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Camille encontró completamente divertido como la cara de su amiga se deformaba ante la petición de sentarse junto a Pansy Parkinson, pero fue aún más divertido cuando la siguiente opción fue Malfoy, Victoria se cuestionó quien era peor o más bien, quién era menos peor y definitivamente escogió a Draco Malfoy.
La Hufflepuff observaba a ambos trabajar en silencio y sólo lo hacía como una precaución de por sí Victoria se lanzaba al cuello de Malfoy y lo atacaba, quería evitar que se fuera a Azkaban.
Victoria por otro lado prefería mantenerse callada, si no hablaba con él no habría intentos de homicidio cruzando por su cabeza, pero era muy difícil cuando ambos tenían que hacer aquel trabajo, uno que definitivamente esperaban terminar rápido.
— Lo haces mal. —escuchó decir a su costado, ella desvió la mirada de su trabajo.
— También tengo ojos, ¿sabes?
— Entonces úsalos o harás que explote.
— Gracias por el apoyo, compañero. —susurró con sarcasmo, pero aun así la mano de Malfoy golpeando la suya evitó que explotara como ocurrió unos asientos más al frente— Bueno, eso si hubiera sido desastroso.
— ¿Habría?
— No me digas que te hubiese gustado salir de aquí todo manchado porque te dieron una compañera inútil.
— Al menos admites que eres inútil. —espetó con una sonrisa que a Victoria solo le ofendió, por lo que no fue extraño cuando el pergamino se estrelló en el brazo de Draco provocando para sorpresa de ella que él riera.
— No había ninguna necesidad de recordarme eso, hurón.
— ¿Algún día vas a superar lo del hurón?
— Probablemente, pero no en un futuro cercano.
Draco puso los ojos en blanco y procedió con la explicación más clara y fácil de cómo hacer el encantamiento, Victoria lo escuchó atentamente porque de verdad no quería ser parte de los estudiantes que hacían explotar las cosas.
Aun así, el hechizo no fue perfecto, aquel objeto tenía una cola que le recordó a la copa de Ron Weasley en segundo año, omitiendo aquel pequeño inconveniente el resto podía hacerse pasar como algo casi bueno, al menos hasta que entró Dolores Umbridge a supervisar la clase.
Victoria puso los ojos en blanco y deseo lanzarle el mismo hechizo para que tuviera una cola de rata, pero solo optó por apretar su puño, una acción que no pasó desapercibido por su compañero, Draco quiso decir algún comentario, pero ella se adelantó a levantarse y salir del salón, minutos antes de que terminara.
Victoria Pieterse jamás detestó a un maestro, quizás excepto por Lockhart, la Slytherin podía asegurar que ambos estaban compitiendo por quién era el peor maestro y sinceramente la mujer que amaba el rosa estaba ganando, y por mucho, algo que definitivamente odiaba pues no podía soportar otro minuto más en la presencia de Umbridge, lo peor era que se corría el rumor de que estaba entrando a supervisar todas las clases.
Un bufido salió de entre sus labios cuando ingresó a su sala común, los libros que tenía en sus manos provocaron un estruendo que llamó la atención de los pocos que estaban ahí, incluyendo a Tyler Thompson quien luego de pensarlo por varios segundos se acercó a ella.
— ¿Qué te trae por aquí Thompson? —preguntó.
— He visto que sueles practicar los hechizos de la clase de defensa.
— ¿Hay algún problema acaso? —cuestionó y el menor negó con la cabeza.
— Van a hacer un grupo para enseñar los hechizos que deberíamos estar aprendiendo, supuse que te podría interesar.
— ¿Quién lo hará?
— Harry Potter. —respondió y Victoria frunció el ceño.
— Ellos no van a quererme ahí, se negarán a que entre a su grupo.
— Iras conmigo, ellos confían en mí.
— Confían en ti, no en mí, además, ¿Por qué decírmelo? Podría ir en estos momentos con Umbridge y decirle lo que planean.
— Sé que no lo harás.
— ¿Qué te hace tenerme tanta confianza Tyler? —cuestionó con una de sus cejas alzadas.
— Se cómo ayudaste a Harry en segundo año, cualquiera aquí no hubiese hecho lo mismo, eres diferente y necesitas ayuda.
— No necesito ayuda.
— Entonces diviértete siendo la presa de Voldemort cuando no puedas defenderte.
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Victoria no sabía que fue lo que la impulsó a seguir a Tyler Thompson y Camille James por las nevadas calles de Hogsmeade hacia dicha reunión, odiaba sentirse fuera de lugar, pero ahí estaba caminando detrás de ambos.
Camille fue invitada por la misma Hermione Granger, esta última tenía cierta amistad con la Hufflepuff, Tyler tenía a su hermana, la invitación corría de su parte, pero Victoria no tenía a ninguno fuera de Camille o Thomas, no muchos de otras casas se arriesgaban a hablar con ella, ni siquiera en su propia casa lo hacían debido al carácter que poseía, y eso estaba bien para ella, por lo que no fue una sorpresa cuando al entrar a la vieja taberna todos la miraron y empezaron a susurrar.
— Les dije que no era bienvenida.
— Hablé con Hermione, estuvo de acuerdo en que vengas. —dijo Tyler.
— Eso lo soluciona todo. —Camille le dio un golpe ante el tono usado.
— No seas tan negativa.
— ¿Negativa? Soy una Slytherin, no me quieren aquí.
— ¿De qué casa soy? —preguntó Tyler alzando una de sus cejas, Victoria bufó mientras pensaba en cada uno de los comentarios que salieron sobre la elección de él tras un par de meses del inicio de año.
— Tú eres un Slytherin bueno, todos sabemos que eligieron mal tu casa.
— Es cierto, pero me quedé ahí.
— Solo lo haces porque toda tu familia estuvo en Slytherin.
— No toda mi familia. —mencionó señalando a su hermana antes de reír un poco— La oveja negra.
— Me agrada. —comentó Camille con una sonrisa mientras levantaba su mano para saludar a la mayor de los Thompson, Nina Thompson sonrío y devolvió el gesto para luego volver a enfocar su atención en su acompañante.
Victoria soltó un bufido exagerado y se cruzó de brazos, minutos después el trio de oro ingresaba al lugar, para hablar sobre lo que tenían pensado hacer. Ella aún tenía sus dudas, no se sentía cómoda ahí, todos la miraban como si tuviera alguna enfermedad contagiosa y no quería ser la culpable de que aquel grupo se quedará sin integrantes, ella sabía que el trio no estaba tampoco muy a gusto con su presencia y la sonrisa de Hermione al momento de firmar la hoja solo lo comprobó.
— No puedes decirle a nadie sobre esto. —dijo Tyler cuando salieron de la taberna.
