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Estaba nervioso mientras caminaba por aquella calle, miraba alrededor las enormes casas y residencias, los altos departamentos, lujosos, desentonaba por completo, quien le viera por ahí, pensaría que era algún ladrón, su experiencia le dictaba que las personas ricas no siempre eran amables, estaba preocupado por Jin, al ver sus ojos le fue difícil creer lo que dijo. Estaba casi completamente seguro de que si Jin había hablado con su padre, este tenía que ver en la oferta que le hizo para estudiar en el extranjero.

Llegó a aquella casa residencial, tan grande y linda, tocó la puerta y espero, una mujer de rostro duro abrió, le observó de pues a cabeza y entrecerró ligeramente los ojos.

—¿Quien es usted?

—Buenos días, disculpe, ¿El señor Kim Minkyu está aquí?

—¿Por qué estás buscando al señor? —le miró directamente.

—Soy Kim Namjoon, la pareja de su hijo Jin, de verdad necesito hablar con él.

Ella elevó una ceja. —Ellos no están aquí, pero, espera, le llamaré para decirle que viniste, no te vayas.

Le cerró la puerta en la cara, Namjoon suspiró, estaba demasiado nervioso, era tonto, claro que el padre de Jin no estaría ahí, pero tampoco tenía forma de buscar su empresa, sabía muy poco sobre la familia de Jin y este siempre estaba renuente a hablar de ellos. Pasaron pocos minutos antes de que la puerta se abriera de nuevo, la mujer le miró, con un semblante más tranquilo.

—Tardará en llegar una media hora, dice que lo esperes, entra.

Namjoon asintió. —Gracias.

Entró de nuevo a esa casa, que desde el primer momento en que la vio le pareció inmensa y fría, la mujer lo condujo hasta la sala, ahí le indicó que esperara sentado. Namjoon le agradeció nuevamente, pero ella no contestó, trató de negarse a sentirse ofendido, estaba acostumbrado a esa actitud en las personas. Observaba alrededor, era un lugar elegante, de colores claros. Sobre la chimenea había unas fotografías, curioso, se acercó a ellas.

Estaba Baekhyun y Jin de niños, sonrió al ver a su novio, Taehyung le daba un aire de parecido, después más en familia, con poses rectas y serías, y las demás eran fotografías de los niños, cuando eran más pequeños, suspiró pesadamente, en esa familia había algo extraño, parecían desconocidos viviendo bajo el mismo techo, no juzgaba a los Kim, porque su familia era peor, sin embargo, tenían serios problemas de comunicación.

Espero unos minutos, no había pasado una media hora antes de que la puerta principal se abriera, y el señor Kim entrara, su semblante era cansado a pesar de la seriedad que ya lo caracterizaba. Hizo una reverencia hacia él.

—Señor Kim.

—Sígueme.

Camino directo al pasillo que Namjoon ya recordaba haber cruzado la primera vez que estuvo dentro de esa casa. Le siguió de cerca, tratando de controlar su nerviosismo, el hombre le invito a pasar a su oficina, llegó al escritorio.

—Síentate.

Era una orden que acato, se sentó frente a él y le miró intranquilo.

—¿Qué haces aquí?

—Vine a hablar sobre la visita de Jin ayer, yo... él me dijo que le había pedido que me ayudara a ingresar a una universidad en el extranjero. Pero, yo no le creo.

Minkyu elevó una ceja. —La falta de confianza que tengas con mi hijo, no es algo que me importe.

—Le importa, porque estoy seguro de que usted fue quien le pidió que me diera esa oferta.

Hosadama *Namjin* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora