victoria.

— Ajá. —susurró— ¿Ya está listo? —preguntó hacia la mujer regordeta que seguía tomando medidas, ella asintió con su cabeza rápidamente y se alejó— Yo iré por mí pluma, no tardaré.

— Ve hacia Gringotts.

Victoria asintió con su cabeza y se alejó bajo la atenta mirada de su madre. Su cuerpo se movía entre los magos descuidados intentado que no la tocaran, eran muy pocos quienes de verdad prestaban atención y decidían alejarse de la Slytherin, pero claro, los otros como aquel niño que reconocía de la casa de los leones decidieron estrellarse contra ella, su mirada se enfocó en el niño, pero antes de poder abrir su boca una persona la saco de ahí.

— No necesitas hacer una escena.

— Ya quisiera verte si hubieses sido tú a la que golpeó. —murmuró— Pequeño idiota.

— El pobre niño casi muere ahí con solo verte, eso era suficiente. —sonrió mientras tocaba el entrecejo de Victoria— Te va a salir una horrible arruga antes de los treinta si sigues frunciendo así el ceño.

— Vaya mierda entonces. —declaró logrando que Camille comenzara a reír atrayendo la mirada de los curiosos que se preguntaban como una Hufflepuff podía ser amiga de una Slytherin, pero ni a Camille James o Victoria Pieterse les importaba la casa de la otra.

Las dos eran demasiado diferentes, incluso su pensamiento era distinto y aun así se podía ver la sinceridad en la amistad de ambas.

— ¿Irás por la pluma que rompiste?

— En primer lugar, la rompió la inútil de Pansy, y si, iré por ella.

— Deberías dejar de ser tan despectiva con las personas.

— Lo haré, cuando la inútil de Pansy decida irse de mi habitación y quedarse en la suya. —comentó— Es raro que crea que somos las mejores amigas en el mundo cuando ni siquiera la soporto y todos lo saben.

— Menos ella. —Victoria movió su cabeza mostrando que estaba de acuerdo— Deberías decirle.

— ¿Crees que no lo hice? Recuerdo que no fui muy amable. —suspiró— Debería lanzarla al lago negro y asunto arreglado.

— No sería muy amable.

— Discúlpame por no llegar al estándar de amabilidad con el que cargas. —dijo con sarcasmo— Por cierto, ¿qué haces aquí?

— Es el primer año de mi hermana y decidió tener su propia mascota, en lugar de compartir mi lechuza. —respondió— Es la única compra que hizo falta, estábamos de camino cuando te vi a punto de atacar al niño.

— Oh, ¿qué piensa comprar?

— Un gato como el que tienen en la casa de al lado.

— ¿El gato negro de tus vecinos muggles?

— El mismo. —contestó mirando el reloj fuera de una tienda— Debería irme, te escribiré una carta esta noche.

— Sabes que no la voy a responder.

— Lo sé, ya no espero una contestación de tu parte. —dijo sin borrar la sonrisa.

— ¿Cuál es el punto entonces?

— Que sepas que sigo viva.

Victoria rodó los ojos y siguió con su camino mientras movía su mano en señal de despedida. Luego de lo ocurrido el año pasado en el torneo, Camille decidió escribirle una carta cada cierto tiempo para decirle como estaba, la familia James a pesar de poseer un largo linaje de sangres puras, no estaban de acuerdo con las medidas que Lord Voldemort tomaba o la simple mentalidad de sus seguidores, no eran considerados unos traidores como los Weasley, pero aun así sentían que corrían peligro, pues uno de los tíos de la Hufflepuff seguía sirviendo al que no debe ser nombrado.

Era solo por ser precavida, Victoria no lo admitiría en voz alta jamás pero incluso ella sentía una tranquilidad cuando la lechuza con tonos naranjas llegaba a su ventana con un sobre en el que simplemente ponía un 'estoy bien' pero que resultaban ser suficiente.

Quizás por eso fue que aquella noche mientras las gotas de lluvia caían y el silencio se volvía más denso la preocupación creció en su cuerpo al no recibir la carta que estuvo esperando por varias horas.

Sus manos comenzaron a golpetear sus piernas mientras escuchaba el reloj del pasillo sonar, los minutos pasaban y no había nada, un suspiro salió de entre sus labios mientras se levantaba de su cama y se dirigía escalera abajo para dirigirse hacia donde descansaba su lechuza, volviendo a detenerse a medio camino al escuchar varias voces en la planta baja.

— Baja la voz Ezra, no necesitamos que Victoria de entere.

— Victoria debería comenzar a aprender de estas cosas, no necesitas que termine como los James, ¿cierto? —cuestiono, Victoria sintió una presión en el pecho— Eso les pasa por negarse a cooperar.

— Victoria sabe a quién es leal.

— Entonces no tendría problema en escuchar cómo se siente arrebatar la vida a los traidores. —dijo otra voz a la que no reconoció de ningún lado.

La leve exclamación de Victoria ante las palabras del hombre atrajo la atención de ellos, su mano se posó en su boca ocultando así algún otro sonido, mientras seguía escuchando a aquel hombre hablar.

Su cuerpo lentamente se deslizó por la pared hasta quedarse en el frío suelo. Un lo siento ahogado resonó en medio de pensamientos negativos y las risas de los culpables.

Ending Scene ➳ Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora