❝To the boy who chose her.❞
El cielo empezó a tomar sus colores claros cuando Lord Voldemort apareció frente a lo que quedaba de Hogwarts, lentamente cada persona en el interior salió para verlo declararse ganador, el cuerpo de Harry Potter en los brazos de Hagrid eran la prueba de sus palabras.
Si Potter murió eso quería decir que todo terminó, negarse ante lo que aquel hombre decía era una sentencia de muerte, Voldemort lo llamó un juramento de lealtad, todos ahí lo vieron como una obligación, algo que no querían y que preferirían morir antes que unirse, pero no para todos era de esa manera por lo que no fue una completa sorpresa cuando vieron a Thomas Roux caminar hacia el hombre con facciones poco humanas.
Voldemort lo recibió con los brazos abiertos y una sonrisa en su rostro, una que solo mostraba superioridad ante los últimos acontecimientos, cuando el mayor de los Roux tomó a su hermano del hombro como felicitación Lucius Malfoy llamó a su hijo, su mano se extendió esperando a que caminara hacia ellos, Draco lo miró y cuando se propuso a dar un paso una mano se aferró a su muñeca.
La sorpresa en el rostro de todos, así como las exclamaciones no se hicieron esperar, la mirada de Draco bajó hasta la mano temblorosa de Camille James.
— ¡Draco ven aquí! —dijo su padre, pero Camille se negó a soltarlo, su cabeza se movió en negativa.
— Ella no quería esto. —susurró— Victoria querría que te quedaras.
— Si no voy...
— Hazlo por ella. —suplicó alzando por primera vez la mirada, sus ojos estaban rojos y el rastro de lágrimas era notorio en sus mejillas— Por favor...
Los ojos de Draco escanearon el rostro de Camille para luego mirar las manos de ella aferrarse a su muñeca, él no lo sabía, pero se estaba aferrando de la misma manera que lo hizo con las manos de Victoria, Camille no tenía razón para pedirle que se quedara, verlo partir sería como ver a un desconocido, sin embargo, para Victoria significaba otra cosa, quería hacerlo por ella, quería que él se quedara por Victoria, que la eligiera a ella una primera y última vez.
Camille cerró los ojos dejando bajar una solitaria lágrima por su mejilla pensando en las veces que Victoria se habría aferrado a la misma mano esperando por algo, por lo que cuando sintió el contacto sobre la suya sus ojos se abrieron con sorpresa para ver la mano también temblorosa de Draco tomar la suya.
El rostro de Lucius decayó al ver que su hijo no se movió, fue algo que iban a recordar por mucho tiempo, todos ahí estaban anonadados ante lo que acababa de pasar, Voldemort mostró su descontento, pero guardó la compostura ante la traición de uno de ellos, luego se encargaría de hacerlos pagar, iba a hacerlo arrepentirse.
Él lo sabía, pero fue tan solo cuando Harry Potter cayó de los brazos de Hagrid que Draco sintió que aquello pudo ser una de las pocas buenas decisiones que pudo haber tomado, pero no dejaba de sentir una presión en su pecho al pensar en lo que habría pasado si en lugar de tomar la mano de Camille hubiese aceptado la mano de Victoria, si tan solo se hubiese aferrado a la mano de ella tiempo atrás como tanto quería.
Pero no podía pensar en un pasado, no podía, porque aquello solo le haría recordar que una vez que esto terminara Victoria no estaría ahí con algún comentario contra él, no habría la burla en su voz cuando quería sacarlo de sus casillas, simplemente no estaría ella, pensar en un qué hubiera pasado solo lo hacía sentirse arrepentido de todo lo que hizo y no pudo hacer a su lado.
Draco Malfoy quien era conocido por tener la peor de las actitudes sentía como si estuviera pagando cada una de las cosas que hizo con aquel dolor de haber perdido a la única persona que lo aceptó incluso con lo malo, así que cuando Potter se proclamó ganador él solo caminó alejándose de ahí, sentía como si no perteneciera a ese lugar, no podía estar ahí, él no era ella, no era bienvenido ahí.
— ¡Malfoy! —escuchó decir a sus espaldas, se dio la vuelta y vio a la misma persona que lo hizo quedarse correr hacia él— Fue muy impulsivo lo que hice, pero Victoria, ella...
— Lo sé. —interrumpió— Yo... Se que lo hiciste por ella, pero... gracias.
— Victoria siempre creyó que no tenía una oportunidad. —comentó— Creía que tendría que vivir bajo las normas de sus padres toda su vida, no lo decía, pero entendía lo que sentías, no era muy de ella hacerlo, pero se quedó contigo, incluso sabiendo lo que hacías, lo que eras. —bajó la cabeza y negó con suavidad mientras una suave sonrisa se formaba en su rostro— Estaba enamorada de ti, sonaría mejor que ella te lo hubiese dicho... gracias por quererla incluso cuando ella decía que no se lo merecía, ambos merecían algo mejor, merecían ser amados.
— ¿C-crees que pueda verla? —preguntó tras un largo silencio que usó para evitar mostrarse vulnerable, Camille lo notó, porque ella hubiese hecho lo mismo y tal como lo habría hecho con su amiga en un momento así solo asintió.
Ambos pudieron sentir ciertas miradas posarse sobre ellos, eran aquellos curiosos y cotillas que no encontraban nada mejor que hacer que poner su atención en otra cosa que no fuera la vida de otros, Camille jamás sintió la molestia en esas miradas, por primera vez notó la incomodidad y odio que Victoria sentía cuando las miradas se posaban en ella, pero Camille no tenía las fuerzas para lidiar con ellas, peor en ese momento cuando sus piernas parecían temblar con cada paso que daba hacia donde se encontraba el cuerpo de Victoria.
Draco se detuvo a una distancia considerable, Camille lo vio de reojo quedarse petrificado, no se movió por unos segundos, solo se quedó observándola, porque vio la misma serenidad con la que se despertó aquella tarde cuando decidió no tomar de su mano, en su rostro no había ningún signo de dolor, tristeza o disconformidad, ni siquiera su ya conocido ceño fruncido, parecía estar en un profundo sueño, pero la realidad era otra.
Camille lo vio pasar a su costado y arrodillarse, pudo fijarse en el temblor de su mano al tomar la de Victoria. No había calidez, las manos que Malfoy tenía entre las suyas ya no eran las mismas que tomó por tan poco tiempo, por alguna razón sus manos siempre tenían esa calidez que a las de él parecía faltarle, pero ahora eran las de ella que se sentían así.
Con suavidad alzó la mano de Victoria y la colocó cerca de su boca, como si sintiendo el aire emanar de sus labios fuera a calentarlas, pero sus intentos no iban a conseguir nada, así como las súplicas porque todo fuera un mal sueño y de pronto se despertaría para saber que Victoria seguiría ahí se esfumaron, la realidad llegó a él más rápido.
La Hufflepuff recordaba ver al rubio platinado caminar por los pasillos con aquella presencia impotente, tan frío y calculador, pero ahí frente a ella pudo verlo romperse, a sus oídos llegaron los sollozos que salieron de Draco mientras dejaba que su frente tocara la mano de Victoria, él sabía que llorar no iba a cambiar nada, no iba a traerla de regreso junto a él, por un momento sintió enojó hacia ella, quién siempre juró ser mejor que los demás se dejó vencer, la insultó por ser débil, por no ser más cobarde y alejarse.
Pero ella no iba a despertar para responderle lo que era, para decirle que era un idiota o para recordarle constantemente el incidente con Granger o la vez que lo hicieron un hurón, no iba a verla burlarse nunca más de cosas sin sentido, no iba a escucharla reírse o intentar ocultar su sonrisa, ella simplemente ya no iba a estar ahí.
Más incluso si ninguno de los dos podía verla, Victoria estaba ahí mirándolos, una suave sonrisa estaba en su rostro cuando tocó las manos de Draco y con su otra tomaba la de Camille, Tyler tenía razón, les habría dicho que son patéticos por estar llorando, su cabeza se posó suavemente sobre el hombro de Malfoy y aún si no podía escucharla habló:
— Lo siento... —susurró con la voz quebrada viendo cómo él dejaba un beso en sus nudillos— Voy a encontrarte de nuevo, te prometo que seré menos idiota, voy a tomar tu mano nuevamente y no la voy a soltar, solo... Solo espera un poco más.
ESTÁS LEYENDO
Ending Scene ➳ Draco Malfoy
Fanfiction❝¿Alguien como yo podrá ser amado?❞ Draco Malfoy || Harry Potter universe Fanfic Todos los derechos reservados © 2020